"Tu enfoque determina tu realidad".
(Qui-Gon Jinn a Anakin Skywalker, al salir de Coruscant en dirección a Naboo, en Star Wars, episodio I: "La amenaza fantasma")
No son de mi agrado los blogs de copy+paste, esos en los que el autor agarra algo que le gusta y te lo encasqueta sin poner nada de su propia cosecha. Hay quien cree que es un recurso que puede servir. Por ejemplo, cuando recuerdas algo que te llegó adentro y, porque crees que es oportuno, simplemente lo compartes en silencio, pensando que no hay mucho más que añadir o que no hay nada mejor que se pueda decir. Hummm... bien... como cada blog es como la casa de cada uno, las normas las pone el autor y eso no se discute. En mi caso, te diré que para eso, sencillamente te pondría un link al sitio de donde copio y ya está. No estoy interesado en que el blog engorde en líneas o número de entradas publicadas, porque eso no lo va a mejorar en nada. No tengo la obsesión de la actualización. Sin nada nuevo que decir, es mejor estarse callado.
El asunto es que hoy mismo recordaba un breve relato y decidí que (mejor que practicar el cómodo copia-pega) estaría bien rehacerlo mentalmente a la vez que, tumbado en este diván en que se me convierte el blog, te fuera contando algunas reflexiones suscitadas por la narración. Seguro que ya la conoces. Pero, ya que has decido acompañarme, espero que no te importe rememorarla conmigo.
Todo empieza con dos pacientes en una habitación de un hospital. La habitación tenía una ventana en una de las paredes, la que estaba más alejada de la cama del enfermo que no podía moverse y tenía que permanecer recostado de espaldas a la ventana. El otro, tenía su cama próxima a la ventana y permanecía durante una hora al día sentado frente a ella, mientras drenaba sus pulmones.
El paciente inmovilizado pasaba los días en un puro lamento, a la espera de poder incorporarse. Cómo le gustaría poder asomarse a las vistas igual que lo hacía su privilegiado compañero de habitación. Este, sintiendo lástima por la desgracia del otro, trataba de compartir el momento y se dedicaba a describirle con todo detalle el paisaje exterior. Le contaba de los cuidados jardines allá abajo y del hermoso parque que se extendía a ese lado del hospital. De las gentes que paseaban por ellos, de los niños jugando, las parejas de enamorados, los viandantes con sus mascotas. Le contaba del porte de los árboles, de los colores con que se teñían los parterres plagados de flores, del refulgente estanque que devolvía los destellos del sol... Estas descripciones eran como un bálsamo para el hombre inmóvil. Su mente, espaciada en estos detalles, conseguía que su cuerpo no sintiera tanto dolor. Aquella hora llegó a ser la mejor hora del día para él.
Sucedió que una mañana la enfermera encontró muerto al hombre que ocupaba la cama junto a la ventana. El otro se entristeció mucho. Finalmente, solicitó que, si fuera posible, lo trasladaran a la otra cama junto a la ventana. Así se hizo. Desde su posición, el paciente solo podía ver las nubes, lejanas, allá arriba, surcando un cielo azul. Pero se animaba con la idea de que muy pronto podría levantarse y deleitarse con las vistas del parque. Y así ocurrió en poco tiempo. Haciendo un esfuerzo para incorporarse, se llenó de emoción porque al fin vería lo que tantas veces le había descrito su antiguo compañero de dolencias. Pero toda la emoción se convirtió en decepción cuando comprobó que la única vista tras la ventana era la del muro del edificio de al lado.
El paciente preguntó a la enfermera por el parque que tan bien le había descrito el anterior ocupante de su cama. La enfermera, sorprendida, le respondió que ahí nunca hubo tal parque. Pero el enfermo replica que fue su compañero quien se lo describió. Y la enfermera le dice que difícilmente pudo ver tal cosa, ni tan siquiera el muro de enfrente, porque el hombre era ciego. "Tal vez, lo único que pretendía era animarlo a usted", añadió.
Esa es la historia. Después de pensar en ella, siempre me quedan muchas dudas sin resolver.
¿En realidad había allí un parque? ¿Era importante que lo hubiera? ¿Cómo se puede ver un parque donde no lo hay? ¿Y si, además, eres ciego? ¿Tiene sentido creer que hay un parque, aunque te lo diga un ciego, cuando en realidad hay un muro? ¿Y si todos estamos ciegos y el único que vio de verdad fue el que llamamos ciego? ¿Basta con una respuesta científica para resolver el misterio de la realidad? ¿Qué narices era eso de Matrix? ¿Consiguió el ciego que el otro viera el parque? ¿Por qué alivia el dolor creer que hay un parque donde supuestamente solo hay un muro, aunque no se haya visto ni uno ni otro? Si no los puedes ver, ¿es mejor un parque o un muro?
¿...?
No voy a negar que me parece que sin una correcta evaluación de la realidad se puede estar tan perdido que sea imposible encontrar el camino de vuelta a la sensatez. Pero también te digo que después de ver muros por doquier y de saber que eso son muros, duros muros, limitantes muros, insolubles muros, ya lo mismo me da forrarlos de verde y pintarles árboles de todas las especies. E imaginarlos como si fueran jardines. Si nada va a cambiar, yo puedo cambiar. Y entonces resulta que todo cambia.
Don Quijote veía gigantes donde había molinos. Pero nunca le dio por ver molinos donde había gigantes. Le daba por ver lo peor, el peligro constante, la amenaza omnipresente. Eso sí es una pésima locura.
Luego, hay quienes ven cielos abiertos donde se levantan murallas. Y a estos también les llaman locos. Pero mira por donde que, en su demencia, los hay que consiguen atravesar murallas pensando que están navegando por esos cielos de su imaginación.
Puede ser que, frente a los realistas, haya dos tipos de locos muy distintos: los optimistas (como el ciego) y los pesimistas (como don Quijote). Winston Churchill habló de ambos: "Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad". Empero, en lo referente a las percepciones, todavía fue mayor el desafío que cierto zorro le planteó a cierto principito, cuando le dijo algo así: "Solo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible para los ojos".
Yo sigo mirando por la ventana. Y hoy mis ojos cuerdos solo consiguen ver la pared de enfrente.
Las ventanas dejan que la mente vuele lejos ;D
ResponderEliminarBueno, en mi caso mi blog es un tanto pseudo copy+paste, enlazo contenidos, los ligo, le pongo banda sonora a un contexto, le busco la relación entre el vídeo o la letra de la canción con lo contado, lo vinculo a una cita famosa o un fragmento de un libro, pero no deja de cocinar un multiplagio. Salvo cuando incluyo alguna reflexión, casi siempre soy así; no dejo de ser un poco farsante, por eso me gusta pasar por aquí, donde todo es genuino.
ResponderEliminarSamotracia
ResponderEliminarQué bueno es entonces dedicarse a abrir ventanas ;)
besos
Sergio
jajajaja acabo de leer tu comentario ahora mismísimo y te aseguro que tu blog no lo tengo incluido en la categoría de los copy+paste, porque si no, no me pasaría a leerlo nunca. Me aburre encontrar lo mismo repetido una y otra vez en distintos sitios de la red. En cambio, en tu blog sí encuentro cosas fascinantes, aportaciones personales, relaciones interesantes entre las partes que dices multiplagiar, y eso sí me gusta.
Y no entiendo por qué te etiquetas de "farsante". Esa palabra es bastante fuerte.
un abrazo
Siempre he creído que no hay una única realidad. Una misma escena se describe de manera diferente por personas distintas porque cada uno lo ha mirado con su color de cristal particular. La belleza está en los ojos del que mira sin duda y yo elijo quedarme con las cosas bonitas de lo que veo, porque eso me hace sentir mejor. Me quedo con la frase del principito... va en sintonía con mi post del equilibrio ;-)
ResponderEliminarTus ojos cuerdos encontrarán la belleza en esa pared, estoy segura
Un beso ciego
Hay muchos muros, es verdad, pero si sólo nos dedicáramos a mirar los muros, nunca haríamos nada. Más vale darse una leche de vez en cuando a cambio de vivir, ¿no? Todo tiene un precio.
ResponderEliminarYo tengo uno de esos blog de copy+paste. Son imágenes y frases que he visto por ahí y dicen lo que yo no sé decir. Quería tenerlas todas agrupadas. Es como mi pequeña colección. Por eso no tiene nada más, ni comentarios, ni fechas, ni archivo del blog, ni seguidores, ni otros enlaces. Es así, para mi y para quien lo quiera ver.
ResponderEliminarBesos.
Con 17 años tenía un tipazo y me veía gorda, cuando cumplí 35 ya gastada por los embarazos y le gravedad me veía preciosa, supongo que me cambio la vista jaja
ResponderEliminares dificil mantener algo de copy paste no crees? :( nunca se es autentico y nunca puedes pensar si si lo haces...
ResponderEliminaraunque sergio se autollame medio farsante creo que tiene mucha mas validez lo que el hace
puesto que no solo se limita a copiar lo que existe o lo que supuestamente ya alguien ha hecho.
se ocupa de integrarlo todo y darle un toque
una reflexion
algo que nos diga algo mas
... nunca se es demasiado obvio si copias todo... te pillaran :P
Todos tenemos un mal día de vez en cuando en los que solo se ven muros, pero pasa. Por desgracia, el optimista tiene que estar luchando y convenciendo, que mira que desgasta eso, lo sé porque me toca desgastarme. Al pesimista es curioso, pero le dan la razón, ¡Qué mal está todo eh, no salimos de esta!, sí, es verdad, no sé si volverá a salir el sol. La repuesta que me dieron a mi ante un comentario positivo sobre esto fue " vives en los mundos de Yupi", y me saca de mis casillas, se empeñan en hacer pesimistas a los que no lo son ¡Panda de envidiosos!
ResponderEliminarMe encanta esta historia que has contado.Se ponen los pelos de punta. Besos.
Silver
ResponderEliminarLa realidad objetiva y las múltiples subjetividades. La eterna cuestión.
besos
Speedy
Pues sí, ya lo creo. Si una leche permite vivir (con todo lo que significa la palabra), bienvenida sea esa leche. ^^
besos
Pilar
En mi opinión tú tienes un blog que me encanta, y luego tienes un espacio que es el que describes, que no parece tanto un blog sino un álbum fotográfico con flashes de una vida con la que te identificas. Lo considero más una parte de tu perfil que un blog. Y me gusta el formato que le has dado, tan limpio de todo lo que no es necesario en ese lugar.
besos
Montse
Y te ha cambiado para bien. Está bien que te veas así, seguro que se ajusta más a lo real que la mirada adolescente ;)
besos
Jo
El problema que veo a copiar y copiar y copiar... es la repetición innecesaria. Siempre (en mi opinión) es mejor una frase de propia cosecha y dicha desde las entrañas, que un párrafo copiado de otro lugar. Lo último lo puedo conseguir en muchos sitios, lo primero es algo único.
besos
Cris
Te doy toda la razón. Parece que hay una insistencia en que creamos que a quienes hay que hacer caso es a los pesimistas, que esos sí que saben la realidad de las cosas.
Yo me niego. Siempre hay algo mejor que su sombría visión del mundo.
besos
A mi me gusta mirar con los ojos del alma y dejar mi ventana abierta en busca de nuevas sensaciones.
ResponderEliminarAhora lo que veo no me gusta, es gris...pero si cierro los ojos y "observo" bien aparecen los colores.
Besos
Ostras raindrop, esa historia no la conocía yo (o la olvidé, que también puede ser). Me ha conmovido. Y referente a si había parque o no... yo soy muy realista en ese aspecto y también veo pared donde la hay, ni un mísero grafitti soy capaz de imaginar.
ResponderEliminarSi distintos pacientes de una habitación de hospital nos dijeran lo que ven desde la ventana comprenderíamos por qué es tan difícil aquello de la objetividad. Salvo la descripción de algunos datos "evidentes" cada uno vería en función de su historia, genética, aptitudes, y un sinfín de variables...algunos incluso van más allá y ven lo que creen que otros necesitan, como la historia que relatas. Decía Anaïs Nin que no vemos las cosas tal y como son, sino tal y como somos.
ResponderEliminarUn saludo subjetivo.
Quisiera ser ese paciente ciego que te trasmita lo que yo veo por esa ventana de tu blog.
ResponderEliminarQuisiera trasmitirte la hermosura de esa fantasía que despiertas en mis sentidos.
Amigo, un muro es un muro... pero un muro puede ser un hermoso muro.
Gracias de nuevo, no me cansaré jamás de decirte lo fantástico que eres.
Raindrop amigo, hombre de la luna... consigues abrir mis sentidos al máximo.
Otra entrada maravillosa.
GRACIAS!!
Muchos besos amigo. :*)
Sory
ResponderEliminarCon esos ojos se ve todo mucho más interesante :)
besos
aina
Y a mí que me parece que imaginación no te falta... ;)
besos
Ana
Concuerdo plenamente con la frase de la Nin. Así somos, así vemos.
Bienvenida y besos
Vicky
En algún momento de la vida nos toca ser el paciente ciego. ¿Y qué contaremos entonces al que no puede ver el exterior?
un beso, amiga :)
Joder raindrop, me ha gustado muchísimo la historia, el querer hacer la vida más "fácil" o "bonita" a los demás cuando la tuya puede ser peor...o no.
ResponderEliminarY las dudas...jajaja ya sabes que yo soy un mar de dudas, así que a mí me asalta otra duda, el ciego era de nacimiento o llegó a ver en su vida? no es que me parezca fundamental, pero sí importante por el significado que puede tener la descripción del parque.
Y bueno que los muros, pueden ser indestructibles o no, pero si no te acercas no lo sabrás nunca, es más "si cierran la mirilla rompo la ventana..."
Un beso!!