"No me podrán quitar el dolorido
sentir, (...)"...........................
(Garcilaso de la Vega, Égloga I)
Explicar un escrito es una forma de mutilarlo. Sobre eso ya publiqué algo aquí, dando la razón a Umberto Eco cuando decía que el autor debería morirse después de haber escrito su obra. No es necesario repetirlo todo otra vez más.
Escribir es una forma de lanzar una flecha al aire. Adiós, saeta, adiós. Una vez que abandonas mi carcaj, ya nunca serás solo mía, ahora perteneces a todos los que sigan tu vuelo. Mi interpretación de algo que haya escrito (y que haya compartido) ya no será la única. Tan válidos serán los caminos por los que los demás lleven esas frases, como lo fueron los míos en el momento de concebirlas.
Digo esto porque la explicación del autor no debería pesar más que las otras. Incluso puedo estar equivocado en mi explicación acerca de algo que haya escrito, pero a veces parece necesario ponerse a ello aunque solo sea al servicio de la claridad. Y también aquí puedo estar equivocado...
Después de escribir "tiempos modernos" y de declarar mi incomprensión del tiempo en que vivo, sentí en la memoria el pinchazo de algo ya leído, de un escrito que expresaba a la perfección ese sentimiento. Hurgando un poco más en esa tierra misteriosa de la mente, me pareció identificar la semilla que ahora brotaba de ese modo. Hace ya muchos años, leí gran parte de la obra "Castilla" de José Martínez Ruiz, Azorín. El fragmento que más me impactó fue "Una ciudad y un balcón", quizás porque el primer impacto lo recibí ya en el exordio, con un verso y medio de Garcilaso, poeta al que admiraba profundamente en aquel tiempo. El ensayo acaba con estas frases:
¡Eternidad, insondable eternidad del dolor! Progresará maravillosamente la especie humana; se realizarán las más fecundas transformaciones. Junto a un balcón, en una ciudad, en una casa, siempre habrá un hombre con la cabeza, meditadora y triste, reclinada en la mano. No le podrán quitar el dolorido sentir.
Todo el ensayo es representativo del concepto del tiempo de Azorín. Igual que para Nietzsche, todo se repite fatalmente en el mundo. Los sentimientos, las alegrías o las penas, que se experimentan con vehemencia y que parecen tan nuevos y únicos, como si fueran inventados exclusivamente para la ocasión, como si fuera imposible que otra persona los hubiera sentido antes, no son sino los mismos sentimientos que los seres humanos llevan viviendo desde el origen de los tiempos. Todo lo creado, todo lo pensado, todo lo imaginado, todo lo sentido, vuelve a repetirse inexorablemente. Todos los tiempos, presente, pasado y futuro, quedan confinados en un mismo ente y todo lo que se cuenta podría haber sucedido en un mismo sitio.
Y en todas esas frases, como si fuera lo mismo, inalterable en el tiempo y ubicuo en el espacio, se adhiere mi sensación de no encontrar acomodo, de no hallar un lugar de descanso para el alma, de sentir que no pertenezco a ningún tiempo ni lugar, ni grupo ni clan ni ideología.
No ser capaz de comprender (quizás ni siquiera desearlo) la vida que tengo que vivir.
Como no puedo mejorarlo, te dejo un beso.
ResponderEliminarGracias Raindrop
Otro para ti, reina :)
Eliminarmuacks!
Son tiempos confusos. Pero es curioso a mi pasa algo parecido a una ciudad y un balcón, pero con ciudad y luces en las ventanas cuando anochece, pienso siempre la cantidad de personas que somos seguro que más de una y dos sienten algo parecido a lo que siento. Y después la mente me va a que grande es el mundo y pequeños somos.
ResponderEliminarLocuras que me dan :)
¡Besos!
A veces me pasa cuando miro la luna. Pienso que en ese mismo instante alguien más hay que está mirando la palidez del satélite y planteándose esa misma cuestión.
Eliminarbesos
Sabes Rain,................. a veces cuando observo el mundo en el que vivo, pienso que sería bueno no ser nadie, no tener cadenas, ni ataduras, solo intentar vivir que no es poco.............gracias por enarbolar la bandera de la cordura y el respeto.
ResponderEliminarFeliz finde............besos!!!!!!!
Me pesan mucho las banderas... dudo mucho que fuera capaz de llevar semejante estandarte, demasiado para mí :)
EliminarVivir encontrando el propio camino, eso sí me parece la mejor de las ideas.
muchos besos
Mi antídoto para todo eso que con gran acierto describís está en la inmensidad del cielo. Suelo mirar los cielos estrellados para encontrar consuelo a mi sentir, pues ahí, en esa oscuridad plagada de pequeños destellos encuentro el eco de otros dolores, de otras épocas.
ResponderEliminarNo sé si te servirá, pero a mí me da mucha paz.
Beso grande
Creo que incluso encontraría paz mirándote a ti mientras tú miras al cielo estrellado. Tal como lo transmites, seguro que serías capaz de contagiarlo.
Eliminarbesotes
... a veces vivimos como si realmente fuéramos alguien ...
ResponderEliminarPues no me parece mal plan ;)
Eliminarbesos
Pues eso es un problema, estar desubicados sólo crea infelicidad. Tal vez buscando en el interior...Un besazo!
ResponderEliminarNo me importa demasiado la infelicidad de la desubicación en el mundo. Quizás es que tengo espíritu nómada ;)
Eliminarbesos
No encuentras acomodo en lo que ya hay... ¡¡¡pues créatelo!!!, tienes un mundo interior más que suficiente para ello.
ResponderEliminarCon el mundo interior tengo menos problemas. La falta de acomodo la encuentro cuando me asomo al exterior...
Eliminarbesos
Me siento identificada totalmente con la desubicación y falta de pertenencia de la que hablás.
ResponderEliminarAntes me preocupaba mucho, ahora escribo.
Vivo en un piso 20º y veo la ciudad enloquecida de lucecitas y yo también miro el cielo y busco
respuestas, sosiego.
Me di cuenta que cada vez más las luces de la tierra apagan a las del cielo, las estrellas
se ven cada vez más desvaidas.
Es un reflejo de lo que pasa en el mundo.
Me encantó tu reflexión.
Un abrazo.
El cielo parece una fuente de respuestas, por lo que estoy comprobando ;)
Eliminarbesos
Sentimientos que no son únicos, aunque los sintamos así, situaciones que se repiten...bucles y más bucles, así se supone que está escrita la historia; y ahora la desubicación insoportable a la que nos arrastran (y a la nos dejamos arrastrar).
ResponderEliminarUn beso!
Como si nuestras experiencias fueran los déjà vus de otras personas que las vivieron antes.
Eliminarbesos
Mi querido amigo, te perteneces a tí mismo. ¿Acaso lo dudabas?
ResponderEliminarTodo lo que necesitas lo llevas contigo.
Reflexionar y sentir sobre lo que nos rodea nos hace saber que estamos vivos.
Un abrazo.
Muy cierto :)
Eliminarbesos
Como no se qué decirte, te cuento una chorrada, para rellenar, yo antes lloraba mucho, buscaba una explicación a mis lágrima y como no la encontraba me frustraba y le echaba a culpa a todo, un día no se cómo ni cuándo me di cuenta que soy una llorona, lloro porque si.. Y con llanto ,así que cuando me daba por llorar pensaba, tranquila que esto pasa así que llora a gusto ... Y llegue a disfrutar llorando, cuando uno sabe quien es, todo es más fácil..
ResponderEliminarNo viene a cuento pero me apetecía contar esta tontería jaja muchos besos
EliminarPues a mí no me ha parecido una tontería. Y me ha gustado que lo contaras :)
Eliminarbesos
Cierto, los sentimientos se repiten, la sensación de soledad, la del vacío, la tristeza que encoje el alma y el dolor por lo perdido.... pero también la sensación de libertad mirando la luna una noche de verano, el revoloteo del estómago al ver a la chica del café y el entusiasmo al conseguir por fin ese proyecto tan deseado... y es que nuestra vida es del color que queramos pintarla. Tu lugar? tu lugar está ahí mismo, en el centro de tu corazón, mientras te hago un sitio en mi abrazo para darte calorcito.
ResponderEliminarMuacs
También las cosas buenas, por supuesto.
EliminarGracias por el abrazo acogedor.
besos :)
Tengo una teoría: las almas sensibles, que no necesariamente frágiles, son inevitablemente lúcidas. Por eso da igual el lugar en el que estar, o al que querer ir, o el de pertenencia real. Tal vez el equilibrio que medie entre dicha y dolor
ResponderEliminar... la aceptación del carácter absoluto de ambos, siendo lo que son y no sucedáneos de sí mismos, sea el lugar, auténtico, común o individual, pero hogar al fin. Y puede que entonces no importen las respuestas, porque ni siquiera haya preguntas.
Buenas noches, desde una divagación cualquiera :-)
Me ha encantado esta reflexión. Muchísimas gracias por compartirla :)
Eliminarbesos