"En muchos sentidos, el trabajo de un crítico es fácil. Arriesgamos poco, porque gozamos de una posición que está por encima de los que exponen su trabajo y a sí mismos a nuestro criterio. Nos regodeamos en las críticas negativas, que son divertidas de escribir y de leer. Pero el hecho más amargo que debemos afrontar los críticos es que, a la hora de la verdad, cualquier producto mediocre tiene probablemente más sentido que la crítica en la que lo tachamos de basura".
(Anton Ego, crítico gastronómico en el film de animación "Ratatouille")
Quizás sea una mala costumbre bastante habitual, pero suele ocurrir que las acepciones peyorativas de los términos son las que acaban apropiándose de la identidad de numerosas palabras, tal vez entre las más interesantes. ¿Qué decir de la palabra de origen griego "crisis" (κρίσις, que a su vez procede del verbo κρίνειν: juzgar, separar, decidir) y de muchos de sus derivados? Es una cuestión ya comentada en este blog.
Cuando pensamos en crisis o en crítica, es raro que nos refiramos a algo distinto que a una situación angustiosa (en el aspecto que sea: económico, social, político, psicológico, clínico, personal...) o al feroz despelleje que le dedicamos a otras personas o que otras personas nos dedican. Y es igual de raro que adivinemos el parentesco entre palabras como estas dos citadas y criterio, por más que el parecido familiar (su idéntica raíz) las delate. Será porque nos hemos acostumbrado a que las personas que más "critican" son las que menos criterio demuestran. Será porque a veces llamamos "criticar" simplemente a soltar valoraciones con escasa profundidad de análisis, muy vacías en sí mismas, o destinadas particularmente al desahogo de quien las dice y el perjuicio gratuito de quien las recibe. Sea como fuere, este abuso ha degenerado en una mala concepción de la crítica y, como asevera Anton Ego (aunque sea un personaje de ficción), las críticas negativas producen más placer a quien las emite y a quien no las padece, aunque terminen destrozando a sus destinatarios.
Entonces, ¿qué se necesita para criticar? Pues eso dependerá de qué tipo de crítica se quiera hacer. Para una buena crítica de Arte, por ejemplo, se me ocurre que el crítico deberá demostrar conocimientos apropiados; haber entrenado debidamente su capacidad de análisis e interpretación de las obras; saber relacionar tendencias y encajar con maestría cada cosa en su lugar; poner aparte, si fuera posible, filias y fobias personales en busca de mayor objetividad (o evitando la ofuscación); no venderse al mejor postor, etcétera. Si lo que se quiere criticar son actitudes o comportamientos ajenos, aquí la prudencia se impone. Recomiendo aplicar ese viejo dicho de los indios chéroquis (también lo he visto adjudicado a los siouxes): "Antes de juzgar a tu hermano, camina tres lunas con sus mocasines" ...a ver si después de eso sigues pensando lo mismo, les faltó añadir, dando por supuesto lo fácil que es deducir tal consecuencia. Teniendo en cuenta que el propósito de la crítica es mejorar una situación (que sea susceptible de mejora, claro está) después de haber realizado el análisis correcto de la misma, qué menos que ser sumamente cuidadoso en cada detalle y no precipitar conclusiones.
Ahora bien, si lo que se pretende es realizar una crítica ligera y destructiva, torpe y lenguaraz, infame e inútil, entonces es necesario prescindir de todo tipo de cuidado y discreción. A cambio, añádase despropósito, mala uva, envidia (si fuera preciso) y necedad en proporciones a gusto del crítico. Pero, eso sí, sabiendo que toda esta acción destructiva puede degenerar en una reacción en cadena que, como en una guerra termonuclear a gran escala, destruiría incluso a los que hubieran lanzado la primera ojiva atómica o, siendo menos catastrofistas, que quizás exista la espada afilada de una justicia kármica para cortar las lenguas malas.
Cuando pensamos en crisis o en crítica, es raro que nos refiramos a algo distinto que a una situación angustiosa (en el aspecto que sea: económico, social, político, psicológico, clínico, personal...) o al feroz despelleje que le dedicamos a otras personas o que otras personas nos dedican. Y es igual de raro que adivinemos el parentesco entre palabras como estas dos citadas y criterio, por más que el parecido familiar (su idéntica raíz) las delate. Será porque nos hemos acostumbrado a que las personas que más "critican" son las que menos criterio demuestran. Será porque a veces llamamos "criticar" simplemente a soltar valoraciones con escasa profundidad de análisis, muy vacías en sí mismas, o destinadas particularmente al desahogo de quien las dice y el perjuicio gratuito de quien las recibe. Sea como fuere, este abuso ha degenerado en una mala concepción de la crítica y, como asevera Anton Ego (aunque sea un personaje de ficción), las críticas negativas producen más placer a quien las emite y a quien no las padece, aunque terminen destrozando a sus destinatarios.
Entonces, ¿qué se necesita para criticar? Pues eso dependerá de qué tipo de crítica se quiera hacer. Para una buena crítica de Arte, por ejemplo, se me ocurre que el crítico deberá demostrar conocimientos apropiados; haber entrenado debidamente su capacidad de análisis e interpretación de las obras; saber relacionar tendencias y encajar con maestría cada cosa en su lugar; poner aparte, si fuera posible, filias y fobias personales en busca de mayor objetividad (o evitando la ofuscación); no venderse al mejor postor, etcétera. Si lo que se quiere criticar son actitudes o comportamientos ajenos, aquí la prudencia se impone. Recomiendo aplicar ese viejo dicho de los indios chéroquis (también lo he visto adjudicado a los siouxes): "Antes de juzgar a tu hermano, camina tres lunas con sus mocasines" ...a ver si después de eso sigues pensando lo mismo, les faltó añadir, dando por supuesto lo fácil que es deducir tal consecuencia. Teniendo en cuenta que el propósito de la crítica es mejorar una situación (que sea susceptible de mejora, claro está) después de haber realizado el análisis correcto de la misma, qué menos que ser sumamente cuidadoso en cada detalle y no precipitar conclusiones.
Ahora bien, si lo que se pretende es realizar una crítica ligera y destructiva, torpe y lenguaraz, infame e inútil, entonces es necesario prescindir de todo tipo de cuidado y discreción. A cambio, añádase despropósito, mala uva, envidia (si fuera preciso) y necedad en proporciones a gusto del crítico. Pero, eso sí, sabiendo que toda esta acción destructiva puede degenerar en una reacción en cadena que, como en una guerra termonuclear a gran escala, destruiría incluso a los que hubieran lanzado la primera ojiva atómica o, siendo menos catastrofistas, que quizás exista la espada afilada de una justicia kármica para cortar las lenguas malas.
Montserrat Figueras & Hespèrion XX (director: Jordi Savall)
Entremeses del Siglo de Oro - Lope de Vega y su tiempo: 1550 - 1650.
Corten espadas afiladas
lenguas malas.
Mañana de San Francisco
levantado me han dicho.
Corten espadas afiladas
lenguas malas.
Libérame, Domine a labiis yniquis
et a lingua dolosa.
Lenguas malas.
Levantado me han dicho:
que dormí con la niña virgo.
Lenguas malas.
Beatus vir qui timet Dominum
un mandatis ejus volet nimis.
Lenguas malas.
Corten espadas afiladas
lenguas malas.
Raindrop, quiero felicitarte, esta entrada me ha gustado mucho, el tema que rebatas, el magistral encabezado de ratatouille, la coral final y el cómo expresas la reflexión y los ejemplos que usas para hacerlo. He disfrutado mucho de la lectura. Sólo espero que no sea fruto de una experiencia personal cercana.
ResponderEliminarY sólo puedo comentar que aunque todo lo que has mencionado es cierto, no conozco persona alguna que no haya, alguna vez, criticado con o sin motivos, con o sin argumentos. Así de imperfectos somos.
Independientemente de la postura y tono de los comentraios/jucios/críticas, lo rico del ejercicio de hacer algo.... supongo debe ser si te deja algo, un pensamiento o un señalamiento critico que hayas tomado con sensatez, quizá una reflexión que te mueva a un cambio...
ResponderEliminarmuchas veces críticos sin criterio puede que nos hagan patalear sin sentido y eso al final sería patético,
identificar posturas solo por afianzar alianzas torpes solo te dejaran torpes aliados y amistades de juguete
a veces basta lucirse criticando
:P
Madurando aprendemos a identificar posturas evolutivas consecuentes del respeto, y en una de esas, por obra divina aprendemos a
respetar al o a la de a lado
si yo te contara quien me ha criticado...
*besos* besos dobles
:)
Te hago una crítica constructiva:
ResponderEliminarSigue
igual
no
cambies
a no ser que tu mismo lo desees.
:-)
( Me encanta Jordi Savall y su viola de gamba)
Me quedé pensando en el título del post. Vaya elección más acertada la tuya la de ponerlo en gerundio...
ResponderEliminarEl gerundio indica una acción colateral a la del verbo principal, que siempre debe ser simultánea a éste o anterior, pero nunca posterior.
Lo que genera una paradoja interesante porque se supone que para emitir una crítica de algo o alguien uno debe primero haber conocido/ leído/ visto/ observado/ escuchado/ pensado, etc, etc aquello que va a criticar. O sea, se debe criticar luego de conocer y nunca antes (de lo contrario sólo estaríamos emitiendo comentarios sin consistencia alguna).
Bueno, así explicado no sé si se llega a comprender, podés criticarme si querés, jaja
Hoy, justamente, estuve criticando a alguien en su presencia y de pronto recordé algo que hace poco escuché: "solemos criticar de los demás aquello que no toleramos de nosotros mismos". Entonces decidí callarme.
Saludos
Pues despues de escribir una autentica parrafada, va blogger y me la borra....
ResponderEliminarEn fin, resumiendo, que no entiendo yo mucho la necesidad de tener una critica previa antes de contemplar una obra de arte, asistir a un estreno, o similar. Seguramente es necesario, pero yo tengo mis dudas. El critico no crea, y eso de entrada es más sencillo. Aunque tenga que documentarse mucho, eso es trabajo, pero no implica un esfuerzo interno como crear algo.
Respecto al "criticar", como dice Aina, no conozco a nadie que en un momento puntual ( o no...) no se haya dedicado a despiezar al hijo del vecino, incluida su servidora... UN ABRAZO
Excelente reflexión. Recuerdo un curso sobre creatividad que me dio mucho que pensar: se mostraban dos vídeos de dos anunciantes, uno mostraba una situación tensa con tintes dramáticos y el segundo una escena bucólica y agradable. Había que describirlos.
ResponderEliminarEl número de adjetivos hacia la opción negativa era muy, muy, superior que por la versión agradable, y es que el cerebro está mejor orientado hacia el dolor y el sufrimiento que para disfrutar de la alegría. ¡Qué raros somos!
Criticar es gratis, por eso toda persona humana critica a discreción, sin pararse a pensar o evaluar las consecuencias de esa critica.
ResponderEliminarSi tuvieramos que pagar un canón por cada critica, constructiva o destructiva, que hicieramos, verias como se rebaja considerablemente el critiqueo.
Cosas de humanos....
Besito.
Hablando de críticas, hoy me he despachado a gusto en mi blog, (CONTIGO NO, POR SUPUESTO) solo para soltar adrenalina, nada de mala intención por mi parte.
ResponderEliminarBESOS
Raindrop, otra entrada más , que por supuesto, me ha encantado, por el modo de reflexión tan bien expuesto.
ResponderEliminarEstá claro que a la hora de criticar, no siempre deberían ser críticas negativas, pero lo raro es obtener o dar una crítica positiva, así somos; aunque bajo mi punto de vista, toda crítica debe ser valorada y analizada.
Y como se suele decir quien esté libre de pecado que tire la primera piedra...
Besos!!
Criticar es opinar, al menos eso es lo que hacemos la mayoría de nosotros. El trabajo de un crítico es poder sobre la obra de otro.
ResponderEliminarPoder que, como en "Ratatuille" convierte al crítico en tirano porque deja de sentir.
¿Sabes cual es el remedio que lo cura? La Empatía.
Debería venderse en gotas.
Ostras Rain, me has dejado alucinada nuevamente con tu escrito, además en esta época me viene al pelo, pareciese que lo hubieses escrito para mi, por los últimos acontecimientos en mi vida, y es que desde que soy concejal de cultura las críticas afiladas no dejan de sucederse, en fin, eso me hace crecer y darme cuenta de la clase de personas que pululan por el mundo.Y por supuesto este escrito me ayudará mucho para ponerme los mocasines de varias personas jajajaja.
ResponderEliminarAbrazotedecisivo gran Rain y que pases un excelente fin de semana.
Me quedo con una palabra que dijiste y que me parece muy buena, la prudencia, lo cual no significa callarse ante todo. Pero es que hay gente que no calla ante nada.
ResponderEliminarTe dejo una frase que leí el otro día.
ResponderEliminar"El objetivo de la Critica es dejar al criticado con el sentimiento de que ha recibido una ayuda".
Anónimo.
Como siempre... BESOS amigo. :*)
Uy, que tardón estoy con los comentarios...
ResponderEliminarVamos allá ^^
aina
Pues solo me queda agradecerte tanto cumplido.
Y ya ves: así de imperfectos somos (nos va la caña)
besos
Jo
Hay malas críticas (no quiero decir "negativas", sino "malas") de las que aún se puede aprovechar algo. Otras son tan malas que es imposible. La pena es que de una buena crítica siempre se aprovecha algo (sobre todo, si se recibe sin prejuicio), pero en general parecemos tan reacios a emitir este tipo de críticas...
un gran beso
Jeanne
Gracias. Voy a procurar hacerte caso :)
besos
Daniela
Muy interesante esa reflexión sobre el gerundio. No la había pensado en principio (apenas era un juego de palabras), pero ahora me parece imprescindible.
Sobre la frase que comentas, parece ser que entonces lo que hacemos es autocrítica pero por salvar nuestra autoestima la volcamos sobre los demás. Curioso.
un beso
kira
Pienso que las críticas de una obra habría que leerlas después (no antes) de haber tenido la propia experiencia frente a esa obra. De lo contrario, se corre el riesgo de estar condicionado. Una crítica a posteriori puede ampliar (o incluso modificar) nuestra propia crítica, pero no nos habrá privado de un análisis personal.
besos
Sergio
Impresionante lo que cuentas. Insistimos siempre en la búsqueda de la felicidad y lo placentero, pero parece como si nuestros esfuerzos estuvieran más volcados hacia lo negativo. Qué paradoja, ¿no es cierto?
abrazos
Sandra
Uy, un canon. Los de la SGAE se pueden poner rápidamente con ello.
Anda, mira, me ha salido una crítica de esas viperinas jajaja
besos
Sory
jajajaja sí, ya lo he leído.
Qué gracia xD
besos
Flor
Sí, es cierto. De las críticas negativas se puede sacar también mucho en limpio (a veces más que de las positivas). Pero yo no distinguiría entre "positivo" y "negativo", sino entre buena y mala crítica: la que se da para ayudar y la que se da para destruir.
besos
Samotracia
Uno de los ingredientes esenciales de una buena crítica a otra persona debe ser la empatía. Es eso de calzarse los mocasines ajenos por un tiempo y tratar de comprender.
besos
Sara
Me alegra que te haya gustado y que te sirva. Un placer para mí ^^
besos
samuel
Muy buena reflexión. Y me la apunto también para mí, porque de prudencia nunca voy sobrado jajaja
un abrazo
Vicky
Imagino un mundo muy distinto si esa frase se tuviera siempre en cuenta en el momento de hacer una crítica.
¿A que sí? ^^
besos
Bueno pero criticar hay que reconocer que relaja mucho eh?
ResponderEliminarEn mi opinión sí que hay que procurar no hacer daño gratuito, sin embargo cuando algo se percibe como desagradable para coexistir con ello ¿porqué no? hay cosas que deberían ser destruidas, no es tan malo, al fin y al cabo esto es la vida y sigue siéndolo, una lucha de ideas, de actitudes y de sensibilidades, una lucha en definitiva, donde las reglas del juego implican esta clase de cosas, puedes ser criticado y te pueden criticar, aunque siempre guardando cierta elegancia por supuesto.
Hay ciertas formas de pensar que no es que no soporten la crítica, es que no soportan ni la sencilla luz del día. Son como bloques de hielo puestos al sol.
ResponderEliminarLa elegancia en la crítica me parece que es como una parte de su propósito, un medio para alcanzar el fin: la mejora del objeto de la crítica.
besos
¡Cómo me gusta Jordi Savall. Me he quedado colgada con la música!
ResponderEliminarBueno, felicidades. Excelente disertación. No te has dejado detalle, con esa minuciosa disección que haces criticando que es gerundio
La envidia, y la crítica que siempre lleva de asociada son el pecado nacional. Y todos, en mayor o menor medida, tenemos nuestra dosis.