Mientras haya
quien entienda la hoja seca,
falsa elegía, preludio
distante a la primavera.
(Pedro Salinas, "Confianza")
Los azotes del viento han disuadido a enero de seguir aferrado al calendario. Abandona. Literalmente desgajado, desprendido hoja a hoja del almanaque. ¿O quizás han sido las copiosas lluvias las que han arrastrado toda su voluntad de permanencia? El resultado es el mismo. Al fin, un mes deja paso a otro mes.
Febrero entenderá el viento como energía para el cambio, escoba que barrerá las hojas muertas. El agua de la lluvia será el elemento que lave su camino. Lo que mató al pasado será la fuerza del futuro.
Deseos, deseos... Él lo espera así, aunque no sabe qué sucederá.
En estos días de viento y de lluvia, pasear por la ciudad es como vivir en una metáfora. Todo es arrastrado, sin ahondar en motivos ni en maneras. Todo se remueve, lo que se va y lo que viene.
En la esquina acristalada de siempre, a modo de escaparate, aquel establecimiento suntuoso ya no existe. Ahora, la vitrina está polvorienta y revela un interior vacío y abandonado. Ya no están las cortinas aterciopeladas, ni la mesa de madera noble ni las butacas lujosas. Empero, otra ausencia se hace aún más notable. Ya no está la hermosa mujer que era el alma del local, la vida entre lo inerte. La mujer que regalaba su belleza al viandante distraído, una belleza que no puedo llegar a describir, porque hay que ver para entender y para sentir. Sentir la calma, la serenidad, a la vez que la desazón de una mirada inalcanzable, la inquietud de lo imposible. El poder de detener el tiempo... Ya no. Ha vuelto a correr el tiempo y, mirando hacia el interior del local, hacia el vacío difuminado por la capa de polvo en los cristales, apenas se intuye la figura fantasmal que los ojos todavía quieren ver. Pero la sensación es desoladora. Destierro, nostalgia, viento y lluvia.
Los que han venido han sido los estorninos. Vuelven a su cita, como cada año. Invaden el cielo de la ciudad y los árboles de sus parques. Forman nubes de puntos diminutos, nubes que no pierden la redondez del contorno, por más que se muevan velozmente y con gran agitación, simulando ser extraños microorganismos (quizás paramecios, quizás amebas) que fueran examinados con lentes de mucho aumento sobre el tapiz gris del cielo. El frenético vuelo termina para algunos cuando encuentran un árbol en que posarse. Allí encaramados, empiezan una especie de twitter en miniatura, igual de frenético, con docenas y docenas de pájaros en uniforme luctuoso, que no azul, compitiendo para hacer oír su gorjeo por encima de la cacofonía general. La ciudad se rinde a ese murmullo, incluso el viento no lo puede ahogar.
Y sigue lloviendo.
La lluvia limpiará y el viento barrerá. Febrero así lo espera. El sol quizás aparezca de pronto y derrita algunas nostalgias.
Ya se verá...
Mientras tanto, entre los que se fueron y los que vinieron, el tiempo sigue corriendo. Viene un mes nuevo y todo lo hace nuevo, invitando a comenzar de cero. Una vez más.
Arrancar una hoja del calendario para dejar visible una nueva y sin estrenar tiene algo de emocionante, ¿eh?
ResponderEliminarSí, es emocionante. Una aventura del tiempo :)
EliminarCreo que la vida es injusta con febrero pues, le pide constreñir en 28 días todo lo que se espera de un mes hecho y derecho, al tiempo que a sus hermanos les da 30 o 31. Solo se apiadan de él cada cuatro años con una magra prorroga. El Wind of Change de Scorpions: Enorme. Ojalá profético.
ResponderEliminarNunca entendí lo de febrero. ¿Tanto costaba quitarle un día a un par de meses de 31 para que este pobre desgraciado tuviera 30?
EliminarAunque, pensándolo bien, prefiero que sea el invierno (el boreal, al menos) el que sea más corto de días.
Cuando veo estorninos, obedeciendo misteriosos a su vuelo, pienso: acaso, después de todo, dios exista. Cuando me cae lluvia siento... ¡que es fiesta!, pero claro... vivo en el sur. Cuando te leo... descubro belleza, como de costumbre :-)
ResponderEliminarHay mucha hermosura en cada detalle que se puede contemplar. Se trata de ir con los ojos abiertos para no perdérselo ;)
EliminarGracias
Ojalá se me hubiera ocurrido esta tarde eso de "Viene un mes nuevo y todo lo hace nuevo, invitando a comenzar de cero", quizá así hubiera convencido a mi madre. Lamentablemente no he estado inspirada y hemos tenido que comer las lentejas que sobraron ayer...
ResponderEliminarMe parece que no te van mucho las lentejas. Dile a tu madre que cambie la receta porque hay maneras muy resultonas de prepararlas ;)
EliminarMe ha gustado mucho.
ResponderEliminarMuchas gracias
EliminarNo puedes imaginar el viento que se ha levantado precisamente a estas horas, le viene al pelo a tus pensamientos y a ese ya clásico de Scorpions. De cualquier forma por más fuerte que sople no puede con todo, y quizá mejor así.
ResponderEliminarParece que sí, que el viento se ha extendido y ya no solo nos azota a los del noroeste.
EliminarMal de muchos... (ay)
Atravesamos los meses, cruzamos los días, mirando al interior de los horas, contemplamos el viento, la lluvia, el sol........y esperamos su calma , escuchamos los sonidos de un mes para abandonarnos en el siguiente.....................Quiero que crucemos los años sin miedo, pasando por el tiempo dejando las huellas que nunca volveran.
ResponderEliminarBss.
La clave es sin miedo. Lo desconocido puede llenar de temor, pero hay que atreverse a surcar los mares del tiempo llenos de valentía.
EliminarBesos
Gracias por los Scorpions. Raindrop, elegiste un nombre en el que la lluvia te debe ser afín, después de todo... Enero se fue y dejó vacíos, ausencias de mobiliario, de bellos fantasmas que dejan la estela de su presencia. Pero habrá alas y trinos y la promesa del sol. Empieza otro momento, empieza febrero...
ResponderEliminarEncantador relato, un beso grande.
Sí, tengo algo con la lluvia. Aunque estos días ha monopolizado en exceso el clima de esta región. También necesito los vivificantes y energéticos rayos del sol :)
EliminarUn besote
Chapuzón en la nostalgia, porqué no.
ResponderEliminarY de cabeza, ya lo creo.
EliminarCuando tenía 15 años escribí un relato para la revista del instituto que se titulaba "Los estorninos han vuelto"...:) estas coincidencias me enternecen.
ResponderEliminary ¿sabes? febrero es mi mes, sólo porque nací en él. Feliz fin de semana!
Sip, lo nuestro es ir sumando coincidencias. Aún recuerdo la primera del martillo amarillo jajaja
EliminarYo nací en agosto, pero sigo prefiriendo septiembre.
Me gustan los preludios, a veces incluso más que la obra, hecho o suceso en sí, aunque dudo de que esto sea del todo bueno...
ResponderEliminarLos preludios ponen en sintonía con el suceso en sí, y eso es una forma de disfrutarlo por anticipado. No ha de ser tan malo ;)
Eliminar¡¡¡Aaaarrggghhh!!! Odio febrero, el peor mes del año después de octubre. Toca armarse de paciencia y esperar que llegue marzo.
ResponderEliminar¡Menos mal que es un mes corto! xD
EliminarComenzar de cero Rain...una nueva transición en febrero...¿lo sabremos hacer??? tengo mil dudas...que somos españoles Rain, aunque podíamos ser españoles para lo bueno jolines. Nosotros hemos estado entre la nieve, a ver si así... entre tanto blanco en febrero... no vemos lo negro del panorama.
ResponderEliminarMi abrazotedecisivo
Tenía un amigo que siempre decía que la clave es saber empezar de cero. Todas las veces que sean necesarias. Creo que tiene mucha razón.
Eliminarbesotes
Menos mal que los pájaros que nos han invadido son los estorninos, sino ya me veía yo en una escena de Los Pájaros :)
ResponderEliminarjajajaja son más canijos, pero también invaden con ganas. Está la ciudad llena de sus gorjeos y de sus... ejhem...
EliminarxD
Cuánta melancolía.
ResponderEliminarHacia mil años que no oia esa canción.
En estos días de tanto viento me pareció que era muy oportuna :)
EliminarNostálgica entrada Rain, como siempre magistral. Me quedo con el mes nuevo, con la hoja en blanco, con empezar de cero y con el sol que asoma por la esquina anunciando la primavera :)
ResponderEliminarTe abrazo? siiiiiii te abrazo fuerte y te dejo un beso
Ya queda menos para la primavera, pero en el horizonte no se ve su llegada ni de lejos.
EliminarEsperaremos.
besotes
Por cierto me encanta ese tema!!!
ResponderEliminarJamás un cambio de mes había sido tan espectacular como lo has relatado tu.
ResponderEliminarMagnífico!
Ahora, cada vez que vez un local cerrado y polvoriento me preguntaré si tal vez vivió su propio mes de enero.
saludos!!
Muchas gracias por el cumplido, me alegra que te haya gustado tanto.
EliminarUn abrazo