(área de descanso nº 172)
Ayer lo vi. Claramente. La escena estaba ante mis ojos y no podía dejar de asombrarme por lo que parecía inevitable. Lo estaba presenciando en toda su descarnada desnudez.
Mientras trataba de esquivar el impacto, pensaba en los conejos de Iriarte, escapando de galgos o de podencos, pero siendo finalmente cazados por los perros, como si lo importante hubiera sido conocer su raza y no huir de sus colmillos. Así, contemplaba a media humanidad sujetando con su pico la razón que le da derecho a enfrentarse con terquedad, con empecinamiento, sin ceder ni un milímetro, a la otra mitad igualmente aferrada a una misma razón que no quiere soltar por nada.
Caían en picado, como cae la humanidad sin freno en el pozo de sus mezquindades.
¿Y no serán capaces de darse cuenta de qué es lo que importa y dejar de lado las cuestiones de poco momento? Quizás es que la ceguera consiste exactamente en tener como importantes las "grandes causas", pero no las verdaderas causas. Oh, sí, organicemos la revolución, que ya habrá tiempo de resucitar a los muertos. Pero salgámonos con la nuestra si queremos que sobreviva la especie, aunque sea la parte que se ha cargado a la otra parte.
¡Como si nuestra supervivencia (visto lo visto) le fuera tan útil al planeta...! ¡Qué tragedia, si la especie se pierde en estúpidas riñas que solo a la propia especie parecieran importarle...!
¿Cómo es posible que no echen a volar teniendo alas? ¿Tan importante es vencer si se pierde todo? ¡Todo!
Y en este caso, me tocaba a mí ser galgo o podenco, ser la fatalidad que despierta por última vez a los que se inmolan por una miseria, ser el postrer fogonazo de luz (ya ineficaz) que contemplan los enceguecidos...
Sin embargo, se evitó el golpe.
Conducía mi coche por una avenida de la ciudad. No pude ver en ese momento que, en las alturas, dos gaviotas pugnaban por un trozo de comida. Obcecadas en la presa, ambas la sujetaban en el pico sin ceder su posesión a la compañera. Porfiaban las dos de tal forma que el aleteo se volvió inútil para quedar suspendidas en el aire y comenzaron la grotesca danza que ya estaba contemplando. Caían en círculos, girando ambas sin percatarse del peligro en una avenida llena de vehículos transitando. Calculé, por la velocidad de la caída, que sería mi coche el que recibiría el impacto en el costado izquierdo. O el que pasaría sus ruedas por encima de las aves, reduciéndolas a un amasijo de carne y plumas sobre el asfalto. Todo fue tan rápido que no supe si era mejor frenar o dar un volantazo hacia mi derecha. El vehículo de detrás o el de al lado podían resultar implicados por la maniobra. Al final, el instinto me hizo girar el volante para ocupar algo del espacio que me separaba con el coche a mi derecha, al tiempo que esperaba un golpe sordo cerca de mi parabrisas o un ruido desagradable bajo el vehículo. No hubo tal golpe. Ni hubo tal ruido. Sí hubo espacio suficiente para que las gaviotas tocaran suelo y, ya conscientes del peligro, remontaran el vuelo ilesas. No sé cuál de las dos se quedó con su trozo de pan o con su gorrión muerto o con su trozo de basura. Tampoco sé si lo que fuera que llevaban en el pico quedó abandonado en la calle. Solo sé que era un trofeo demasiado pobre como para merecer haber sido arrolladas.
Y sigo pensando en que los humanos vamos por el mismo camino, en caída libre y prestos a ser aplastados por la fatalidad que nos acecha. Pero no queremos soltar del pico nuestro trozo de basura. Qué enorme pérdida sería salvar la vida pero que otro se quedara con todo el botín. Inaceptable.
Seguimos en picado, en rumbo de colisión, aferrados a nuestras miserias. Bravo. Moriremos con las botas puestas.
Captar la esencia, lo importante, es una tarea compleja, nos empecinamos en el detalle, lo concreto, lo ínfimo, irrelevante y falto de valor para el conjunto y todos nuestros esfuerzos se orientan a querer resolverlo al tiempo que lo inherente y existencial se nos escapa a borbotones entre los dedos.
ResponderEliminarDe la hostia no nos libramos, es más, somos incapaces de disfrutar del viaje, aún nos preguntaremos si caemos o subimos.
A lo mejor no era un gorrión o un trozo de basura, seguramente fuese una oferta de empleo ;P
ResponderEliminarPara obtener lo que deseamos no dudamos en presionar a los demás lo que haga falta, tiramos de la soga con todas nuestras fuerzas, tiramos, tiramos y la cuerda se desquebraja y ambos lados acabaremos agotados, despanzurrados, muertos. Ese no es el camino...¿no podríamos considerar un tira y afloja?
ResponderEliminarBesos
Estoy impresionada por tus agudos reflejos. Yo seguramente hubiera arrollado a las dos gaviotas y no quiero pensar que más.
ResponderEliminar¿Sabes lo malo? que quienes no somos así no encajamos en el sistema, en la sociedad y se nos tacha de tontitos y tontitas y ¿lo peor de lo peor? que es cierto, que así no se llega a ningún sitio.
Una no sabe hacia donde mirar.
Un beso.
Pues es como la vida misma el calor y el fuego de la pugna con el"adversario" no te dejan ver cuan cerca te hallas del desastre. Cualquier comentario a este respecto por parte de un tercero será interpretado por cualquiera de las "dos gaviotas" en lid como derrotista, en su versión más comprensiva o , en su versión más dura, de colaboracionista. O conmigo o contra mí, es la naturaleza humana y del conflicto.
ResponderEliminarse puede ser mas egoista?
ResponderEliminarhoy no es un buen dia para mi ... para opinar de mezquindad
llenare esto de pura basura...
mia.
...
..
Bravo si amigo bravo...plas,plas,plas,plas.... permíteme este aplauso.
ResponderEliminarEL SER HUMANO. Vaya mi punto débil si y lo sabes...nuestro trozo de basura, tú lo has dicho.
Acabaremos los humanos arrollados por nuestra propia estupidez. Amigo nuevamente me quito el sombrero.
Eres un genio y lo sabes y lo mejor de todo es de la manera tan humilde como lo llevas...
A veces dudo que seas un humano.
Besos. ; )
Sergio
ResponderEliminarY puede que nos sigamos haciendo esa pregunta hasta que hayamos dado con los huesos contra el suelo y entonces tendremos la respuesta.
un abrazo
Doctora
jajaja entonces me sé de dos gaviotas que van a ser baja permanente desde su primer día de trabajo...
besos
Sory
Es la gran diferencia entre una sociedad competitiva y una colaborativa. Por momentos, pareciera que los humanos aún no hemos salido de la selva y nos hemos construido una todavía más feroz.
besos
Alexssa
Llevo unos 23 años conduciendo y ningún accidente. Debe de ser cuestión de reflejos, sí.
^^
Cierto es que la sociedad presiona mucho para que nos peleemos por todo, como si no hubiera sitio para dos donde sí caben dos perfectamente. Pero se nos ha inculcado el egoísmo como un buen método de salir adelante. Mala cosa.
besos
Maeglin
Nos hemos acostumbrado al radicalismo, y el radicalismo lleva a una crispación continua. Es normal (trágicamente normal) que acabemos a picotazos.
un abrazo
Jo
Espero que tu día mejore y puedas remontar el vuelo.
Lo mejor es no pelearse por basura. Soltarla del pico y volar alto. Si alguien la quiere, que se la quede.
^^
besos
Vicky
jajaja gracias, pero sí... ¡soy humano! Tengo toda la colección de defectos propia de esta especie.
De cuando en cuando, también me peleo por un buen trozo de basura, aunque un camión esté a punto de pasarme por encima xD
besos
La genialidad de esas aves fue seguir volando juntas después de la refriega. Si consiguieramos o pudieramos hacerlo nosotros otro gallo nos cantara.
ResponderEliminarNada complicado para nosotros, "la raza humana". Uffff.
Besitos.
jejeje alex, digamos que más que volar juntas después de la refriega, lo que hicieron fue huir cada una por su lado para escapar de los coches que circulaban por la avenida. Y descuida, que seguirán peleándose por cada trozo de lo que una se encuentre y la otra le quiera robar. La ley de la selva.
ResponderEliminarbesos :)
Puffff!!!
ResponderEliminarMe alegra saber que nuestra charla ha derivado en un texto tan bueno y que explica tan bien con un simil hacia lo que está yendo esta especie nuestra... nos estamos haciendo carroñeros, ya me entiendes.
ResponderEliminarBiquiños
Excelente texto que explica de maravilla la situación actual. Dicen que hay que tocar fondo para coger impulso hacia arriba, y yo tengo esperanza de que en el peor de los casos, si no sabemos reaccionar a tiempo, nos pase como a las gaviotas, que toquemos suelo para emprender por fin el vuelo...
ResponderEliminarMil besos
Eso es la supervivencia, ¿qué en ello nos va la vida?...pues claro; si hay que correr riesgos, se corren, si es necesario caer en picado, se cae. La sociedad de bienestar nos ha librado en parte de la lucha encarnizada por la supervivencia, pero cuando ésta disminuya o desaparezca; caída libre, y lo peor es que no sabemos dónde ni cuando tocaremos fondo.
ResponderEliminarAh! Muy buena relación de ideas.
Como se dice en mi tierra, cuesta abao y sin frenos, y a ver quien es el guapo que evita el carajazo contra el suelo.
ResponderEliminarBesetes.
Darse cuenta de cuándo es el momento de "soltar" es lo más complicado. Y soltar y agarrar segun la ocasión también... Perdemos la esencia de la vida porque lo que nos rodea nos distrae muchas veces....
ResponderEliminarMuy bien descrito. Un abrazo.
SIN PALABRAS ME HAS DEJADO Y LLENA DE REFLEXIONES....QUE GRANDE ERES RAIN...QUIERO CALLAR...ME QUEDO CON ESAS SENSACIONES QUE ME HAS REGALADO CON TU ESCRITO....NADA MÁS QUE AÑADIR...DESISTO DE MI CAÍDA LIBRE.
ResponderEliminarAbrazotedecisivo y disfruta mucho el fin de semana.
Pues sí que da mal rollo el augurio este, porque además si no entiendo mal pasaron por tu siniestra no? ...menos mal que al final no se la pegaron.
ResponderEliminarGran fallo entonces en esto que llevamos desde hace siglos llamando "civilización" no? (pulsa el on ahí donde dice tonillo irónico), no tener previsto el guantazo final, porque como las meigas haberlo, haylo...
ResponderEliminarAún le queda mucho trabajo por hacer a Juan Salvador Gaviota entre sus congéneres. :)
ResponderEliminarSpeedy
ResponderEliminar¡Y tú que lo digas!
xD
besos
Blanka
Sí, eso: carroñeros.
De aquí a la invasión-Z ya queda muy poco.
besos
Silver
Si tocamos fondo, a la velocidad que vamos, puede que quedemos despanzurrados contra el suelo. Qué mal, ¿no?
besos
Ana
Parecía que habíamos salido de la selva y nos habíamos acostumbrado a la solidaridad, el compromiso como seres sociales y todo eso... Mero espejismo.
besos
Sandra
Creo que no va a haber frenos capaces de evitarlo.
La esperanza es lo último que se pierde, dicen, pero...
besos
kira
Nos hemos empeñado en no soltar. Pase lo que pase.
Mala elección, creo.
besos
Sara
Tenemos que aprender a planear, para que la caída no sea tan dura.
besos
Sonja
Sí, yo iba por el carril más a la izquierda, pero las gaviotas caían sobre la línea de separación de ambos sentidos. Por un momento pensé que podrían chocar contra quien venía de frente o conmigo. O una combinación de rebotes que no quiero imaginar...
besos
ShaO
Sip. Nadie parece ser consciente de que esta "civilización" también nos venía con fecha de caducidad. Y nos comportamos como si fuera a durar para siempre. Nos ha invadido la insensatez.
besos
Samotracia
Demasiado trabajo le queda todavía.
besos
Ya sé que no son horas de pasar a molestar, pero ha sido ud. galardonado con un Premio Liebster. ¡Felicidades!.
ResponderEliminar:)
¡Y yo con estos pelos! xD
ResponderEliminarMuchísimas gracias, qué detallazo.
Voy a ser una de las viajeras que te deje huella.. Pero seré una viajera que vuelva y no huya. Necesito tiempo para asimilar lo bien que escribes.. Cuando lo encuentre, te lo expresaré mejor!
ResponderEliminarHola, Laura. Bienvenida.
ResponderEliminarVeo que vienes desde el ideario de un "superehore", por eso del Liebster blog.
Bueno, pues por aquí estaremos, compartiendo viaje :)
Gracias por tu comentario.
besos