Es una habitación de gruesos muros de hormigón armado, cascarón grisáceo, a veces búnker y a veces mazmorra. Es un juego de alas de pájaro batiendo hacia alguna parte, surcando un aire inmaterial hacia un distante horizonte de bosques, montañas o nubes. Es una mirada sin ojos, una palabra sin boca, un beso sin labios, una caricia sin manos. Es un punto perdido en un cielo ciánico, una forma imaginaria y cambiante, un garabato pintado con el pensamiento en el lienzo celeste. Es una lágrima escurrida y su reguero salino. Es un pesar en los párpados. Es una alegría sin motivo.
También es una hilera de pasos que no conducen a ninguna parte y una hilera de pasos que conducen al lugar preciso en que sucede nada o en que sucede todo. También es el rayo de un sol de invierno, que apenas es capaz de calentar el cuerpo pero que se curva como una sonrisa. También es la melodía que no invita a la danza y el terremoto que no se puede percibir en los pies. También es el abrazo del tronco del árbol convertido en banco en que reposar.
Es el silencio pétreo y plomizo que retumba en las paredes de mi mente. Es el hueco entre las palmas de las manos, unidas para atrapar la nada. Es el soplo a una semilla que volará hasta la tierra. Es la red de caminos que la lluvia deja en el mapa del vidrio de la ventana, dibujando barrotes en una celda en penumbra. Es el mismo aire que sabe distinto, gélido o sofocante, con un aroma de extraña libertad, apurado sorbo a sorbo, bocanada a bocanada. Es la multitud sin rostros, el desfile de autómatas, la fiesta de los maniquís.
Es la visión de la arena cayendo de mano a mano, un reloj de arena improvisado en cualquier playa besada por lenguas del mar.
Es el sonoro murmullo del río, quejándose por tener que pasar raudo, deslizándose sin pena ni gloria.
Es la pérdida de tu nombre en algún rincón de la memoria, con sus letras desencajadas.
Es el desgarro en la brizna de viento que no sabe peinar cabellos.
Es la nostalgia del olvido.
Es la soledad.
Me encuentro contigo en tantos lugares... Entre la muchedumbre, a la orilla del río, en la serena playa, hojeando un libro, paseando al atardecer, incluso esperándome cuando llego a casa.
Qué difícil resulta abandonar tu constante compañía.
Pero hoy eres tú quien me deja por otro.
También es una hilera de pasos que no conducen a ninguna parte y una hilera de pasos que conducen al lugar preciso en que sucede nada o en que sucede todo. También es el rayo de un sol de invierno, que apenas es capaz de calentar el cuerpo pero que se curva como una sonrisa. También es la melodía que no invita a la danza y el terremoto que no se puede percibir en los pies. También es el abrazo del tronco del árbol convertido en banco en que reposar.
Es el silencio pétreo y plomizo que retumba en las paredes de mi mente. Es el hueco entre las palmas de las manos, unidas para atrapar la nada. Es el soplo a una semilla que volará hasta la tierra. Es la red de caminos que la lluvia deja en el mapa del vidrio de la ventana, dibujando barrotes en una celda en penumbra. Es el mismo aire que sabe distinto, gélido o sofocante, con un aroma de extraña libertad, apurado sorbo a sorbo, bocanada a bocanada. Es la multitud sin rostros, el desfile de autómatas, la fiesta de los maniquís.
Es la visión de la arena cayendo de mano a mano, un reloj de arena improvisado en cualquier playa besada por lenguas del mar.
Es el sonoro murmullo del río, quejándose por tener que pasar raudo, deslizándose sin pena ni gloria.
Es la pérdida de tu nombre en algún rincón de la memoria, con sus letras desencajadas.
Es el desgarro en la brizna de viento que no sabe peinar cabellos.
Es la nostalgia del olvido.
Es la soledad.
Me encuentro contigo en tantos lugares... Entre la muchedumbre, a la orilla del río, en la serena playa, hojeando un libro, paseando al atardecer, incluso esperándome cuando llego a casa.
Qué difícil resulta abandonar tu constante compañía.
Pero hoy eres tú quien me deja por otro.
por un momento puedo pensar que te diriges a alguien...
ResponderEliminary despues me lo tomo qu ele hablas a la nostalgia misma
habrá que apearse de un buen aliciente ... el otoño es encantador pero abrumador...
un tercero no hace buena lid
no e que huyamos pero lo mejor es salirse a tiempo...
Es todo y a la vez es nada.
ResponderEliminarLa nada que hace que todo sea nada.
Conozco ese lugar.
Me explico como el culo pero no sé hacerlo mejor, ahí lo dejo.
Me voy aplaudiendo, que lo sepas, lo oyes? Estaría bien comentar añadiendo sonidos, a veces sobran las palabras.
Besos
Rain... ya empezamos?? Mira que este año toca resistirse al otoño, que no podemos terminar como la última vez!!
ResponderEliminarPese a todo, me ha encantado el texto, como siempre. ^^
Un abrazo!!
Que bonito,que triste y que melancólico... El otoño es lo que tiene, que nos pone melnacolicos.
ResponderEliminarSea lo que sea lo que se haya ido espero que regrese a ti ;)
Un beset.
Unas letras finales duras y ariscas.
ResponderEliminarOjalá tuvieramos más compasión para con nosotros mismos y abrir la puerta de la credulidad cuando alguien, que te quiere bien, te suelta aquello de " No estaba hecha para tí, seguro que lo mejor está por llegar"
A mi el tres me encanta, de hecho es mi número preferido y mi número de destino (si es que existe el destino)Hoy he leído tus letras que traen armonia y paz, silencio, nada de multitud que la multitud son agobios...y con esos sentimientos que destilan tus letras y esa imagen de agobio na de ná arquitecto de las palabras.
ResponderEliminarHe sentido con tu escrito de hoy que por fin el otoño se ha instalado entre nosotros, bienvenido sea.
Abrazotedecisivo
Como siempre viajar por tu mente es toda una aventura, es como ver una pintura abstracta, intentas interpretar lo que el artista quiere decir y a veces lo mejor es dejarse llevar por sus colores y texturas y eso me pasa contigo, prefiero dejarme llevar por la musicalidad y cadencia de tus palabras antes de hacer una interpretación errónea de tus entradas, por eso le doy la bienvenida al otoño nostálgico que me llena de tranquilidad, que me invita a café caliente y a buena compañía.
ResponderEliminarUn beso
Me fascina la excelencia de tu prosa poética, en este caso en el alegato a mitad de camino entre la nostalgia y la esperanza. A veces no se puede controlar al que se cuela entre los pensamientos y se materializa en una imagen ficticia que te acompaña, o que hace sentir su presencia a pesar de no disfrutar del placer de palparla.
ResponderEliminarMe gusta,mucho.
Besos
es como el devenir del oleaje de la existencia plácida... tan placida que no tiene puntas de exceso sobrenatural que estimule... es el retorno al mismo lugar donde siempre se está.
ResponderEliminarMaravilloso y evocador el texto... y esa silla ahí. XDD
Este otoño que no acaba de llegar y sin embargo ya está haciendo estragos en nuestras vidas...¿ qué tendrá?
ResponderEliminarEs un auténtico placer leeerte,Raindrop.
Un beso
hummmm sé que a veces me pongo demasiado críptico en algún post. Es por simple incapacidad para transmitir correctamente distintas lecturas sobre un mismo tema.
ResponderEliminarCreo que aquí me ha vuelto a suceder...
He pretendido relatar unas sensaciones ante una situación pero como si en apariencia estuviera contando lo contrario. Y todo eso teñido de ambiente otoñal. Demasiado para mí.
Pero sigue quedando otra lectura: Hay un día en que la soledad te abandona porque no le resulta posible mantener una relación entre tres. Una persona se filtra en esa extraña relación de pareja que mantienes con la soledad y el triángulo termina por romperse un día cuando tu extraña pareja decide buscarse a otro solitario.
Jo
Acertaste: le estoy hablando a la soledad. Ella se va porque tres son multitud ...de compañía ;)
besos
River
Vas a conseguir que me aficione a comentarios sonoros jajaja
besos
Efraim
El otoño en vena. Estamos que damos asco jajaja
abrazos
Sandra
Sí, a uno de los primeros post del otoño había que darle un aire bastante otoñal, como mandan los cánones ;)
besos
Maeglin
Hay ocasiones en que es la soledad la que no está hecha para alguien. Más cuando se está bien acompañado.
abrazos
Montse
jajaja sí, demasiado abstracto a veces. Pero es como dices: mejor disfrutar de sensaciones que tratar de buscar explicaciones :)
un besote
Marijo
Y tan a mitad de camino. A que sí ^^
Muchas gracias por tus elogios.
besos
susana
Pues fíjate que yo lo veo más como un viaje, pero ni cíclico ni de retorno, sino de constante descubrimiento. Aventura sin fin.
besos :)
Sory
Aquí, el otoño lo tenemos instalado desde mediados del verano. Ahora toca descargar espíritu otoñal.
besos
Es tan bello lo que escribes. Con esa belleza que da la nostalgia y la tristeza.
ResponderEliminarUn abrazo
Rain me encanta el tres...es mi número favorito jajajaja.Que te voy a decir del tres, tú nos has dicho cosas muy interesantes y ciertas...me has dejado reflexiva hacia ese gusto mio jajajaja.
ResponderEliminarabrazotedecisivo
hummmm... aquí tenía que ir un comentario de Sara, que blogger se ha tragado.
ResponderEliminarBuf, y no he podido recuperarlo... lo siento, amiga. Recuerdo que me decías que te gustaba el número 3.
Siberia
Gracias por tu comentario. Da ánimos para seguir escribiendo :)
besos