(19ª parada)“En descanso y en reposo encontraréis libertad; en quietud y en confianza tendréis vuestra fortaleza”.
(Libro del profeta Isaías, cap. 30: 15)Por el título, que nadie se espere que vaya a hablar de una sesión de striptease. No van por ahí los tiros. Me refiero más bien a lo que sucede cuando levantas el pie del acelerador y reduces tu “velocidad de crucero”. Así se consigue bajar la (velocidad) media. Bueno, no parece ser éste un efecto deseado, excepto para la DGT, que lleva intentando que bajemos la media en las carreteras desde hace unos años. Siempre se ha fardado de llegar el primero a los sitios (“¿Coruña-Madrid en seis horas? Bah! Yo me lo hago en cinco...”), en los concursos se premia al que contesta más rápido (están por inventar el concurso definitivo: “El que piensa... ¡¡pierde!!”), se habla de niños-prodigio y JASP (valorando precisamente sus logros en el tiempo más breve: en los años mozos), queremos todo mucho más rápido y que nada nos haga perder ni un segundo de tiempo... el horno: microondas, la conexión de internet: ADSL de tropecientas megas, la cola de la caja: aún más rápida si se puede (habrá que pedir cita previa), los viajes: teletransporte instantáneo (el avión va demasiado lento)... Todo a la velocidad del rayo, todo con fecha de caducidad. En un mundo tan acelerado, una tortuga no es el animal más ‘popular’. Su velocidad exasperante no tiene cabida en estos tiempos, aunque (al final) acabe ganándoles carreras a las liebres... eso sí, no creo que la guardia civil de tráfico le quite muchos puntos. Y a pesar de todo, me siento identificado con el animalillo acorazado de la cara tristona (ya me gustaría que no tuviera una cara tan antipática, pero hay que aprender a aceptar a todo el mundo con sus virtudes y defectos): soy también amigo de la pausa, la calma, la tranquilidad. Jamás trabajaría en las urgencias de un hospital, porque (aparte de que me da bastante grima) se me morirían los pacientes por mi trato parsimonioso. La lentitud no es oportuna para todo en la vida. Pero sí es muy necesaria en general, aunque a estas alturas no queramos creerlo. Muchas veces hay que elegir entre parar-y-descansar o continuar-y-reventar. Aun sin llegar a estos extremos, es recomendable practicar la calma y la reflexión en la inmensa mayoría de los casos.
Recuerdo un detalle curioso de Alejandro de La Sota. El arquitecto pontevedrés solía dibujar los croquis iniciales de los proyectos que tenía en mente con la mano izquierda. Lo curioso es que Sota era diestro. Cuando le preguntaban que por qué hacía tal cosa, respondía que era lo mejor para dejar trabajar a la mente sin que la mano estorbara. Él decía que la cabeza y la mano iban a velocidades diferentes, más lenta la cabeza (que tiene que ir detallando lo que todavía no existe) que la mano (que va toda suelta a su aire), así que no había que permitir que la mano dirigiera a la cabeza, e “hiciera trampas”, sino que tenía que ser al revés: la cabeza siempre por delante. Por eso, la solución que él practicaba para ralentizar el ritmo de la mano era usar a la más lenta, la más torpe para él, la zurda. Es la única forma que conocía de domar su iniciativa. En fin, de “bajarle la media”.
Otro arquitecto que practicó la pausa en su vida fue el florentino Filippo Brunelleschi. Su obra más célebre es la cúpula del Duomo Santa María dei Fiori, en su ciudad natal. Sin entrar ahora en detalles técnicos que hacen a esta obra tan excepcional y cómo Brunelleschi sentó con ella las bases de una nueva forma de hacer arquitectura, diré que el joven Filippo ya había pinchado en hueso como escultor en el concurso para la realización de la puerta norte del baptisterio de Florencia, en 1401 (andaba por los 24 añitos). Participando con su obra “El sacrificio de Isaac”, quedó segundo por detrás de Ghiberti. Se sintió tan decepcionado que decidió dedicarse casi en exclusiva a la arquitectura (¡toma ya!). En este campo su formación lenta pero constante fue tan extraordinaria que sus conocimientos en múltiples campos vinculados a la práctica arquitectónica (diseño y cálculo de estructuras, leyes de la perspectiva, geometría y matemáticas en general) llegaron a estar a un nivel muy por encima del de sus contemporáneos. En el concurso de 1419 para diseñar la nueva cúpula de la catedral, otra vez quedan frente a frente Lorenzo Ghiberti (la fama por su trabajo en las “Puertas del Paraíso” del baptisterio era su mejor tarjeta de visita) y Filippo Brunelleschi, que cual tortuga ha caminado a paso lento pero ya ha superado a la liebre Ghiberti. Brunelleschi construyó (con la ayuda de Donatello y Nanni di Banco) un modelo para el concurso, con la precaución de dejarlo incompleto para guardar el secreto de su construcción. Su victoria fue muy ajustada, puesto que la solución que planteaba era demasiado innovadora como para ser comprendida y generó mucha polémica e incluso mofas a la hora de asumir el peso de la obra (en concreto, por parte de las corporaciones de la lana, que fueron las encargadas de subvencionar la construcción de la cúpula). Por ello, se encargó a los dos arquitectos que realizaran el proyecto. Ghiberti insistía en la imposibilidad de llevar a cabo los planos de Brunelleschi, por lo que no hubo acuerdo entre ambos. Brunelleschi simuló encontrarse enfermo y marchó a Roma, para dejar en manos de Ghiberti todo el proyecto. Y en este momento, Ghiberti se dio cuenta de su total incapacidad para resolver la situación. Finalmente, en 1423, Brunelleschi volvió para asumir la responsabilidad de la construcción de la cúpula de la catedral. La obra terminó en 1436, sin contar el trabajo de la gran linterna, que se prolongó hasta 1446 (meses antes del óbito del arquitecto). Por aquellos años, había dejado escrito que en su juventud jamás se habría sentido capaz de un proyecto de tal magnitud, que necesitaba tiempo para desarrollarse y estar bien preparado si quería abordar semejante tipo de tareas. En definitiva, que las grandes obras no surgen de repente, que necesitan muchos y continuos momentos de reflexión, de prueba, de maduración. De bajar la media de las cosas de la vida, de reducir el ‘nivel de ruido’ del entorno, para que la mente encuentre su lugar de desarrollo más favorable.
Ha estado bien este The Constitution Mega-Great-Bridge como oportunidad para bajar la media. Para pensar, reflexionar, seguir caminando y también parar. Pero ahora ya es momento para que raindrop se entregue plenamente al consumismo... ¡Y no lo digo porque se acerquen las fechas navideñas! Lo digo porque, tras la pausa, raindrop seguirá con-su-mismo caminar, con-su-mismo viaje y también (¿por qué no?) con-su-mismo ritmo de tortuga...
Hola Raidrop, uno de los pocos que no se han movido en este The Constitution Mega-Great-Bridge (Spain Goberment) :o).
ResponderEliminarUna lástima que con ese título "Bajar la media" no hayas escrito un relato erótico pero bueno... recuperada de la decepción (jejeje), opino sobre lo que he leído.
Vivimos en el mundo de la prisa y de la inmediatez, es cierto, el trabajo para antes de ayer, la sociedad enferma de estres y ansiedad, coches más rápidos, relaciones más cortas, currículums más extensos, trabajos más mal pagados pero con mas responsabilidades, ... en nuestra sociedad del bienestar cada vez hay más malestar.
Tal y como dices, sería conveniente que todos tuvieramos un poco de calma, sería conveniente que la gente tuviera un momento para pararse, simplemente para eso, pararse. También pensar y reflexionar, si, pero primero pararse. Leí en un dominical un reportaje sobre la soledad, en la que recomendaban que se tuviera un lugar y un tiempo para estar en soledad consigo mismo. Si se hiciera eso creo que al menos cometeríamos menos errores o quizá elegiríamos mejor nuestras opcciones y podríamos bajar la media de nuestro malestar.
Me ha gustado mucho tu post, estoy deacuerdo con lo que planteas y lo recordaré en momentos de estres. Recordaré a la tortuga y, también, escribiré más con la izquierda...
Espero que, aunque hayas tenido que trabajar, hayas descansado en este puente. Buen inicio de semana. Bss
Bien hecho Raindrop, con tu ritmo pausado (de tortuga) -aunque tú tienes la mirada muuuuucho más bonita que ellas-, nos dejas seguirte también despacio, dándonos tiempo a leer y sintiendo que la cosa necesita meditación al mismo tiempo que genera en mí nuevas "construcciones".
ResponderEliminarEs cierto, pero ¿cómo parar cuando la vida te acosa?...y me lo dices ahora que parece que se acumula todo (por no haberlo hecho antes, y tampoco hablo de las compras)...
Me conformo con dedicar -el que se pueda- de tiempo, eso sí, muy pausado, a las cosas importantes. Cuando no hay otra que correr, intento colocarlo todo en orden para no agobiarme, siempre lo primero antes...
Por cierto jeje...¿dos hombres contruyendo una cúpula?...eso debió ser muuu fuerte...jajaja.
Sufrí de estrés y ansiedad. Doc me dijo que parara y paré. Dejé el curro fashion de jornadas eternas y zancadillas a gogó. Ahora gano menos, mucho menos, pero he cambiado. Los importantes piensan que para bien, algunos que he desperdiciado una carrera, pero en la vida de ahora, los obstáculos me los pongo yo y los salto despacito, que no me cunda el pánico.
ResponderEliminarBrillante como siempre Raindrop, es un gusto leerte.
Un abrazo.
Probaré mi mano izquierda en mis próximos trabajos.
ResponderEliminarUn post muy nutritivo, como siempre.
Besos
Estoy con Merche, después de la decepcion del cuento erótico o el striptease (¿como sera un striptease por blog) pues a opinar del artículo.
ResponderEliminarPues que voy a decir a parte de estar de acuerdo. Yo, desgraciadamente, hoy por hoy vivo corriendo, sin tiempo para descansar cuerpo y mente. Voy de un lado a otro sin parar a ver a nadie ni nada. No tengo tiempo para pensar, para no pensar, para descansar, para irme de juerga, para vegetar, para no vegetar... Y la verdad es que empiezo a notar las consecuencias... El puente ha estado bien pero... ¿el descanso? no recuerdo que es eso... y no recuerdo que es tener la mente en paz total y sin pensar en lo que tengo que hacer en el trabajo o en casa o a quien me estoy dejando en el camino porque no tengo tiempo para verlos...
Besicos!
Es fácil afrontar tu blog de esbozos en blanco y empezar a dibujar, dejando fluir ideas.
ResponderEliminarPero con el tiempo me he dado cuenta que el fruto de un trabajo memorable es la maduración, la tranquilidad.
Cuando de verdad quieres elaborar cuidadosamente un proyecto, éste debe tener una base bien fuerte y documentada que de pie a la creación.
Crear hoy en dia no es demasiado difícil, por lo menos en mi sector, la moda. Dado que cualquier famos@ puede crear su colección (Madonna, Jennifer López, Penélope Cruz & hermana, ....). Sin darse cuenta están desprestigiando un trabajo que es algo más que dibujar guiándose por las tendencias del momento, con prisas y sin maduración.
Del verdadero creativo es del que nacen las tendencias, y eso parece que ya no se tiene en cuenta, porque es más rápido el tiempo y se desvanecen antes las ideas.
Si aplicáramos todos los que nos dedicamos a crear las ideas que propones, como los antiguos hacían, serían más valiosas y perdurables las obras, sean del tipo que fueran.
Besos
Una vez más, agradezco muchísimo vuestros comentarios (¡qué amables sois, de verdad!) y aprovecho para "dialogar" sobre lo que me contáis:
ResponderEliminaravellaneda
jajja lo del relato erótico... tendré que pensármelo, no sé, no sé... ;)
El problema de ir tan rápido es que casi estamos convirtiendo en ancianos a la gente de más de 30 años ¡qué barbaridad!
Lo que dices sobre la soledad es muy interesante. Si pudiéramos quedarnos totalmente solos (ni gente, ni radio, ni internet, ni TV, ni libros... ¡nada!) ¿seríamos capaces de aguantar un día entero a solas con nuestros pensamientos nada más? Habría que probar (a ver qué se siente)...
¡Buena semana también para ti! ;)
besos
maría manuela
sí, jaja, en la vida parece que está 'lo importante' y 'lo urgente'. Recuerdo una tira cómica de Quino donde, al final, Mafalda protestaba: "lo de siempre, lo urgente no deja tiempo para lo importante". Y es que nos acostumbramos tanto a hacer las cosas con prisas que acabamos atendiendo sólo 'lo urgente'...
Me he reído a pleno pulmón pensando en dos hombres construyendo una cúpula, después de haber escuchado lo que dejaste en tu último post jajaja ;)
besos
instigador
¡Bien hecho! Tú ya predicas con el ejemplo ...y seguro que te va muy bien.
Oye, gracias por el cumplido... que yo te he leído a ti y eso sí que es un gustazo.
un abrazo
carmen
Lo de la mano izquierda tiene, además, otras connotaciones ;)
Gracias por pasarte por aquí, teniendo en cuenta el estado de tu 'manzanito'. A ver si te lo traen pronto (¡y bien niquelao!)
besos
nerea
jaja es que no creo que los relatos eróticos se me den bien...
(el día que quiera perder lectores, me pongo a ello jaja)
¿Cómo sonaría una partitura de música si no se interpretaran las pausas (los silencios)? Te lo digo yo: fatal.
Debemos sacar tiempo también para detenernos ...y siempre es satisfactorio recuperar a los que vamos perdiendo de vista por el camino.
besos
xiketä
Lo que dices me ha recordado una cosa que nos aconsejaba Alberto Noguerol, el mejor profe de Proyectos (con diferencia) que he tenido en la escuela de arquitectura de Coruña: siempre nos decía que si lo que hacíamos se parecía mucho a las imágenes de moda es que estábamos por mal camino. ¡Y qué razón tenía! Si sólo se copia (sin reflexión, sin análisis) lo que está por todas partes, es que se ha claudicado de usar la propia creatividad y nos hemos convertido en 'esclavos' de otros. Y el problema es que pocos se arriesgan por su propio camino, sobre todo porque se trata de un esfuerzo descomunal: de valentía, de compromiso artístico, de disciplina mental, de creación de una metodología propia... y, si me apuras, incluso de libertad (como dije, están los 'esclavos' pero también los que viven libres y saben pagar el precio de caminar en solitario).
besos
Quizás por eso mismo, Raindrop, he sido cobarde y he abandonado mi carrera para otros...hasta que la cosa cambie...o hasta que mi experiencia me de fuerza mental para (como dices) poder crear una metodología propia que sea capaz de apoyar y defender con seguridad.
ResponderEliminarHas relatado muy bien una espina que siempre he llevado dentro, pero quizás sea porque nunca me ha gustado ser esclava de nada...
Pero, a nivel personal te digo, que es duro intentar innovar y que no te lo valoren por la maldita expresión esa de "eso no se lleva"...al final dejas que sean otros los que se llevan los halagos y que piensen que están creando algo...que ya se ha creado antes.
Besos y gracias por esta reflexión!
ufff, mal momento escogí para leer el post, vengo´más tarde un café y le doy un vistazo,saludos,guapo.
ResponderEliminarHola! Y aestoy aquí! Me ha hecho gracia lo de parar antes de reventar porque me estaba sintiendo muy identificada con el post hasta que has dicho eso! jajaja. Es broma, me refiero a que mentalmente, en cuanto a metas y demás, totalmente partidaria de la calma, pero para mi eso está en contraposición al "ahora" que lo vivo hasta reventar!
ResponderEliminarRain ¿sabes que la tortuga ha sido de siempre uno mis animales favoritos? ¿has visto Buscando a Nemo? No todas las tortugas son tristes y lentas, pero sí todas tienen un poso de "ser prehistórico", sabio, longevo,... son fascinantes, como tú.
xiketä
ResponderEliminarGracias a ti por leer con interés.
Te animo a que no abandones la tarea de ser tú misma en cualquier campo del arte, de la misma forma que lo haces en tu vida personal. Es un compromiso necesario y satisfactorio.
besos
tormenta
jajjaj ¿qué ha pasado, mi niña? ¡qué visita tan cortita la tuya!
un besazo, espero que estés bien ;)
soloyo
jajaj ¡qué listillo que soy! He aprovechado que estabas en Sudáfrica para publicar esto ;)
Es que a los que usáis combustible súper-enriquecido no se os puede decir que paréis jajja (ya pensé: cuando lo lea le va a dar la risa)
¡¡Este post no es para ti!! jaja, que tú tienes que gastar toda esa energía que tienes, que (si no) sí que vas a explotar como una supernova ;)
Las tortugas de 'Nemo', sí encantadoras... (oye, y gracias por el cumplido)
besazos tqm
Hola Rain ¿Serías capaz de poner una fórmula matemática o física a esta expresión?
ResponderEliminarViajaban a través del código binario de la fluctuación de olas de su mar...
Dime cosas.
Un abrazo
susana... pues sólo puedo decirte que no sería capaz, que aunque mi afición por las matamáticas siempre ha sido mucha creo que estoy a un montón de años-luz de que me concedan la medalla Fields.
ResponderEliminarLa expresión que propones parece además un tanto ambigua (faltan datos para concretarla), pero a lo mejor tú sí tienes alguna respuesta para este problema-matrix...
(si es así, no dejes de compartirla conmigo)
besos
.Hola Raidrop, (joder, que nombrecitos os buscáis con lo sencillo que es llamarse Pepe) te he visitado en ocasiones pero sin comentarte, me hablan tanto de ti que tengo que reconocer que tienes buenos argumentos y unos ojos preciosos.
ResponderEliminarAl leer el titulo también pensé que se trataba de un relato erótico...
Pero….la media se baja de muchas maneras...
Baje la media cuando cumplí los cincuenta, ahora mis reflejos son mas lentos y mi carácter mas pausado, he bajado media pero he ganado en conciencia.
Besos de tarde de domingo
amparo
ResponderEliminarEn primer lugar, permite que te dé una cariñosa bienvenida a este lugar y que te agradezca por tus visitas y tu primer comentario ;)
Me he reído mucho con el asunto del "nombrecito" jaja (pero es que Pepe ya está tan pillao...)
Bien, comentas uno de los grandes beneficios de bajar la media: ganar en conciencia. Es inevitable que el peso de la experiencia nos haga ir algo más lentos, pero que (a cambio) la marcha sea más decidida.
besos