sábado, 12 de enero de 2008

tres monos

(23ª parada)
"Quien sabe hacer lo bueno, y no lo hace, está en el peor de los errores".
(Epístola de Santiago, cap. 4: 17)

En una talla de madera del santuario-mausoleo de Toshogu, en Nikko (Japón), están representados Kikazaru, Mizaru e Iwazaru, los tres monos sabios o místicos, que se tapan con las manos respectivamente oídos, ojos y boca.
Como no conocía los detalles de la leyenda que protagonizan estos simios, me informé sobre el asunto y encontré lo siguiente: Por un lado, el significado de sus nombres está en el juego de palabras que se origina en japonés entre el sustantivo “saru” (mono), y el adverbio homófono que produce la negación de la raíz a la que se asocia enclítico. Es decir, que las palabras compuestas “kikazaru”, “mizaru” e “iwazaru” significan (respectivamente) “no oye”, “no ve”, “no habla”. Y el mono ha pasado a ser un símbolo de la negación en abstracto. Por ello, otra interpretación indica que, para llegar a ser sabio, es preciso negarse a escuchar maldades, negarse a ver maldades y negarse a decir maldades. La leyenda en sí cuenta que los tres monos eran los mensajeros enviados por los dioses para delatar las malas acciones de los humanos con un conjuro mágico, por el cual cada uno tenía dos virtudes y un defecto. Se representaban en este orden: Primero, Kikazaru (el mono sordo) era el encargado de utilizar el sentido de la vista para observar a todo aquél que realizaba malas acciones y transmitírselo al segundo, Mizaru (el mono ciego) mediante la voz. Mizaru no necesitaba su sentido de la vista, puesto que se encargaba de llevar los mensajes que le contaba Kikazaru hasta el tercer mono, Iwazaru (el mono mudo). Éste escuchaba los mensajes transmitidos por Mizaru para decidir la pena que los dioses impondrían al desafortunado y velar por su cumplimiento. Es decir (y esto se me acaba de ocurrir), que está bien negarse a escuchar-ver-decir maldades, pero a la vez no está mal ser un cochino chivato (¡en fin...!). Prosigo: Estas tres lindezas de mono son los guardianes simbólicos del mausoleo de Toshogu (como ya dije más arriba), encargados de que las habladurías de los visitantes de la tumba del Shogun Tokugawa Ieyasu no interrumpan el sueño del yacente fundador del shogunato Tokugawa. Parece ser que este personaje fue considerado un hombre sabio al que debían de gustarle bastante las pocas palabras y bien acertadas, puesto que predicaba que había que conocer de lo que se hablaba o simplemente mirar el paso del río (mucho sentido común, la verdad, pero que no siempre se aplica: tendré que estar más tiempo mirando el paso del río).

Sin embargo, existe otra explicación distinta que justifica el tallado de "kikazaru", "mizaru", e "iwazaru": también se decía que correspondía a la representación del miedo absoluto, dado que son las primeras reacciones del ser humano ante una situación de peligro. Esta otra interpretación, menos pomposa que la primera, me ha parecido incluso más interesante porque también se asemeja a la reacción de pánico que surge en nosotros cuando sentimos la pavorosa llamada del compromiso.

Comprometer a una persona es ponerla en la necesidad de intervenir en un asunto en el que corre algún tipo de riesgo, o en la tesitura de hacerle decir o hacer algo que puede no convenirle. Lo normal es que, cuando uno se comprometa, esté contrayendo una obligación ante alguien. En una palabra, se le coloca en una situación apurada (no es extraño que haya gente que acabe echando humo cuando asume un compromiso). Algunos sinónimos muy clarificadores pueden ser: arriesgarse, aventurarse, darse, empeñarse... Cuando nos comprometemos, corremos (entre otros) el riesgo de que se nos tome la palabra y, entonces, nos sintamos obligados a cumplirla. Aunque también los hay expertos en comprometerse sólo de boquilla. Es decir, quienes le sacan el máximo partido a esa inclinación tan humana de escurrir el bulto (¡curioso: escurrir, lo contrario de mojarse!). No hay que pasar por alto que “comprometer” deriva de “comprimir” (“apretar”), lo que puede suponer meter a alguien en un aprieto al lanzarle al mundo de las responsabilidades. Este término está tan cerca del concepto de “obligación”, que más de uno puede sentirse incómodo. Porque una obligación llega a ser una exigencia moral que rige o limita el libre albedrío. A mí (supongo que a cualquiera) se me ocurre pensar que eso de regir y limitar mis libertades no es algo que me caiga muy bien. Pero el concepto de “obligación” tiene también acepciones muy liberadoras, porque estar obligado a algo o a alguien también es corresponder al beneficio que hemos recibido de él o de ello. Es decir, vivir con agradecimiento. Y si “obligar” deriva de “ligar” (es decir, atar a alguien), sería interesante pensar que voluntariamente podamos atarnos a hacer lo que haya que hacer o decir lo que haya que decir. Es más libre vivir en solidaridad y responsabilidad que estar esclavizados por el egoísmo, la indolencia o la insensibilidad.

Si, a pesar de todo, somos alérgicos al compromiso, sólo puedo dar un consejo: tapar ojos, oídos y boca (como los monos de Toshogu) para evitar cualquier tentación que pudiera comprometernos.
Tapemos los ojos para no tener que ver lo que sucede a nuestro alrededor (“ojos que no ven, corazón que no siente”) o pongamos ante ellos las gafas del color que más nos satisfaga y que nos permita creer que todo es como nosotros queremos. Tapemos los ojos para evitar contemplar los buenos ejemplos que pudieran inspirarnos y motivarnos, para no tener que ver las acuciantes necesidades en que viven nuestros semejantes. Con ojos tapados, conseguiremos no mirarnos ni siquiera a nosotros mismos tal como somos realmente, tan entregados a nuestras propias entelequias.
Tapemos los oídos, hagámonos los sordos, subamos a tope el volumen del mp3 en nuestros auriculares para no tener que escuchar ni los buenos consejos, ni los lamentos de los demás (¡qué fastidiosos y agobiantes!), ni siquiera a nuestra propia conciencia que, en definitiva, podría ser un agente de autocuestionamiento que llegara a comprometernos.
Pero tapemos nuestra boca también. Que no hable contra la injusticia, que no proponga remedios que tuviéramos que llevar a cabo, que no diga las fatídicas palabras: “me presento voluntario” o “yo lo haré”. No hablemos ni con nosotros mismos (aunque llegue a parecer que estoy enfadado con mi yo, a fuerza de no dirigirle la palabra), porque corremos el riesgo de sucumbir a una argumentación que desemboque en las garras del compromiso.
Y si conseguimos hacer todo esto, habremos alcanzado, además, otra meta importante: tener las manos ocupadas tapando ojos, oídos y boca, y (por tanto) incapaces de ayudar, inútiles para prestar servicio a nadie. Misión cumplida: compromiso cero.

Pero si, por el contrario, pensáramos que el camino del compromiso es uno de los mejores que se pueden recorrer en la vida, entonces creo que ya es hora de que nos dejemos de monerías.

19 comentarios:

  1. Me gusta mucho tu blog, gracias

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  2. Compromiso..acojona, ¿eh?. Cuando he leído esto, he estado de acuerdo absolutamente en todo. Después de meditarlo diez minutos me he dado cuenta de que soy como los tres monos a la vez. Un poco de blabla, un donativo miserable al mes y que den por saco al mundo. ¡Y yo que esperaba dormir tranquilo esta noche!

    Un fuerte abrazo, Am

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  3. Conocia la historia pero no tan bien (me han gustado mucho los comentarios). Si que es cierto que tenemos miedo al compromiso, pero en todos los significados de la palabra.

    En el que tú has explicado además, muchas veces, cuando pasamos por delante de algo que no esta bien ¿que hacemos? mirar a otro lado. Ya ni nos dignamos a taparnos los ojos, no, miramos a otro lado esperando que así, aquello que no queremos mirar, no haya sucedido. Y así hay tantas cosas que no deberían suceder pero que suceden... y colaboramos a que así con nuestra indiferencia...

    Besicos y feliz domingo!

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  4. 'os días
    Compromiso... Lees la definición en la RAE y sinceramente, es para echar a correr y no parar (Obligación contraída, palabra dada...). Después de leer tu post, de interpretarlo y enfrentarlo a mi manera de ver las cosas creo que el compromiso es como la conclusión a la que se llega en el litigio entre el angelito de la izquierda y el diablillo de la derecha que todos tenemos de serie. Eso con uno mismo que es con quien debes firmar el primer compromiso; vendes tu alma a... a uno mismo y el fiel reflejo de lo que quieres ser.

    Cuando entramos en relaciones; tu pareja y tu, el mundo y tu, si no te has engañado a ti mismo en ese compromiso, éste debe ser claro y firme, fácil de seguir. Quiero decir, si tu no te engañas, vas con los ojos abiertos, con tu sensibilidad despierta nada de lo que pasa a tu lado puede pasar desapercibido. Una vez te abres con todo lo que eso conlleva, tienes el radar de la sensibilidad tan a flor de piel que todo te "moja". Eso no quiere decir que a veces lleves tu mano a los ojos o a los oidos pero no puedes, es imposible, que por algún resquicio veas lo qeu está pasando...
    Madre mia... lo dejo aquí que me enrollo!
    Gracias por la historia, no la conocía (he de decir que he leído los nombres de los monos en alto y casi se me traba la lengua ;)).

    Muy buena reflexión de nuevo Raindrop. Un beso

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  5. Me he detenido en esa reflexión sobre el miedo que representan los 3 monos: De pequeña tenía un pequeño llaverito de marfil con los 3 monos tallados. Lo hice mi amuleto para el colegio, pero en realidad era sólo una representación de mi miedo (a suspender, a que me sacara el profe cuando no había estudiado, a que me tocara la pregunta que menos me sabía en el exámen, etc.) parecerá una tontería pero nunca en mi vida suspendí nada y tuve una gran suerte en los exámenes. Anyway...

    Por otro lado tengo un punto de vista diferente sobre los monos de la sabiduría que difiere sobre la relación con el compromiso.
    Me refiero a nuestra esencia más profunda: Para VER lo que hay fuera es necesario mirar con otros ojos y no dejarse engañar por las apariencias. Para ESCUCHAR nuestra voz interior, nuestra intuición, hay que cerrar los oídos a ruidos externos. Para DECIR realmente lo que tenemos que decir no son necesarias las palabras.

    Bueno, me enrollé más de la cuenta, pero he aquí mi pequeña contribución a tu magnífico post (como siempre, por cierto)

    Un abrazo

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  6. Pues me ha parecido realmente curioso tu post. Siempre me han gustado las figuras de estos tres monos, pero yo (sin conocimiento de su significado real) siempre he aplicado mi propia simbología.
    Yo pensaba que éstas imagenes eran una crítica al "no escuchar, no ver y no hablar" por eso lo encuentro curioso, porque no había nunca llegado a analizar que justamente eso significa falta de compromiso en la vida, en la sociedad.
    Comprometerse, realmente, es un término que casi nadie llevamos al pie de la letra. Cuesta involucrarse. Da miedo a perder las comodidades de las que estamos presos. La verdad es que deberíamos proponernos un poco más de compromiso social cada uno, así puede que consiguiéramos romper algunas barreras.
    Besos

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  7. ¡Hola a tod@s!
    Cada nuevo comentario que recibo me parece el abrazo cariñoso de tod@s l@s que queréis acampar en este lugar virtual. Me siento muy agradecido por cada uno ;)
    Y, antes de responderlos, me gustaría recordar con vosotr@s (a propósito del tema de este post) una curiosa escena de la película 'El planeta de los simios' (de 1968) en que un tribunal de los monos presidido por el dr. Zaius y otros dos miembros de la clase dirigente (¿orangutanes?) emulan a Kikazaru, Mizaru e Iwazaru y se tapan oídos, ojos y boca cuando el humano Taylor (Charlton Heston) va desmontando con sus argumentos la "mitología" que se ha tenido como doctrina oficial en la sociedad de los simios. Al final, lo hacen callar 'por las malas'.
    jaja, creo que era una referencia inevitable...

    d2
    Pues encantado de que te guste. Ésta es tu casa ;)
    gracias también a ti

    el instigador
    Bueno, espero que de todas formas esto no te quite el sueño ;)
    Siempre es mejor ocuparse que preocuparse.
    abrazo recíproco

    nerea
    Posiblemente, una de las peores cosas que podemos hacer, tal como transcurren los acontecimientos en nuestro mundo, es 'quitarnos de en medio' y vivir en nuestras propias burbujas donde sólo existamos nosotros mismos. No somos islas y no es bueno que nos aislemos (menos aún de los problemas de nuestro entorno).
    besos

    avellaneda
    compromiso: sí que acojona, sí. Es que si tomas la decisión de vivir comprometid@ muchas cosas te van a traspasar las entrañas (¡y eso duele...!)
    besos

    carmen
    ¡Bienvenidos todos los puntos de vista! Además, es cierto, yo he tomado una historia y también le he dado la vuelta para hablar del compromiso. Pero es que me duele ver que ante los problemas, a veces tengo la tendencia de tapar oídos, ojos y boca y dejar que cada cual se las componga a su aire... Era uno de mis propósitos para 2008 erradicar esta insana costumbre.
    besos

    xiketä
    Pues es como dices. Es casi seguro que el peor enemigo del compromiso sea el egoísmo (y la bien nutrida prole de secuaces que suelen acompañarle: indiferencia, desinterés...). Luego hay otros enemigos menores, como la desinformación.
    besos

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  8. Espera voy hacerme una foto y vengo,para que veas la cara que se me ha quedao...

    No,en serio, no sé ..¿sabes?Creo que es uno de los post que más me gustaron de tú blog..de verdad.

    Eres una monada..(jeje)


    Besos,R.

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  9. tormenta

    jajaj ¡a ver esa fotoooo! ;)
    Weno, me alegro de que te haya gustado.

    un besazo

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  10. Ay Rain! Qué pasada! Me ha encantado cómo has hilado tantas ideas... Prometo mañana opinar de ellas que la cosa tiene miga pero ahora llegaré tarde a baile si lo hago!
    Un besazo mi niño! (como ves he vuelto de la reunión y mi única hora la he dedicado a atenderos de nuevo!)
    Tq guapo!

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  11. Sí, buen tema has elegido. Conocía a estros tres como "monosabios", y decía: ¿sabios?, a mí más que sabios me parecen unos mequetrefes autistas por voluntad propia, dignos y apropiados soldados mancos. ¿Soldados mancos?, sí, esos que dicen al de al lado...dispara, dispara tú que yo no puedo...

    La vida es buena maestra y enseña las ocasiones en las que es bueno hablar, escuchar y callar; y todo lo contrario.

    Genial, como siempre, tu reflexión. ¿Cómo piensas tanto?.

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  12. soloyo
    ¡qué bueno es estar entre tus prioridades! La amistad tiene estos regalos que calientan el corazón en un día de frío como el de hoy ;)
    Espero que disfrutes del baile (pero, ¿qué digo? ...sé que lo harás!! jajaj)
    besazos

    maría manuela
    jajja "soldados mancos"... si ya te digo, como tienen las manos ocupadas tapándose la cara...
    Y es cierto que la vida es buena maestra. Sólo me pregunto si tiene alumnos a su altura...
    jajja, en eso estamos ;)
    besos

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  13. Conocía las imágenes de Kikazaru, Mizaru e Iwazaru ;), pero no su historia aunque debo confesarte que tu interpretación libre me ha gustado muchisimo más, será cariño de amiga bloguera?..no, es que realmente ha sido estupenda¡¡
    Compromiso, curiosa y complicadísima palabra sobre todo cuando se extiende un poco más de nuestro círculo, cuando no tendríamos que tapar ojos, boca ni oidos ante tantas barbaridades que casi podemos palpar pero que dejamos que sigan estando sin rechistar.
    Que te voy a decir que tú no sepas¡¡¡
    Algo si te diré, tú si que sabes el significado de la palabra compromiso...doy fé¡¡
    Un Beso

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  14. Bueno, bueno... qué de cosas nos has traido...
    Lo primero, súper interesante la leyenda de los monillos pero estoy contigo en que tiene más sentido la segunda interpretación, porque eso de que no puedas verlo pero sí oirlo y no contarlo pero sí escucharlo... no me cuadra.
    También me has dejado perpleja por cómo del miedo en general te has ido al compromiso en particular.
    El otro día aprendí un dicho: en la vida que puedes ser la Gallina o el cerdo como en un plato de huevos con bacon; la gallina está involucrada y el cerdo comprometido! JAJJA. Me pareció muy bueno la verdad.

    Yo como tú soy partidaria de estar, ver, oir, participar,... porque eso es vivir.

    Un besazo amor!

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  15. Lo que me faltaba en estos días es un meneo de conciencia como el que me has dado...

    Un abrazo

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  16. sib
    Pues me quedo con todo ese cariño de mi amiga bloguera ;)
    mil gracias.
    En cuanto al significado del compromiso, supongo que cada día se pueden llegar a vivir nuevas acepciones. No hay más que remangarse los brazos.
    besos

    soloyo
    jajaja sí, lo del cerdo y la gallina también lo conocía y está muy bien. Pero es un poco injusto con la gallina ¿no? que la pobre sigue poniendo su huevo cada día (ya me gustaría a mí llegar a ese nivel de "involucrarme").
    Lo de relacionar miedo y compromiso creo que se hace patente cuando, como al cerdo, te puede costar las carnes.
    Un besazo, guapa ;)

    batanero
    jajaj qué cosas...
    Lo digo porque el meneo era más bien para mí, que soy el receptor principal de todas mis arengas.
    un fuerte abrazo

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  17. Rain, tienes que visitar el blog de GAbriel, está linkado en mi blog. A parte de que te van a gustar sus relatos es tb arquitecto y habla de un proyecto suyo fascinante!

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  18. soloyo
    Me he pasado a ver el proyecto. No había demasiada información como para comprenderlo en conjunto, pero aclaran bastante más los comentarios al post.
    Me pregunto: ¿dónde quedaron aquellos proyectos razonables del EUROPAN? jajaj Japan is different, of course!
    mmmm... ¿me gustaría a mí vivir en ese 'nuevo-tokyo'? Es lo que me anda en la cabeza.

    besos

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  19. Hola raindrop, a estas alturas... hay que venderme las bondades existenciales.

    Te presento mi currículum profesional y cuando tus ojos se hayan quedado sin lágrimas de ver tantas injusticias, te taparé los ojos con fantasía.

    Después, véndeme el mundo, el planeta, la humanidad, la profesioalidad, la ética, la conciencia o incon-s-ciencia...

    Despues siempre después... Antes por eso, soñaré, me quedo con ese... ese huele a mi ensueño.

    Un abrazo ;-))

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