(detención por avería)
- Mirad -le dije-, monsieur Sans-délai -que así se llamaba-: vos venís decidido a pasar quince días, y a solventar en ellos vuestros asuntos.
- Ciertamente -me contestó-. Quince días, y es mucho. (...)
- Permitidme, monsieur Sans-délai -le dije entre socarrón y formal-, permitidme que os convide a comer para el día en que llevéis quince meses de estancia en Madrid.
- ¿Cómo?
- Dentro de quince meses estáis aquí todavía.
- ¿Os burláis?
(...)
- Os aseguro que en los quince días con que contáis no habréis podido hablar siquiera a una sola de las personas cuya cooperación necesitáis.
- ¡Hipérboles! Yo les comunicaré a todos mi actividad.
- Todos os comunicarán su inercia.
···················(Mariano José de Larra, "Vuelva usted mañana")
Quizás no se me ocurre mejor palabra para describir la vida en las ciudades. Fragilidad. Algo parecido a lo que les pasa a los diamantes: son extraordinariamente duros, pero un golpe mal dado pone a prueba la enorme fragilidad de su estructura cristalina. ¿Qué decir de las ciudades? Hacinados cientos de miles de personas (o incluso varios millones, en grandes conurbaciones o megalópolis), quedan todas ellas a merced de cualquier golpe en sus estructuras menos perceptibles: las instalaciones, suministros y comunicaciones.
Leía hace poco que la capital de Yemen (Saná, que supera ampliamente el millón y medio de habitantes) estaba en serio riesgo de desabastecimiento de agua por un descenso alarmante en los freáticos. Bueno, ¿y qué sucederá con esos casi dos millones de seres humanos? Es un grave problema de logística. Ya no se trata de llevar agua con camiones-cisterna a un poblado de cien personas, sino que el problema se multiplica casi 20.000 veces. Y, además, la proliferación de epidemias podría ser devastadora.
Sí, hemos avanzado mucho en desarrollo tecnológico y científico. Pero nuestras necesidades básicas (alimento, agua, sanidad, seguridad...) siguen siendo las mismas y hemos confiado su resolución a un cuello de botella. Yo lo estoy viviendo a escala estos días. Una tubería del edificio ha tenido el capricho de permitir que se le escape el agua, así que ha habido que cerrar las válvulas de paso hasta las viviendas para evitar una inundación. Otra cosa es que nos diéramos con fruición a la práctica del piragüismo doméstico, pero creo que no va a ser así. Lo cierto es que se hace extrañísimo vivir en un piso sin agua corriente. Esto, que sería lo más normal del mundo hace bastantes décadas, ahora parece algo de locos. Solo me queda imaginar qué pasaría si tampoco tuviéramos electricidad. Un piso se convertiría en un calabozo de otros tiempos. Añadamos que los supermercados estuvieran desabastecidos. Y, para colmo, que esta situación la padecieran decenas de miles de personas al mismo tiempo.
El progreso pende de finos hilos, ¿no es cierto? Si se cortan unos cuantos, volvemos de cabeza a una especie de edad de piedra en el siglo XXI.
Admito que algún lector me diga: "Haaaaaaala, raindrop, qué exageraaaaaado". Bien, pues le propongo un reto: tres o cuatro días sin agua ni electricidad en casa. Y sin hacer trampa. Puedo asegurar que los segundos duran horas esperando una solución y que, en principio, cualquier inconveniente de fácil resolución es mucho más complicado de lo que parece. Luego, claro, si no quedara más remedio, nos asilvestraríamos un poco y nos dejaríamos de remilgos. Pero una situación mantenida así indefinidamente nos lleva de vuelta a las cavernas.
Otra cosa sorprendente que estoy descubriendo es que el bueno de Larra tenía más razón que un santo. Si la pereza hace que (por pura economía de medios) nos acostumbremos a las comodidades sin saber ya hacer fuego frotando dos palitos o sacando agua de debajo de las piedras si fuera preciso, también es cierto que la pereza nacional consigue dilatar la resolución de los problemas hasta cotas inexplicables. Ventaja: no habrá gente con tanta paciencia como los habitantes de la piel de toro. Inconveniente: como no aprendas paciencia, te pueden venir unos peligrosos instintos asesinos que para qué voy a contar.
Cuando se digne a aparecer por el edificio el fontanero del seguro, me le voy a lanzar a la yugular sin mediar palabra. Ya verás.
Siempre lo he pensado, nos creemos que todas las comodidades y facilidades que tenemos, tal como luz, agua, gas, internet, etc... nos vienen dadas por nuestra cara bonita. Cuando disponemos de ellas no lo valoramos, pero como nos falte un dia, ayyyy madre que montamos la de Dios es Cristo.
ResponderEliminarBahhh humanos!.
;)
Sí, es cierto, no puedo imaginar vivir en un piso sin agua. En mi caso si no hay electricidad soy prisionera...
ResponderEliminarUn beso
Yo probé un día sin luz, cuando un vendaval cortó un cablé a principios del 2009 y lo recuerdo como ¡caaoooosss! TODO FUNCIONA CON ELECTRICAD!!
ResponderEliminarya no el agua, el ordenador en el trabajo, el teléfono en el bolsillo,...
ResponderEliminarCierto es que nos estamos volvindo débiles, vagos, enfermizos, miopes,...yo no podría tomar un baño de agua fría sin coger una pulmonía, no sé cómo demonios lo hacían mis ancestros.
hay un libro hay un libro!!! y porque diablos olvido el titulo y autor...
ResponderEliminarsomos cada vez mas minusvalidos del corazón?
estamos acaso siendo mas frios e insensibles porque necesitamos botones para reaccionar :(
que triste! es como un valde de agua fria no?
yo no acepto el reto.Lo reconozco,me costaría un montón.¡Pero si voy a una casa rural que no tiene microondas y ya no sé calentar la leche! Y lo de lavar la ropa en el río?,lo curioso es que de eso no hace tanto tiempo.
ResponderEliminarEl otro día les contaba a mis hijas que cuando yo era pequeña no existían lo teléfonos móviles,y que sólo teníamos dos canales de TV.Había que verlas la cara.Me hicieron sentir muy vieja.
No eres un exagerado no! Lo entiendo perfectamente... me ha pasado un par de veces, claro que no por días entero, pero carecer que un servicio tan vital como el agua es... pa volverse locos!!! Estamos tan habituados a vivir cómodamente, que lo básico resulta imprescindible! AGUA... somos nada sin agua. Desde un vaso de agua helada para refrescar la sed, la ducha... buff necesidades del baño!..
ResponderEliminaren fin... pero si es por "escoger" prefiero agua mil veces a Luz!.. claro q luego quien duerme por la noche.. :P
La verdad es que... nunca falta el que un día viene y te pregunta: -Si pudieras vivir en otra época, a cuál te irías?.. Y yo, siempre tan romanticona (y medio ñoña según que horas) digo: principios Siglo XVIII... las costumbres, las formas, la arquitectura, la revolución industrial.... y el agua potable? y la luz eléctrica???
:/
Paciencia...
:*Muaks!
Excelente reflexión. Somos verdaderamente torpes ante "inconvenientes" que un niño del norte de Africa ni percibiría o le supondría el más mínimo problema. Somos incapaces de resolver circunstancias que se nos amontonan con total falta de resolución o recursos, como por ejemplo que ya no quede atún en el supermercado cuando habíamos previsto comer ensaladilla rusa.
ResponderEliminar100% de acuerdo.
Mi padre siempre dice que para todos lo beneficios que nos da la electricidad, tampoco es tan cara, se ve que vivió tiempos peores.
ResponderEliminarPor mi trabajo todos los días se me presentan incidencias de esté tipo, la gente no ve la tele, o no tiene agua caliente unas horas y la desesperación es tal que pasan a la mala educación gritando como si estar sin agua caliente unas horas le arruinara la vida.
Pues mira Rain...si nos faltan esas comodidades, al principio nos volveríamos locos y nos tiraríamos a la yugular de quien hiciese falta, o de quien primero se pusiese a tiro. Después...nos adaptaríamos al medio...o incluso algún iluminado nos salvaría de tanta fragilidad jajajaja.
ResponderEliminarYo...como vivo en el pueblín (con comodidades si, pero en el pueblo)cuando se nos va la luz ponemos velas (eso lo llevo yo peor fijate!) y cuando nos falta el agua, vamos al manatial o a la fuente que baja del manantial.Y cuando llegue el fontanero que nos solucione el problema...porque ganas no nos faltan de tirarnos también a su yugular jajajaja.
Abrazotedecisivo otoño-veraniego como tú, muy bien me dices.
ME ENCANTA. Por fín!!!! Encuentro a alguien que se diga en voz alta que vivimos encima de un carámbano de hielo que se deshace.
ResponderEliminarLes planteaba esta semana a mis alumnos qué pasaría en esta ciudad si no tuviésemos agua???
A dónde volveríamos?
En sus caras poco a poco se enciende la chispa y de pronto, aunque alguno no se le ocurra, uno dice ¡Aaa la Edad Media!!!!! Y todos comienzan a dar soluciones del tipo nos bañaríamos todos en el mar.
Y cuando les dices todos?
Los miles que poblamos la ciudad y sus alrededores?
Sus caras son un poema. También a los pocos minutos están tan panchos, agarrados a sus bb pero ... creo que hay alguno que va más allá. Dicen que la esperanza es lo único que se pierde. Yo espero que sean los jóvenes los que primero se despierten de este sueño de bienestar... Una despensa infinita que no se reponga es una falacia.
Es algo que he pensado muchas veces. Estamos acostumbrados a tener comodidades que no valoramos habitualmente, pero supongo que haríamos lo que nos ha permitido sobrevivir como especie hasta hoy: Adaptarnos.
ResponderEliminarEy!!! Por fin te veo en una faceta desconocida para mi!!! Para que luego me digas que me quejaba cuando me cortaron el agua!! No sabemos lo que tenemos hasta que nos lo quitan.
ResponderEliminarY no te digo ya, si se va la luz!! Mejor no pensarlo!!
Bicos guapo!
Quizás yo que hasta hace unos años viví todos mis veranos en una casa de campo sin luz, sin agua, sin teléfono..quizás yo sí por eso, si sepa apreciarlo. Aunque he de decir, que añoro todavía esos meses de verano en medio de las montañas, alumbrados con luz de gas y chimenea y con agua subida desde el manantial.
ResponderEliminarUn saludo
Pues sí, tienes toda la razón, solo apreciamos las cosas cuando nos falta, por eso a veces pienso que la luz debería irse de vez en cuando, la última vez que hubo un apagón en mi casa pasamos de estar dispersos cada uno en un cuarto y los niños mirando la tele a terminar juntos en el sofá con unas velas y contando historias...es decir que de todo podemos sacar algo bueno.
ResponderEliminarSandra
ResponderEliminarEs como la salud: te das más cuenta de lo bueno que era tenerla cuando la pierdes. Qué cosas.
besos
reina
Los pisos pueden ser perfectamente cárceles si no están debidamente suministrados. Y en ciertas situaciones es aún más grave.
besos
estonoes...
Demasiadas cosas funcionan con electricidad. Incluso este blog xD
besos
aina
Bueno, y si ves a esos finlandeses (por ejemplo) metiéndose en bolas al agua después de romper el hielo de la superficie... uf, duele solo de mirarlo (a mí, por lo menos)
besos
Jo
Sí, es contradictorio: somos más débiles por fuera pero nos hemos endurecido por dentro. Qué drama.
besos
Cris
jejeje a mí, el reto me ha venido impuesto. A día de hoy, todavía no está resuelto el problema en el edificio. A ver cuánto queda...
besos
Silvia
Yo, si me dieran a elegir eso de en qué otra época vivir, me quedaría con un mundo alternativo donde todo esto ya estuviera resuelto. Es decir, creo que el futuro jajaja
^^
besos
Sergio
Da la sensación de que hemos perdido un poco (o bastante) el contacto con la realidad más inmediata, ¿no es cierto?
Bienvenido y un abrazo
Montse
Sí, hay mucho exagerado. Pero es el efecto chupete: si a un niño le quitas el chupete, se pone a berrear como un descosido jajajaja
besos
Sara
Sí, así sería. El problema es que esa adaptación costaría la pérdida de muchas vidas, porque hemos concentrado demasiado estos problemas en las ciudades: multitudes de personas con riesgo de desabastecimiento todas a la vez.
besos
Ana
No está de más que les vayamos enseñando algo de realidad a la siguiente generación. El caso es que ellos aprenden más por ejemplo que por palabras, y no es que estemos siendo demasiado ejemplares...
Prosigamos sin desmoralizarnos :)
besos
Samotracia
Sí, como ya decía un poco más arriba, sería una adaptación costosa en vidas humanas. Hemos concentrado el problema y deshacer el nudo gordiano supone que hay que destruirlo.
besos
Blanka
jajajaja pero si es que tú te quejas por todo xD
es bromaaaaaa. Por CASI todo jajaja
un besazo
Siberia
Más unidos a la naturaleza. Eso siempre es satisfactorio.
Buenos recuerdos :)
besos
Sonja
Lo que sucede cuando ocurren estas averías es que te bajan un poco al mundo más real, en que cada cosa tiene su valor y debe ser apreciada en su medida: el agua, la electricidad, la comida, el tiempo, la compañía...
Viene bien reflexionar sobre esto.
besos
¿Instintos asesinos? Jajajjajajaja perdón.
ResponderEliminarEs cierto amigo que acostumbrados estamos todos a la comodidad. Supongo que en una selva duraríamos lo que un gallo en un corral de zorros.
Muchos besos amigo. :*)
Ostras! no sabes cuántas veces he pensado en lo que dices. La electricidad no solo nos abastece de claridad, si no que la nevera, lavadora, la caldera.. .en fin! que parece increible. De todas maneras, no podriamos acostumbrarnos a vivir sin ellos. No en estas condiciones (en la ciudad, sin un triste huertecillo o pozo....)
ResponderEliminarDe exagerado nada de nada,sin agua o electricidad estamos perdidos,un corte de suministro de agua por obras sin avisar y se me acumulaban los problemas y qué decir de la luz, estamos tan habituados a ella que el día que faltó y como no fumamos en casa, no pude encender las velas que tengo de adorno,no por previsión de un apagón, pasé una tarde horrible.
ResponderEliminarSomos totalmente dependientes, no creo que saliéramos adelante si nos dejaran de repente sin estas comodidades. Admiro a nuestros antepasados!!!!
Besos
Según como se mire. Unos días en casa atrincherada en el sofá con grata compañía, sin luz ni agua... Una experiencia más.
ResponderEliminarTienes mucha razón, a veces he pensado lo que cuentas, otras veces no pienso (las más) y da un poco de miedo, sí.
Te abrazo
Vicky
ResponderEliminarHola, no puede pasar tanto tiempo sin que sepa nada de ti.
Lo del corral de zorros... jajaja ¡qué imagen! xD
un besote
kira
Son tantas cosas las que funcionan con electricidad...
¿Cómo haríamos de repente sin todo esto? glups!
besos
Sory
Sí, yo me apunto también a la admiración de nuestros antepasados. Vivían sin todas estas comodidades y no les iba tan mal, ¿no? ;)
besos
River
jajajaja tú sí que te lo sabes montar bien. El problema es que, en vez de atrincherada, tengas que estar como un pincel para ir al trabajo o cosas por el estilo xD
un besazo