"Mi trabajo ha intentado siempre unir la verdad con la belleza; pero si en alguna ocasión tuve que decidirme entre una y otra, escogí la belleza".
(Hermann Weyl)
En el gran arcón de la memoria quedan atesoradas muchas escenas de la vida: unas parecen triviales y otras desprenden un aroma más trascendental. Pero allí se van amontonando y superponiendo unas y otras, a veces sin una etiqueta que revele el nivel de importancia de cada recuerdo. Quizás el tiempo se lo irá asignando.
Tengo un recuerdo de infancia que, aunque parecía comenzar apenas como una percepción insignificante, no se ha perdido en el fondo del contenedor mental, precisamente porque el paso de los años lo ha ido reforzando con otras experiencias en paralelo. Experiencias que a priori no serían fáciles de asociar a aquel antiguo y nimio recuerdo por el análisis de los meros hechos, pero experiencias llenas de sensaciones y vibraciones similares. Y son estas las que permiten enlazar en la memoria sucesos que de ahí en adelante se considerarán conectados.
Aquella cartilla de cuentas y caligrafía de preescolar tenía una tapa no muy gruesa de color verde pálido y textura algo tosca. No es ninguno de estos detalles los que hubieran cautivado mi atención, pero sí el dibujo impreso en esa cubierta rústica. Allí estaba un niño sonriente sobre un patinete, acompañado por un amistoso perro en cuya boca sostenía una cartilla. Y se podía apreciar que el dibujo de la tapa de la cartilla que sostenía el perro con su boca era el de un niño en patinete acompañado por un perrito con una cartilla en su boca. Eso abría la puerta hacia algo inquietante, como un vértigo repentino...
Imaginé (porque ya era imposible ver tal cosa) que la cartilla que sostenía el perro-de-la-cartilla-sostenida-por-el-perro-de-la-tapa-de-mi-cartilla también tendría un dibujo similar, con un niño, su perro y otra cartilla en la boca del perro. Y esa cartilla volvería a tener otro niño, otro perro y otra cartilla. Y así, ¿hasta dónde, hasta cuándo?
Por otra parte, si yo tuviera un perro y un patinete, y me subiera a mi patinete y le pusiera a mi perro la cartilla en la boca, podría organizar el mismo encadenamiento de escenas en sentido inverso: no empequeñeciendo, sino agrandando.
Sin saber el nombre que Benoît Mandelbrot habría de dar a semejantes geometrías uno o dos años más tarde, lo cierto es que yo ya era una presa de la fascinación por los fractales. Y eso supuso el comienzo precoz de una forma distinta de ver las cosas, desde lo microscópico hasta lo macroscópico, del conjunto a los detalles ...y viceversa, ida y vuelta. Con el pasar del tiempo, cautivado por la belleza que se podía descubrir (y que otros ojos expertos me iban revelando) en todo el rango de escalas que va desde algo más ínfimo que los orbitales atómicos hasta algo aún más gigantesco que conjuntos de galaxias, pasando por la escala humana, decidí que dedicar numerosas horas de mi vida a la observación minuciosa nunca sería tiempo desperdiciado. Un deleite del que difícilmente podría arrepentirme.
Acabas de hacer una especie de ensayo maravilloso sobre algo que se llama memoria eidetica
ResponderEliminar;)
Yo recuerdo una niña comiendo de un tarro cuyo dibujo del envase era la niña comiendo del tarro cuyo dibujo era la niña comiendo del tarro,... Ese pensamiento, a lo ilimitado, me puso muy nerviosa, no le vi belleza alguna pero sí me causó gran desaliento. Incluso hoy, de pensar en esas cosas sin fin, me pongo extrañamente ansiosa.
ResponderEliminarMe viene grande este ensayo, lo confieso con cierta vergüenza.
ResponderEliminarUn beso
Entiendo y comparto tu fascinación. Desde muy niña me ha inquietado el asunto, y he pasado tardes enteras, de esas siestas obligadas en que los adultos no sabían como sacarme del paso por un rato, dedicándole mi atención al ejercicio de ir hacia "abajo y hacia arriba" de las cosas.
ResponderEliminarAun hoy a veces me descubro haciéndolo como un conjuro contra el aburrimiento.
No sé si has visto esto que aquí te dejo:
http://www.youtube.com/watch?v=R1R-Tl5JXb0
Me encantó esta entrada.
Un beso
Me uno a Reina en reconocer que estoy inmersa en un lío fractal sin fin que no alcanzo a descifrar, pero no hay que tener vergüenza ...el maestro raindrop nos echará una mano para que veamos algo de luz...a que sí????
ResponderEliminarBesos
Yo creo haber visto una cartilla como esa, no sé si mía o de alguno de mis hermanos. Recuerdo las famosas escaleras de Escher. Me fascinaban igual que la descripción que haces.
ResponderEliminarBesos
un ensayo, precioso, dentro de un precioso ensayo, dentro de un ensayo precioso, dentro de un precioso ensayo... para encontrar la primera esencia del primer golpe de ojo. Buen Post.
ResponderEliminarEsa observación minuciosa de lo que acontece en la vida, de lo que realmente importa y merece la pena... es una de mis prácticas preferidas.Yo me quedo con el final de tu ensayo sin más....
ResponderEliminarEres muy grande Rain
Te dejo mi abrazotedecisivo lleno de cariño
¿Pero te leyeron la cartilla? Jajajajajaja raindrop, en vez de despejarte la memoria parece como si te hubiera venido la inspiración de golpe. Tengo que reconocer que por momentos he sentido hiperactividad mental. Jajajajajajjaa... me encanta amigo.
ResponderEliminarBesos. :*)
Me gustaría, antes de comentar, dejar un hermoso vídeo acerca de los fractales. Nada de palabras, solo imágenes, que de eso de trata: de disfrutarlos como experiencia visual.
ResponderEliminarAquí está, en poco más de un minuto y medio: el vídeo.
Jo
Ese tipo de memoria es una de las "muletas" que empleo a diario ^^
besos
aina
Algo de vértigo sí que me dio. Pero es una experiencia fascinante.
besos
reina
Nada de vergüenzas. Solo disfruta del vídeo y ya me dirás :)
besos
Daniela
jajaja la de dibujos que he ido encontrando en esas tardes, mañanas, noches... de insomnio, en molduras, en el papel pintado, en los pliegues de las cortinas...
Hermoso el vídeo que adjuntas. Lo conocía pero no deja de sorprenderme.
besos
Sory
También te recomiendo el vídeo, es asombroso.
jajaja y no me llames maestro, que solo soy un alumno más xD
besos
Marijo
Estuve buscando la imagen en internet, pero no tuve suerte. Lástima.
Los dibujos de Escher también son algo alucinante :)
besos
kira
Entonces es como un ensayo fractal jajaja Ingenioso apunte :)
besos
Sara
Hay que dejarse cautivar por tantas cosas bellas e interesantes que nos rodean. A que sí ^^
besos
Vicky
jajajaja no sé si me leyeron la cartilla, pero ya ves cómo acabó la cosa xD
besos
A mi tambien me fascina la geometría fractal
ResponderEliminarah! y el romanesco además está riquísimo!!! La inmesa sabiduría de la naturaleza, que además de fascinarte te la puedes comer!
jajaja sí, te entra por los ojos y por la boca xD
ResponderEliminarbesos