Me comentaba un colega, hace ya un tiempo, que es necesario mantener siempre una actitud de chaqueterismo, que esto es bueno para progresar como profesional y como persona. Después de observar mi expresión algo ojiplática (mi gran colección de ademanes y repertorio posicional de cejas, expuesta en modo automático, me ha impedido desde siempre alcanzar un buen nivel como jugador de poker), mi compañero de charla entendió que era mejor explicarse un poco. ¡Ah, qué fácil es caer en malentendidos! El concepto "chaquetero" se asocia comúnmente a todas aquellas personas que cambian de forma de pensar, filiación o lo que sea, sin que medie algún tipo de convencimiento o de compromiso, por mero interés (materialista, en casi todos los casos). Pero su idea se centraba más en la necesidad de experimentar los cambios antes que mantenerse a toda costa en posiciones que se intuye que van quedado caducas. En otras palabras, estaba oponiendo chaqueterismo a cerrilismo. Visto así, me pareció una afirmación bastante sensata... y más con la plaga de cerriles y fanáticos que pululan por doquier.
Tengo pocas dudas respecto a la mutabilidad y a la fugacidad de las cosas: todo está sometido a cambios, en ocasiones incluso muy rápidos. Y la adaptación a tantos cambios es un requisito para el progreso. Es posible que eso lleve a cierto desapego. ¿Cómo comprometerse con algunas ideas o situaciones que se sabe que son pasajeras? Parece un desgaste inútil de energías (si lo que hoy es amarillo, mañana es azul, ¿por qué discutir sobre ello? ¿para qué arrojar el ancla en aguas en las que se está de paso?). Entonces, ahí es dónde habrá que encontrar el punto de equilibrio en este campo de cambia-chaquetas. Algunas ideas, creencias, convicciones, opiniones... deberían ser mantenidas con más fuerza que otras, pero también habrá que ver hasta qué extremo. Esa es la clave. En la vida hay pocas constantes y hay que saber identificarlas, porque de lo contrario uno puede hallarse abrazado a momias ideológicas, caminando entre osamentas de dinosaurios...
Aunque la conversación se podría haber aplicado a temas de política, economía, filosofías, ideologías, etc., en realidad habíamos comenzado hablando de cuestiones de estilo artístico. Hay quien mantiene un estilo a toda costa, pase lo que pase, así se desplomen los cielos. ¿Es necesaria tanta fidelidad a una forma de hacer las cosas? No sé, allá cada cual. En ocasiones, el orgullo de un artista (sí, este es un mundillo dominado por egos enormes) le impide reconocer como buena la producción de otro artista que esté alejada de su estilo. Mal por él. Es alguien que no ha aprendido a ser chaquetero. En el buen sentido.
Por eso me parece alucinante cuando, por ejemplo, después de las broncas arquitectónicas entre Le Corbusier y Hannes Meyer (aunque remaban en barcos parecidos, siempre se puede montar la gresca por desacuerdos que parecen pequeños al profano pero descomunales al artista), lo primero que se le ocurre al bueno de Hans cuando el Corbu termina la construcción del edificio Clarté en Ginebra, es hacerse una foto los dos juntos en la azotea de esta obra. Hay que echarle un par, porque cualquiera entendería que su credibilidad había quedado en entredicho: ¿Tanto follón para esto? Pues sí, ya ves. Cuando algo merece la pena, se reconoce y ya está, aunque venga de un enemigo. No pasa nada. Quizás algunos divos de la arquitectura han demostrado menos soberbia que el político medio, tan necesitado de pedigrís. Y ya es decir...
Podría pensarse que el fondo de esto es una cuestión de honestidad. Pero no lo creo. El orgullo nubla la razón y la honestidad se convierte en algo tan secundario que deja de tener valor. No hay más que fijarse en el comportamiento del fanático tipo, que se cree ciegamente todo su ideario y entiende su cerrilidad como virtud. ¿Se puede estar más honestamente equivocado? El otro día, me contaba una persona (la llamaré "A") que trataba de hacerle ver a otra (la llamaré "B") un error en algo que sostenía con vehemencia. Por más argumentos bien razonados que A le daba, B estaba completamente convencida de que no había tal error. Pasados bastantes días, vuelven a conversar sobre el tema y ahora resulta que B opina igual que A. Sorprendida A, le pregunta a B cómo es que ha cambiado de opinión al respecto. Y resulta que B le asegura que se ha dado cuenta 'por sí misma' de que estaba 'ligeramente equivocada'. Tiene bemoles la cosa, ¡cómo cuesta dar el brazo a torcer!
Decididamente, a la gente no te la puedes tomar muy en serio.
El adivino Prolix, ¿haciendo gala de sus dotes no-chaqueteriles (ejhem), en "Astérix y el adivino"? |
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UNA HISTORIA DE DOS VECINOS
Dos vecinos tienen sus ventanas una al lado de la otra.
Uno tiene macetas con geranios en el alféizar de su ventana. El otro no.
Un día, el equipo de fútbol de la ciudad asciende de categoría. Un vecino sigue con sus geranios en la ventana. El otro exhibe un trozo de tela con franjas alternas azules y blancas. Al vecino de los geranios esta exhibición le parece oportunista.
Otro día, el equipo de fútbol del país gana un prestigioso torneo internacional. Un vecino sigue con sus geranios en la ventana. El otro exhibe un trozo de tela con una gran franja amarilla flanqueada por otras dos franjas rojas a ambos lados. Al vecino de los geranios esta exhibición le vuelve a parecer una nueva muestra de oportunismo.
Algunos días después, a la ciudad llega el verano, pero ya no solo de nombre. Un vecino riega los geranios de la ventana para que no se le sequen. El otro exhibe un trozo de tela de estampado vistoso y colores chillones. Esta vez, el vecino de los geranios en la ventana pasa de juzgar la toalla de su vecino, el de las telas en la ventana.
Quizás se haya cansado de su chaqueterismo, quizás haya decidido que no puede tomarse en serio tantas muestras de efusividad.
Me quedo con "Decididamente, a la gente no te la puedes tomar muy en serio". Y dentro de "la gente" creo que deberíamos incluirnos nosotros mismos.
ResponderEliminarCon todo y con eso, ser coherente con nuestras ideas y formas de actuar también es de agradecer, al menos, por mi parte.
Muaks!!
PD. Jack Lemmon y Walter Matthau...
A nosotros mismos nos podemos incluir como "gente" o como "gentuza", indistintamente xDDD
EliminarY sí, creo que la coherencia es muy importante. Porque entre vivir coherentemente o vivir disociado, creo que no hay color.
Oooooooh, la extraña pareja, me-en-can-tan :)
muacks!
Tengo que confesar que puedo cambiar o valorar otra opinión si está bien argumentada, y eso que soy cabezota, pero hay una constante de la que no me alejo, mi corazón y una romántica creencia en el ser humano, y en cuestión de arte, bueno ahí no soy estrecha, puedo dejarme influir por nuevas tendencias o por anitguas, tengo una caja vacía en el cerebro para ello, puesto que mi ignorancia es mucha escucho con atención todo lo que me digan y con el tiempo puede que haga una valoración personal y documentada, creo que adaptarse al medio es una facultad que te soluciona muchos problemas
ResponderEliminarQué bueno es descubrir esas constantes, aunque cada cual tenga las suyas. Pero hace bien saber que, al menos durante una etapa de la vida, hay un puerto en que refugiarse de los temporales.
Eliminarun besiño
Se puede cambiar de chaqueta pero más difícil es hacerlo de talla. La talla humana de persona(je)s oportunistas hace patente su falta ya no de pedigrí sino de un mínimo de decencia.
ResponderEliminarCreo que los hay que ni siquiera cambian de chaqueta: van desnudos, como el rey del cuento. Aunque hay quien insiste en decir que llevan algo puesto.
EliminarSiempre se me han dado mal las flores... Admiro al vecino de los geráneos jajaja
ResponderEliminarFuera coñas, supongo que a priori, todos creemos que la flexibilidad es algo positivo. Cambiar de opinión o rectificar es de sabios, ya se suele decir, aunque tampoco hay que llegar al "Estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros!" de Groucho (me encantan sus frases xD)
Bicos!
Sip, yo me declaro marxista (de la rama grouchista, por supuesto) xD
Eliminarbesiños
No creo que el término sea ser chaquetero, más bien hablas de evolucionar, de modernizarse. Hay principios que uno debe tener claros y mantenerse firme a lo largo de la vida, pero después hay que intentar ir con los tiempos, siempre que los progresos sean a mejor, o simplemente sean igual de respetables.
ResponderEliminarQuizás el nombre es lo de menos. Hay quien le llama evolucionar, otros madurar, otros desarrollarse... En definitiva, es algo parecido a lo que hacen las aves, los reptiles, los mamíferos: cambian de piel, de plumaje, de pelo. Y es bueno que sea así, porque todo está en renovación constante.
EliminarYo prefiero cambiar de chaqueta, que es algo que llevo fuera y es postizo, que de corazón, que es algo muy interno y me vino de serie ;)
Mi querido amigo, te diré que lo que yo considero realmente importante es mantener un equilibrio.
ResponderEliminarYo soy cabezota por naturaleza que no (cerril) y te diré que aún así si los argumentos son de peso, pueden hacerme cambiar de opinión, pero nunca faltarme a mi misma.
Te diré que hay personas que piensan que están en posesión de la máxima verdad y eso me irrita mucho, aunque si son capaces de razonar y reconocer una equivocación para mi tiene todos mis respetos.
Nunca he soportado el "chaqueterismo" opino sobre eso que este tipo de personas no tienen dignidad, aunque hoy en día poco cuenta el honor a la verdad...xD. Pero tal y como explicas después en tu entrada lo empiezo a ver de otro modo. Así verás que yo aunque cabezota y con una personalidad fuerte, soy capaz de meditar sobre lo leído y reconocer varios puntos de vista.
Un beso muy grande amigo. Como siempre, me encantó tu entrada. :*)
+
jajajaja sí, es cierto: hay personas con las que es imposible tener una conversación en condiciones. Son como apisonadoras. Pero lo triste es que un día descubren que estaban equivocadas y por orgullo se mantienen en algo que no funciona.
Eliminarbesos :)
Cambiar cuando las condiciones del entorno se modifican es relativamente fácil. Cambiar de opinión en un determinado momento, por muy buenos argumentos que te den... no lo es tanto.
ResponderEliminarSí, ahí es donde se nota que el orgullo pesa con mucho poder sobre el raciocinio.
EliminarPues eso, lo mejor es fluir con la vida sin dejar de ser tú. Los tiempos cambian y nosotros cambiamos con el tiempo, a dios gracias :) Mientras uno sea fiel a sí mismo puede amoldarse a los cambios sin peligro de convertirse en lo que nosotros entendíamos por chaquetero antes de la genial versión de tu amigo.
ResponderEliminarMuackssss
Me gusta eso de fluir. Como un río. Siempre está ahí, pero sus aguas se renuevan a cada instante según van discurriendo por el cauce :)
Eliminarmuaaaacks
Pues mi google chrome me est;a haciendo el chaqueterismo
ResponderEliminarme deja entrar me deja leer y luego cambia de opini;on al comentar.
lo he intentado mas de tres veces
es todo un reto o ... competencia
...
en M;exico chaquetero o chaqueterismo son cosas distintas
una tiene que ver con una braguita corta que te queda ajustada a medio culo jaja
y te lucen genial si no tienes celulitis o mal trasero jajajaja
si no tienes eso mejor ni te lo pongas te criticaran aun no seas de la farandula ja
chaqueterismo es tambi;en algo que tendr;a que ver con la masturbaci;on....
vayaaaaaa¡
y no se como le llamen a esas actitudes que describes porque aqui suele pasar
desde siempre uno dice algo y termina haciendo otra cosa
bueno, no me pasa seguido pero si he visto eso en otras personas y a veces me descocnierta o enoja
otras veces me importa un comino el mundo dijera susanita de mafalda y yo hago y elijo
las otras personas son las que a veces por borreguismo jaja
o copiar a otros toman acciones
vaya
me ilustraste con tus conceptitos y descubri que insertaste esa cuña de imaginarte haciendo gestos
besos :)
jajajaja estoy sorprendido con el uso de estas palabras en tu país.
EliminarHay que tener cuidado con lo que se dice según dónde se esté xD
besos
Esta vez todavía no he podido leerte. Lo haré enseguida que pueda. Mientras, te dejo un regalo en mi blog. Abrazos!
ResponderEliminarMuchas gracias. Intento ponerme en breve con ese meme.
EliminarBesos
El ego en demasiadas ocasiones domina la razón y el corazón.
ResponderEliminarCambiar de opinión no está bien visto, es como negarse a uno mismo, cuando en realidad la vida está en constante movimiento, las ideas, los sentimientos...
Besos
Sí, es de esas cosas que no entiendo: se dice que rectificar es de sabios, pero cuánto cuesta ver personas que rectifican. Prefieren aferrarse a lo "de toda la vida".
Eliminar¿Será una forma de reconocer su necedad? No lo sé.
Un gran beso :)
Ahora sí...bueno lo que llamáis chaqueterismo yo le llamo evolución o involución, según...pero de todas formas confieso que me produce más confianza alguien que es capaz de aligerar su postura que los que se aferran a sus verdades.
ResponderEliminarYo antes sólo escribía en catalán. Alguno ha dejado de leerme (o al menos comentarme) después de abrir mi campo. No me considero chaquetera. Voy y vengo. Quién sabe, tal vez termine sin ni siquiera usar palabras :)
Vaya con esto de las lenguas... Entiendo que si alguien no comprende la lengua en que escribes, le resulte más dificultoso seguirte. Pero comentar, cada uno comenta en su propia lengua.
EliminarHay una frase que me gusta mucho y la tengo como lema en algún sitio (aquí tengo otra, la de Einstein que está arriba a la izquierda) y dice algo así: La mente es como un paracaídas, si no está abierta no sirve para nada.
Llegará el día en que sin palabras, ya verás xD
Besos
yo creo que ese chaqueterismo responde al cambio de piel de la serpiente. Ya sabes nuestro cerebro reptiliano, el encargado de nuestra supervivencia nos empuja al cambio. Renovarse o morir. Un beso
ResponderEliminarSí, algo así ya he comentado por ahí arriba ^^
Eliminarmuacks!
Ahora entiendo porque soy pésima jugadora de mus................el chaqueterismo,jajajajajajajajajajajajajajaja son las chaquetas que tengo colgadas en el armario. Siempre se puede rectificar,(mas de coherentes que de sabios) como siempre se puede pedir perdón.
ResponderEliminarMuacks!!!!