"Conquistar el miedo es el comienzo de la sabiduría".
(Bertrand Russell)
"Lo único que tenemos que temer es el miedo mismo".
(Franklin D. Roosevelt)
Hay un límite en que el miedo puede llevar a la desesperación y la desesperación al descontrol. Pero entonces se aflojará la presión, se abrirá la válvula, y después de un respiro de esperanza, vuelta a empezar con el circuito del miedo.
La persona de a pie participa en este perverso juego aun sin ser consciente de ello. En definitiva, como hormiguitas, van llevando estas migajas de temor hasta el hormiguero para alimentarse de ellas. Y de tal siembra se obtienen tales cosechas.
No recuerdo quién decía que el miedo es un gran motivador, pero es un pobre maestro. Y privados de la enseñanza que un buen maestro puede dar, la Historia de la Humanidad (por más visiones positivistas que se quieran dar, juegos de válvulas de escape) parece un curso a la deriva, hacia un proceloso horizonte que también llena de temor.
¿Sombría perspectiva? Puede. Dependerá de cada cual. Habrá que aprender a vivir al margen de esa angustia y miedo colectivos que tantos decibelios de fondo le meten a la vida cotidiana.
Ya, ¿qué fácil, no? -pensará alguien en tono irónico- Pero ahora hay que lidiar con la realidad.
Siempre el mismo cuento.
¿Qué significa "lidiar con la realidad"? ¿Sucumbir a planes ajenos? ¿Dejarse dominar por intereses que en realidad no me interesan en absoluto? No me parece un plan para derrotar al imperio del miedo. Y no se trata de vivir de ilusiones o idealismos varios, sino de armar una realidad que funcione de verdad de una maldita vez. ¿Cómo?
En la peli Coach Carter (un film intrascendente, donde un tío duro trata de domesticar a unos macarras de instituto que juegan al baloncesto, hay música de la MTV y todas esas cosas), aunque es de las prescindibles, también se puede destacar algún minuto de interés. Se trata de la intervención de uno de los jugadores del equipo de baloncesto del instituto. El chaval, Timo Cruz, ha hecho de camello para un colega, se ha enfrentado a la autoridad del entrenador, ha ejercido de macarra... pero también se ha esforzado para volver al equipo después de haber sido excluido por su mal comportamiento, indisciplina y rebelión. El entrenador siempre le pregunta lo mismo en los momentos más inesperados:
- Señor Cruz, ¿cuál es su mayor miedo?
Pero el señor Cruz no sabe qué responder. Muchas cosas pasan por su cabeza...
El día en que el entrenador es destituido del equipo (por haber pretendido que sus jugadores fueran alumnos aplicados en las clases, ¡oh, malvadas pretensiones!), el equipo se encuentra reunido en el gimnasio... ¡estudiando! Y es entonces cuando Timo Cruz se despide del entrenador con estas palabras:
- Nuestro mayor miedo no es que no encajemos. Nuestro mayor miedo es que tenemos una fuerza desmesurada. Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que más nos asusta. Empequeñecerse no ayuda al mundo, no hay nada inteligente en encogerse para que otros no se sientan inseguros a tu alrededor. Todos deberíamos brillar como hacen los niños, no es cosa de unos pocos sino de todos. Y al dejar brillar nuestra propia luz, inconscientemente damos permiso a otros para hacer lo mismo. Al liberarnos de nuestro propio miedo, nuestra presencia libera automáticamente a otros.
Señor, quería dale las gracias: me ha salvado usted la vida.
Sí, vale, la escena parece muy forzada, pero me quedo con el mensaje.
En una sociedad que ha hablado tanto en positivo de la iniciativa, del emprendimiento, del valor, de la individualidad, de la independencia... cada vez más tengo la sensación de que se mira con recelo al emprendedor, al valiente, al que se esfuerza, al distinto, al autosuficiente... Como si molestara el brillo de los que han decidido tomar su vida en sus propias manos y salirse de la hilera marcada con dirección al hormiguero. Está mal visto no pertenecer a ningún rebaño. Y lo peor es que pocos se consideran miembros de uno. ¿Habremos perdido capacidad de autoanálisis?
Un autor anónimo dejó una fábula, acerca de una luciérnaga y un sapo, de moraleja bien diáfana:
Sobre la verde alfombra, / un insecto de luz tranquilo estaba
y discreto, oculto entre la sombra / sin saberlo, brillaba.
Un sapo víl, negruzco y enlodado / salió de su agujero
y su baba escupió / de envidia hinchado / sobre el insecto, fúlgido lucero.
¡Dios mío! ¿Qué te he hecho? / ¿Por qué razón tu cólera se inflama?
¿Por qué con sucia baba me mancillas? / Y el sapo contestó airado, / ¡Porque brillas!
Aunque estés rodeado de gente mezquina a quienes parece molestar mucho que brilles, nunca dejes de brillar. Sin miedo.
Me gusta la idea de que la pérdida del miedo sea como un virus que se expande. Hay algo de cierto en eso de que cuando alguien se libera, necesariamente libera a los que tiene al lado, en parte porque abre un camino, en parte porque el brillo propio ilumina a todo aquel que lo rodea. Claro que también hay quién se enceguece con el brillo ajeno y, como el sapo, solo atina a desear que se apague.
ResponderEliminarNo pude evitar después de leer este post que se instalara en mi cabeza una canción cuyo estribillo me enciende: "A brillar, mi amor; vamos a brillar, mi amor..." (La gran bestia pop, de Los Redonditos de Ricota). No es gran cosa la letra, pero tiene la fuerza de ese concepto.
Me voy a lo mío, a escribir. En el intento por brillar.
Besos, raindrop.
Casi todo es contagioso. La indignación parece haberlo sido, ¿por qué no la necesidad de resplandecer?
EliminarQue lo escribas muy bien, Dani.
besos
Qué cruel y destructivo es el espíritu gregario, casi más que el individualismo más exacerbado.
ResponderEliminarSi no llego a brillar, me conformo con emitir puntualmente algún destello o sino reflejo, para quien lo quiera ver.
Los extremos suelen ser muy destructivos, y (en cierto modo) muy similares. Es como cuando cierras un libro: los extremos de páginas opuestas quedan finalmente en contacto.
EliminarPor poquito que sea, es bueno brillar.
Es curioso, yo no tengo miedo a, por ejemplo, quedarme sola en la montaña, ni al mar, ni al dolor, ni siquiera a la muerte... yo solo me temo a mi misma.
ResponderEliminarBesos!
Sigue siendo un miedo limitante si eso te impide ser la "tú misma" que quieres llegar a ser.
EliminarHay muchos tipos de miedo. Los destructivos son los que hay que vencer.
besos :)
Yo echo mucho de menos la luz en las personas. Estoy muy de acuerdo en casi todo lo que dices, pero estoy con Sergio, ambos extremos son malos y siempre pienso que el miedo, dentro de su maquiavélica función paralizante también tiene de bueno que nos hace cautos y precavidos. Beso!
ResponderEliminarSí, por supuesto: el miedo es generado por nuestro cuerpo como una defensa, igual que el dolor. Pero cuando se acentúa y domina anulando o alterando la personalidad es cuando se convierte en un monstruo peligroso. Los extremos: para los extremistas xD
Eliminarbesos
El miedo ¿ Te impulsa o te paraliza?,……… es un monstruo que se encierra devorando la fortaleza de tu confianza y te la roba. Cuando aparece el miedo es el momento de parar, observar, reflexionar y moldear ese miedo………..
ResponderEliminarEl arte de ser nosotros mismos esta en poder brillar sin que haya sombras.
Bss.
Dicen que los valientes no son quienes no tienen miedo, sino quienes saben controlarlo. La clave es esa: el miedo es un producto de nuestro organismo, que hay que saber controlar. De lo contrario, es el miedo el que te controla a ti, y eso no puede ser bueno.
Eliminarun gran beso
El miedo, un tema tan presente en mi vida actual...
ResponderEliminarEste post tuyo podría ser un gran impulso a la situación actual que vivimos, ya que, estoy completamente segura que muchos podrían brillar hasta cegarnos, pero el miedo al qué vendrá después les paraliza, es lógico, el rumbo a lo desconocido suele ser un factor muy determinante para dejar pasar ciertas oportunidades que la vida, o tú mismo, pone en tu camino.
Yo personalmente, admiro e idolatro a tod@s esos emprendedores, que aún viendo el debacle actual se atreve y lucha con uñas y dientes por sus ideas, esta gente tiene mi más profunda admiración eterna.
Pero estoy totalmente de acuerdo, que en esta sociedad tal y como está planteada, es como si el que quiere brillar o el que brilla está mal visto, se les veta, se les pone toda clase de trabas, la envidia es demoledora, porque esas trabas son ajenas, de todo el que le rodea que, apresado de su miedo, intenta estancar al resto porque él mismo no se ha atrevido.
Estoy harta de convencionalismos, ataduras y caminos trazados que no llevan a ninguna parte, a brillar se ha dicho!!!
BRILLANTE raindrop, no dejes de brillar nunca ;)
Es normal hablar del miedo, porque es uno de los enemigos más fáciles de identificar. A veces se niega, para parecer más valientes, pero sigue estando ahí, dominando la situación.
EliminarSi fuéramos capaces de controlar los miedos, también seríamos capaces de hacer grandes cosas.
Gracias por tus palabras. Trataremos de seguir brillando :)
besotes
El miedo se cuela. A veces ni recuerdas cuando, parece que ha nacido con uno, pero no. Hay miedo de fachada, calle y trabajo y hay miedo de interiores, de puertas adentro, que es el peor. Hay miedosos que disimulan y se visten un traje de luces para sobrevivir, pero en casa la bata como mucho es de cola, el de luces pesan mucho como para llevarlas al fregar los baños.
ResponderEliminarVaya sarta de idioteces que digo... ay!! Será el déficit de twitter en sangre!
No me gusta gran cosa esta chica (guapísima sí es) pero esta canción algo me dice (será por el miedo, o porque algo recuerda a algo, o porque está bien eso de creer en los fuegos artificiales) creo que va bien:
http://www.youtube.com/watch?v=o5B6DTJ3foA
Muacks, Rain.
El miedo es un bicho que tiene muchas caras. Su "virtud" está en saber personalizarse y customizarse, para llegar a todos los rincones del mundo.
Eliminarbesos
Complejo.
ResponderEliminarTan concisa como es habitual xD
EliminarEl clavo que sobresale se lleva un martillazo.
ResponderEliminarProverbio chino
Maldita sea, qué listos son los chinos.
EliminarEs así: además de los miedos habituales y del miedo a brillar, también está el miedo a que otros brillen. Lamentablemente, esto hace de las sociedades cosas muy mezquinas donde se valora la mediocridad (por el hecho de no destacar).
besos
Hoy otro suicidio en Cordoba por culpa de un desahucio y una compañera del curro me contado un chivatazo de un amigo bombero, acerca de una señora que se ha tirado al metro. Quizás si alguien de su entorno hubiera metido tripa y mirado con chuleria a la mierda que escupen los telediarios seguirían con nosotros. Respecto a lo de la desesperación hay una pegatina del sindicato de Estudiantes que lo resume genial:
ResponderEliminar"Sin Curro,
Sin Casa,
Sin Pensión...
SIN MIEDO"
Me da miedo esa desesperación que anula el miedo, porque suele ser fuente de cosas terribles.
EliminarLo entiendo como una forma más de miedo, aunque parezca que se ha perdido ya todo temor. ¿Quién se quita de en medio si no es presa del peor de los terrores? No sé, no sé...
Me llegó mucho tu texto, tan claro y tan lúcido.
ResponderEliminarRecuerdo la peli y también sentí que tenía cosas rescatables.
Si todos y cada uno emitiéramos una lucecita como la de las luciérnagas,
la noche se convertiría en día.
Un gran abrazo.
Eso sí sería la mejor de las noticias. ¡Y qué espectáculo!
Eliminar:)
besos
Es tan poderosa la palabra miedo y tan intrínseca en nuestro adn... pero tu disertación me ha hecho reflexionar. Cada uno debe luchar contra él y no darle nada de poder. Seguirá existiendo a nuestro ladito pero si hacemos el vacío a tantas cosas importantes ¿porqué no a él, a el miedo?. Difícil pero no imposible. Firmado "Una miedica más que intenta luchar con armadura de cartón"
ResponderEliminarHas mencionado la palabra "poder". El miedo es muy poderoso, pero hay que emplear ese poder en beneficio propio, de lo contrario es cuando nos acaba destruyendo.
EliminarFirma: "otro miedica más".
Oye, ¿sabes que las armaduras de los samuráis eran de papel? Intenta romper la guía de teléfonos jajaja
besos
No lo sabía! pues ya sé en qué utilizar las páginas amarillas que se me acumulan en casa! ;D
Eliminarjajaja no sé si la guía telefónica te servirá para eso, pero las fibras de papel bien trabajadas por maestros artesanos fueron muy utilizadas (junto con la madera), hasta que se fueron imponiendo las armaduras de metal y cuero. Pero estas eran mucho más pesadas, claro.
EliminarEsos miedos aparecen por muchos motivos, los cuales habría que analizar para superarlos y avanzar. Y ojo una persona sin miedo que no teme por nada o está muy mal de la cabeza o siente que tiene tan poco que perder como ganar y se puede volver peligrosa e incluso manipulable si saben bien como dirigirla.
ResponderEliminarPara la mayoría de las cosas hay que ser valientes en esta vida y dominar el miedo pero otras veces ese miedo nos ayuda a protegernos.
¡Que lío esto del miedo!
¡¡Biquiños guapo!!
Una persona que no teme a nada es una inconsciente. Pero una persona que se deja dominar por el miedo está perdida. Solo hay un camino posible controlando y dominando el miedo.
EliminarDifícil tarea, pero es que si fuera fácil lo haría cualquiera ;)
besos
Preciosa entrada, rain.
ResponderEliminarEse "nunca dejes de brillar" me lo guardo como una perla.
Gracias por tu señal, amigo.
Gracias a ti por tus palabras :)
Eliminarun besiño
creo que el miedo es un sentimiento que a veces nos doblega, nos atrapa y nubla nuestros días, pero nunca hay que doblegarse ante el, nunca hay que permitirle que rompa las fibras que protegen nuestro corazón, aún así es una lucha constante desde los inicios de la humanidad, como bien dices nunca hay que dejar de brillar, detrás del miedo esta la meta, la satisfacción de que pase lo que pase estas tú y quienes realmente te aman y valoran por lo que eres. Saludos Rain, tu blog es envolvente.
ResponderEliminarEs tal como lo has expresado: no hay que dejarse dominar por el miedo. Ese es el camino del descontrol.
EliminarGracias por tu visita y tu comentario, es un placer.
un saludo
Thanks
ResponderEliminarYo también soy de las que piensa que el miedo no es tan malo como parece. El miedo en su justa medida nos hace pensar mejor las cosas, reflexionar y de paralizar ciertos actos que podrían destruirnos. Como en tantas cosas si es exagerado será negativo y nos privará de muchas cosas. Pero un poquito de miedo no está mal tenerlo. No por no atrevernos a todo brillamos menos.
ResponderEliminarUn saludo querido amigo y muy buen tema para la reflexión.
Muy cierto: el miedo como aliado, no como enemigo.
Eliminarbesos :)
De forma asidua, sobre todo en los últimos años, me pregunto si en las escuelas no nos preocupamos demasiado en encender pequeñas, neutras, múltiples lucecitas mientras permitimos que se extinga la "gran luz" individual y exclusiva de cada niño o niña.
ResponderEliminarLeyéndote, me acuerdo mucho (pero mucho) a lo que dice, por ejemplo, Ken Robinson cuando habla de creatividad, que es su tema por excelencia.
Eliminarbesos
El miedo es es una alarma para detectar un peligro, un modo de sobrevivir, pero siempre que no sea inducido o manipulado por la sociedad pues sí el miedo nos paraliza ..es de lo peor. Una araña te da miedo yy si lo piensas dices, pero si es muy pequeña yo a su lado soy gigante, pero tu alarma natural sabe que casi todas las arañas son venenosas y por tanto no se deben tomar a la ligera, entonces tenemos varias opciones ser inteligentes luchar contr ella o paralizar te y dejar que te pique, ..
ResponderEliminarLo bueno del miedo es que nos mantiene atentos y vivos. Sabías que el miedo se puede reciclar?
ResponderEliminarEl miedo es una barrera absurda que coarta nuestra libertad. El instinto de supervivencia es el que nos salva de las situaciones de peligro, ese instinto que hemos dejado de ver y oír por falta de confianza en nosotros mismos. El miedo no nos salva, nos paraliza, no pensamos con coherencia cuando el temor nos invade.
ResponderEliminarMe quedo con cada una de las palabras de Timo Cruz. No debemos temer brillar, a menudo no brillamos para no sobresalir por miedo al sapo y acabamos siendo todos una masa gris.
Confiemos en la vida, confiemos en nosotros y no dejemos de brillar para que nuestra luz contagie al resto!
Besazo brillante