(sin parada)
Apenas soy capaz de articular un suspiro que, como todos los poemas del genial Benedetti, hoy caminarán en el aire y se mezclarán con el espíritu de quien alumbró tanta belleza.
La cadena se hizo ingrávida y desde ayer, domingo, empezó a flotar... ya nada podía retener a don Mario a las vanidades de este mundo nuestro, el de los vivos. Aunque seguirá en nuestras mentes, únicas anclas que no le permitirán abandonarlo definitivamente.
Don Mario, como buen enamorado que fue usted, desde el fallecimiento de su esposa quedó expuesto a las acechanzas de una muerte ventajista, amante de presas fáciles. Usted bajó los brazos, un poquito, lo suficiente como para que la de negro se nos lo llevara. Pero aquí nos quedan sus poemas, intocables para la oscura dama, que seguirán alegrándonos igual que si fuera usted mismo quien nos los recitara.
Quédese tranquilo, vaya en paz.
<aquí>, la reseña en la sección de cultura del diario mejicano La Jornada.
¿Qué me dices? No lo sabía, como sabes, estoy embotada en lo que estoy, y ni enterarme.
ResponderEliminarPues tengo que poner algo suyo.
Un beso, "arquitecto".
Perdurará para siempre en sus letras, haciendo nacer palabras de amor en bocas enamoradas.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Creo que nadie lo esperabamos, siempre creemos que los seres especiales como él siempre van a estar ofreciéndonos lo mejor de ellos..
ResponderEliminarY ya ves compañero hoy estamos un poco más solos.
Pero como ya he dicho, el recuerdo hará el resto...
Un beso
Memorándum
ResponderEliminar"Uno, llegar e incorporarse el día.
Dos, respirar para subir la cuesta.
Tres, no jugarse en una sola apuesta.
Cuatro, escapar de la melancolía.
Cinco, aprender la nueva geografía.
Seis, no quedarse nunca sin la siesta.
Siete, el futuro no será una fiesta.
Y ocho, no amilanarse todavía.
Nueve, vaya a saber quien es el fuerte.
Diez, no dejar que la paciencia ceda.
Once, cuidarse de la buena suerte.
Doce, guardar la última moneda.
Trece, no tutearse con la muerte.
Catorce, disfrutar mientras se pueda".
D. Mario Benedetti
Estaba herido de muerte ya quien estuviera herido de vida.
ResponderEliminarTambién herido del amor que le precedió en la marcha.
Descanse en paz. Séale la tierra leve.
Me encanta este homenaje que haces al maestro, que no sólo nos acompaño en determinadas ocasiones, sino que nos enseño a ser tal y como somos... yo tambien lo siento mucho... duelen, estas cosas...
ResponderEliminarUn beso RAIN
Descanse en paz... yo aún no termino de creérmelo
ResponderEliminarBss
Un homenaje a éste hombre que tanto nos dio sin pedir nada. Ese hombre al que conocí hace ya muchos años y me maravilló con sus palabras y su presencia - con sus letras ya lo había hecho -
ResponderEliminarUn beso
Pues si Rain...que vaya en paz, que aquí nos deja un legado suficientemente importante, bello, cercano....que como tú muy bien dices, "lo negro"no logrará arrebatar nunca.
ResponderEliminarQue bonito homenaje le has hecho, sencillo pero muy muy grande, como sólo tú sabes hacer.
Un abrazote y buen finde
Pero bueno.. RAIN... que pasa.. que te aburre ya escribir..ja, ja, ja...
ResponderEliminar... lo entiendo.. estas en otros menesteres.. y eso seguro que es bueno..
Solo que te echo de menos..
Besos