martes, 11 de septiembre de 2012

campo de batalla

(área de descanso nº 195)
"At my signal, unleash hell".
(Maximus en "Gladiator" de Ridley Scott)

Una mosca revolotea cerca de un árbol de la ciudad, uno de esos árboles atrapados en sus alcorques, como si fueran prisioneros sentenciados a cadena perpetua en sus celdas de la cárcel estatal. El vuelo zigzagueante, el dibujo de una línea poligonal trazada a base de los bruscos cambios en el rumbo del díptero indeciso, es captado por una pequeña mantis camuflada en el árbol. Hipnotizada por esa geometría aleatoria, espera la oportunidad para atacar. Un gorrión da saltos sobre las baldosas del pavimento urbano. Búsqueda infructuosa, el suelo está escaso de comida en este día. No hay migajas, no hay nada. Con un ágil giro de cuello, da un vistazo a una rama del árbol próximo. El movimiento casi impercetible de una pata de la mantis ha delatado al insecto, que ahora está en el punto de mira del pájaro. Un gato callejero se mueve entre los contenedores, su cuerpo es capaz de atravesar rendijas mínimas. Agazapado, con las pupilas dilatadas al máximo, las orejas pegadas a la cabeza, prepara todos sus músculos para dar el salto definitivo sobre un desprevenido gorrión. A la vuelta de la esquina, se pasean tres macarras con botas militares, cadenas en el cinturón y camisetas desharrapadas. Uno de ellos sujeta con una correa a un gran perro que acaba de olisquear al gato callejero y se pone alerta. Un cruce de miradas y la tensión llena todo el espacio entre ellos. En la calle contigua, una banda rival acude al punto de encuentro con bates de béisbol y muchas ganas de armar bronca. Comienzan a lanzar gritos amenazadores cuando avistan a sus adversarios. En ese mismo momento, un coche de la policía llega al lugar, avisado por algún chivatazo. Uno de los policías de la patrulla contempla la escena oscurecida por sus gafas de sol, e inmediatamente baja del vehículo sujetando con una mano la porra que está a punto de desenfundar.

Y todo sucede en un instante. La mosca se posa en las gafas de sol del policía... y es la señal.
Entonces, se desencadena el infierno.

33 comentarios:

  1. Un caótico desencadenante según el cual todos somos víctimas de todo, suerte la de la mosca que parece que de momento parece se libra.

    ResponderEliminar
  2. Tu post me ha recordado esa canción infantil que se va comiendo un animalito a otro en cadena :)
    Es ley de vida, para que haya equilibrio tiene que existir la cadena. Claro que luego sobrevive el más audaz o el que más suerte tiene ;)
    Magistral tu post, cómo siempre.
    Besos mil. Muacs

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aunque hay algunos equilibrios que resultan demasiado precarios y todo termina desmoronándose.
      besotes :)

      Eliminar
  3. Y parecía que todo estaba en calma. Después todo desencadena en una consecución de detonantes para la catástrofe. ¡Vaya!, me ha encantado tu post amigo.
    Muchos besos.

    ResponderEliminar
  4. Rain...¡estás guerrero!...que llega el otoño y es tiempo de calma...de relax...de mirar para adentro para esperar el jolgorio primaveral y veraniego de nuevo....pero me temo, que tu campo de batalla se llenará de muchos guerreros... aunque muchos ya ni sepan por o por quienes luchan...el caso es enfrentarse en guerras absurdas y no negociar...pena de moscas...o serán las mejor paradas?

    Te dejo mi abrazotedecisivo desde la convalecencia...jajajaja y no ha sido por ningún campo de batalla????? muacks

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hala! ¿Estás convaleciente? Espero que ya recuperada :)
      besos

      Eliminar
  5. ¡Para que luego digan que las moscas son inofensivas! xD

    No es extraño; los círculos simepre acaban cerrándose. Y que tras la tempestad lelga la calma. Te propongo un pequeño desafío: ¿Cómo "regresarían a la calma" cada uno de los sujetos de la historia?
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando todos se hubieran devorado o destrozado entre sí, no quedaría más remedio que una calma obligatoria.
      besos :)

      Eliminar
  6. Continua?? Me ha gustado mucho. Hay que ver que señal da la mosca!

    Saludos!
    yapagalaluz.blogspot.com

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajaja no, esto es capítulo único. Cada uno que ponga la continuación que prefiera.
      besos

      Eliminar
  7. Ahora entiendo el dicho ese de "por si las moscas" :)

    ResponderEliminar
  8. "el mal es el motor" mira que acabo de escuchar esta frase del trailer de "Madrid days", hoy tu blog es un vendaval, también me has hecho recordar al "Señor de las moscas", el otoño siempre es desapacible, un saludo cicatrizante

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí, en cambio, me relaja septiembre y el otoño.
      Quizás todo esto ha sido una forma de recuperar algo de tensión, en medio de tanta astenia. Quién sabe... ;)

      Eliminar
  9. A mí mientras alguien se cargue a la mantis... odio a esos bichos, son feos, por fuera y por dentro ;P

    ResponderEliminar
  10. Y seguimos caminando hacia la destrucción y la caída de un imperio nuevamente en manos de la barbarie
    Me vuelvo a mi mundo interior donde se que habita la locura pero esta es diferencia no violencia

    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Parece pasmosa la facilidad que existe para mandarlo todo al carajo rápidamente. A mí me asusta bastante.
      besos

      Eliminar
  11. Me recuerda a los guiones de las películas de Alejandro González Iñárritu en las que cada cosa que sucedía permanecía a una compleja trama que convergía en un instante.

    Si te pones a atar cabos...

    Besos.

    ResponderEliminar
  12. Como sería el opuesto de este relato?
    Think and a hundred kisses

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El opuesto sería en otro planeta que no fuera un campo de batalla como lo es este.
      ¡Imaginación al poder! xD
      muaaacks

      Eliminar
    2. Así que este planeta es un campo de batalla.
      Interesante :)

      Eliminar
    3. Es el efecto que me provocan los recuerdos cada 11 de septiembre desde hace 11 años...

      Eliminar
  13. Yo veo en este relato la idiosincrasia de las señales.
    Que cada uno ve lo que quiere ver en un determinado momento, que
    hasta una mínima expresión puede significar una gran batalla o guerra pero
    porque se está preparado para ello, porque se busca.
    Igual pasa con el amor (que no deja de ser una gran batalla, la lucha porque salga adelante y por mantenerlo) uno lo encuentra o lo ve o tropieza con el, solo si está dispuesto a encontrarlo.

    Menudo relato. Me encantó la descripción minuciosa de los detalles.
    Un beso raindrop.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ah, pues me ha parecido muy interesante esto que comentas. En particular: uno lo encuentra o lo ve o tropieza con el, solo si está dispuesto a encontrarlo (cuando hablas del amor)
      :)
      besos

      Eliminar
  14. Es como la gota que colma el vaso, a veces está todo esperando desbodarse y la más mínima seña hace que todo se desparrame. En la vida, en la Naturaleza todo está esperando su momento, tanto para lo bueno como para lo malo.
    Pero es cierto que estamos siempre en la cuerda floja, como seres vivos, porque formamos parte de una cadena, y porque al igual que la mosca deberá luchar por su vida, el ser humano debe hacerlo.
    Me ha encantado como en tan pocas palabras has descrito tantas cosas y sobre todo de la forma que lo has hecho.
    Como siempre, genial Rafa!
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, ya sabes que a veces una pequeña chispa provoca un incendio de proporciones gigantescas.
      ¿Y cómo evitar algo tan minúsculo?
      besos

      Eliminar

Sin tu comentario, algo importante le faltaría a este post.

Gracias por mejorarlo :D