(38ª parada)
“Repetirás estas palabras a tus hijos y hablarás de ellas cuando estés en tu casa, andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes”.
(Libro del Deuteronomio, cap. 6: 7)
Nada que ver con la película de Almodóvar. Todo que ver con las sensaciones que me transmite nuestro actual sistema educativo.
Pasado el tiempo de elecciones y viendo las ganas de pactos que han quedado después de recontados los votos, me parecía más oportuno escribir ahora sobre este tema que antes (cuando las cosas pintaban ya tan crispadillas que era difícil hacerse entender: ¡no se siembra el camino de chinchetas, sólo se desea la solución de los problemas reales!). Lo que está claro y debe quedar claro es que la Educación (con mayúscula) es uno de los grandes asuntos sociales, que trasciende el mero partidismo con que la clase política suele afrontar sus responsabilidades. Responsabilidades que no lo son de un partido cocreto o de una forma de entender la política, sino que son las responsabilidades de todos (toda la sociedad, toda la ciudadanía), encomendadas a nuestros representantes.
En primer lugar, creo conveniente citar un artículo de Arturo Pérez Reverte, publicado en El Semanal de 26 de diciembre de 2007 (mal momento, porque era cuando ya se iban afilando cuchillos para la campaña electoral). Insisto en que no me mueve ninguna intención partidista. Me llega a enfermar la poquísima (o nula) autocrítica y la actitud gremial con que se llega a opinar de ciertos temas. Como socialdemócrata, creo que descuidar la Educación es un suicidio social y que hay que estar dispuestos a leer y asumir ciertas críticas, si nos ayudan a una reflexión serena y a una toma de decisiones. Es posible que las incendiarias palabras de don Arturo no ayuden, en ocasiones, a la reflexión serena. Hay que dejar que reposen algo. Él es un tipo con poca diplomacia verbal.
Recuerdo un detalle que demuestra lo poco que se muerde la lengua: aterrizó triunfante en un programa de una cadena de la televisión pública, tras su periplo como corresponsal de guerra y, después de varias emisiones, estaba tan hastiado del morbo del programa en cuestión que llegó a decir en antena que le sorprendía tanto regusto de la audiencia por la casquería (más o menos). Fue su autodespido: no volvió a presentar ese espacio por decisión propia.
Las formas pueden disolver los contenidos, los árboles pueden impedir ver el bosque, pero ya somos mayores para hacer lecturas sosegadas y separar el grano de la paja. Éste es el artículo, que va dirigido a... (lo dice en el propio artículo):
PERMITIDME TUTEAROS, IMBÉCILES
Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros –aquí matizaré ministros y ministras– de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros –el tuteo es deliberado– a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.
Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana –que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural–, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.
Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente –recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española–. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos». Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado; la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p’alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.
Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado.
La Educación (puede que incluso más que el sistema de pensiones o la sanidad pública, por ejemplo) no es asunto que deba estar sometido a bandazo tras bandazo, a cambios-de-parecer con borrón-y-cuenta-nueva. Nuevo gobierno: nuevos planes de estudios, nuevo sistema. Esto es un error descomunal. Nuestros vecinos finlandeses entendieron que el correcto funcionamiento de la enseñanza pasa por el acuerdo colectivo. Y este acuerdo colectivo (precisamente, por ser fruto del consenso social) debe ser respetado por cualquier gobierno que asuma la responsabilidad de dirigir al país. Si no está dispuesto a esto, es mejor que no se presente a unas elecciones.
Para poner a punto las bisagras mentales en esta materia, recomiendo la lectura de este ->ARTÍCULO<- de Eduard Punset (escrito en su blog personal, el pasado 25 de marzo). He querido extraer estos párrafos:
(...) Una cosa es representar y otra, gestionar, y no tenemos el mejor sistema para ello. Sólo se gestiona adecuadamente desde la mayoría social y sólo se dan saltos adelante por consenso. La constitución del Estado del bienestar –impulsado por Bismarck en Alemania, los liberales en Inglaterra y la izquierda en Francia– es el ejemplo más patente. En un momento determinado, en cada uno de esos países se pusieron de acuerdo los representantes de las clases más adineradas y los de las clases trabajadoras en que no se podía dejar a su suerte a los eslabones más débiles de la cadena social. Sin el concurso de los dos, nunca se hubiera logrado. Lo demás son trifulcas, no verdaderos pasos adelante.
(...) En lugar de una carta al futuro presidente del Gobierno sugiero, humildemente, a los demás ciudadanos que impulsemos un movimiento de opinión centrado en tomar conciencia de algo que, por desgracia, no ha calado ni en los gobiernos ni en la opinión pública.
Y, quizás, la clave esté en esas palabras: movimiento de opinión. Porque pareciera que nuestra educación está más interesada en el adoctrinamiento que en la formación de mentes libres, capaces de pensar por sí mismas, capaces de desarrollarse de forma autónoma, dispuestas a recorrer el camino de la felicidad bien entendida, del servicio a uno mismo y a los demás. Y no ser la voz de su amo.
Un antiguo proverbio chino dice: Si no cambias de dirección, acabarás en el lugar exacto al que te diriges. Si nuestra dirección fuera la correcta, entonces podría pensar que se trata (sin más) de hacer todo lo posible para no cambiar el rumbo y llegar al destino planeado de antemano. Pero visto lo visto, creo que estamos más a la deriva, moviendo el timón a un lado y otro, que en un rumbo correcto. Así que sólo me pregunto: ¿hacia dónde nos dirigimos?
Recuerdo haber leído hace años, en una revista donde se trataba de Educación: Estamos a una generación de la barbarie. El autor quería decir que la forma cómo se eduque a una generación puede suponer extraviar el testigo milenario y dar el carpetazo definitivo a una rica herencia cultural que no debiéramos abandonar. Y, lo peor, a una pérdida de valores que pudiera ocasionar el colapso de nuestra sociedad. Nada más parecido a "la barbarie".
Todo dependerá de nuestra capacidad para llegar a acuerdos de trascendencia. Aún estamos a tiempo, mientras una generación decisiva espera qué educación vamos a darle.
He visto ya tantos debates, escuché ya tantas sandeces por partes de personas que no merecen esar donde están..que ya en cuanto a éste tema,no quiero alterarme..
ResponderEliminarSolo espero que como dice el refrán con el tiempo , todo se vaya viendo.Mientras ello discuten nosotros intentamos vivir,intentamos hacerlo de la mejor manera posible, en fin..
Buena información que nos traes,pero..como te decía yo, ya no quiero alterarme..
Besos guapoooooooooooo.
Hola, tormenta. Precisamente escribo sobre este tema ahora no para que nos alteremos (para eso, lo habría escrito en campaña... pero es que no me van las alteraciones sin sentido ni consecuencia práctica), sino porque es el momento de ponerse a ello y reclamar lo que se necesita.
ResponderEliminarComo decía Punset, se trata de impulsar un movimiento de opinión. Y que esté por encima de particularidades y partidismos.
Si ahora que terminaron las elecciones, nos vamos cada uno por nuestro lado, hasta que dentro de unos 4 años se vuelva a "alterar" la situación, no estaremos avanzando nada-nada (y el que no avanza, retrocede).
Lo que le hace falta a nuestra sociedad primero (luego ya vendrá la política) es menos discusión barriobajera y más voluntad de acuerdos, sobre todo con quien piensa de modo muy distinto al mío.
besos
Mi niño, claro que sí y lo planteaste muy bien...De todas formas por eso vengo a tú casa,porque me siento muu agustito aquí contigo.. Dónde sino!
ResponderEliminarAquí se está muy requetebien!
Muacks!!!!!!!!!!!!!
(bien daos)
jajjajaj ya sabes que el sentimiento es mutuo ;D
ResponderEliminarbesos
Como de costumbre estupendo. Noto que a medida que te haces mayor (en lo de bloguear), te sueltas en temas sociales más definidos. Me gusta porque pienso que el fenómeno blog será el último recurso del independentismo intelectual. Pereverte es un tipo cojonudo al que nada le importa un carajo porque tiene mucho éxito y mucha pasta, por eso puede decir esas cosas, que son verdades como muñones, cómo muñones son los que en su estupidez están llevando a este país a una desestructuración educativa que roza el ridículo. Todo va bien, decía el uno. Esto es la repera, dice el otro. La triste realidad es que, aquí, el sistema educativo es muy malo. Y lo peor, no tiene visos de cambiar.
ResponderEliminarFuerte abrazo, amigo
Olvidaba algo. Movimientos de opinión. Por curiosidad y sin saber muy bien de que iba el tema, incluí mi último post en meneame. Tiene un medidor de ¿karma?, empatía, supongo. Creo que el artículo del racismo era razonable. Partía de un karma positivo de 6. 15 horas después tengo un -53 y las críticas son intensas. ¿Habrán logrado leerlo? ¿Lo habrán comprendido? A lo mejor soy un amarillista por el título, que puede, pero me he llevado una desagradable sorpresa. Anda al loro con los movimientos.
ResponderEliminarSaludos
Hola Rain... nada para llevarte la contraria. Es más tengo plena certeza de que estamos a una generación de la barbarie... a una generación de la pérdida de un legado que no es nuestr4o, porque estaba ahñi antes que nosotros...
ResponderEliminarDa igual... mientras el ciudadano esté entretenido viendo la tele es dificil conseguir que cambien las cosas.
A veces pienso que este país es un pais de transición continua... como cuando quieres testar un producto y sabes que hay demarcaciones geográficas que son óptimas para ello.
Españolitos este país es el experimento educacional de la globalización... en fin
Un besazo
"...y a dónde vamos?...y de dónde venimos?...", me pregunto yo también...
ResponderEliminarEstá claro que has tocado un tema muy valioso, Raindrop, el de la educación de nuestras próximas generaciones.
En parte, las generaciones del presente, o sea, tod@s nosotr@s, tenemos ahí una misión importante: educar a nuestros hij@s, sobrin@s, herman@s, niet@s, etc, etc. Enfocarles la vida desde un punto de vista de respeto, tanto hacia las demás personas, como hacia el medio en el que vivimos.
En las escuelas deberían plantear la educación desde un punto de vista más libre, no como una doctrina (o como mero adiestramiento), pero no nos quepa duda que hemos de enseñar a nuestros descendientes la importancia de la vida, del respeto, del amor, y hacerlos conscientes de la sociedad en la que viven y contra la que hay que girar el rumbo.
Me uno en tu reivindicación!!
Besos
Algunos de mis amigos y amigas son profesores (casi todo ellos noveles...) y cuando se toca el tema de la educación más o menos vienen a decir lo mismito que has dicho tú (con palabras que más se acercan a Reverte...).
ResponderEliminarEs una pena pq sí que es cierto que parte de la educación la tienen los padres, pero como bien dice Xiquetä, a los padres corresponde educarles en el respeto a los demás, el amor, la comprensión y conocer la vida...
No puede ser que ningún ministro, presidente o político diga que la educación corre, sobre todo, de manos de los padres, pq esto es un equipo de "padres-profesores-tios-amigos-etc" que se forma para que nuestros jovenes (o niños) no se conviertan en lo que empezamos a temer que pueden convertirse...
Sublime el artículo.
Besicos!
Absolutamente de acuerdo con Pérez-Reverte. Durante años, los "unos" y los "otros" se han tirado al circo político usando la educación como una de sus principales armas arrojadizas. Las consecuencias de eso no se han hecho esperar, al contrario, han crecido y siguen creciendo. Tienen nombres y apellidos y un futuro imperfecto del que no sabrán conjugar ni un sólo tiempo.
ResponderEliminarPara muestra, un ejemplo:
Hace algunos años, en mi academia de Inglés, me tocó de compañera una chica de 18 años que estudiaba Medio Ambiente en la Universidad. En una ocasión tuvimos que jugar a un juego de ordenador en inglés, que consistía en adivinar el país de origen de diversas noticias mundiales; una de las noticias se refería claramente a la India y cómo tal, había que situar la noticia y el diario que la emitía con el país correspondiente. Pues bien, con el mapamundi delante, la chica me preguntó que por dónde caía la India. Yo no soy una erudita en geografía mundial, lo reconozco, pero de eso a ignorar casi un continente...
A mi admirado Punset he de alabarle las buenas intenciones y la sabiduría que rezuma de sus escritos, pero siento diferir en cuanto a los movimientos de opinión. Un poco más arriba El Instigador explica, con un ejemplo, el por qué. Otra cosa es que esos movimientos de opinión sean lanzados por el poder del Gran Hermano, es decir, los medios, entonces ya... las cosas indudablemente cambiarían.
Un abrazo compañero, y sigue agitándonos las neuronas.
el instigador
ResponderEliminarBueno, este tema social me preocupa de verdad. Descubrí una vocación tardía por la enseñanza y reconozco que es una auténtica pasión. He disfrutado mucho dando clases particulares.
Me duele ver a los chavales tan perdidos, cuando en realidad tienen un potencial admirable que están dispuestos a poner en marcha con algo de estímulo en la dirección adecuada.
En cuanto al asunto del meneame, me pregunto si han pasado del título de tu artículo. Me he fijado que la noticia más "meneada" era un striptease en unas elecciones escolares. Supongo que hay diferencia entre movimientos de opinión y movimientos para el morbo.
un abrazo
susana
Tal como dices, la perspectiva pinta muy-muy oscura. Pero hay que pelearlo con uñas y dientes. Algo bueno se podrá sacar con todo ese esfuerzo (¡eso espero! si no: la barbarie)
Bueno, lo que más me revienta es cómo nos vamos cargado el legado que recibimos y que otros no recibirán.
aisss qué país nos ha tocado, eh!
besos
xiketä
Ajá! punto nº 1: ¿Qué entendemos por educación?
Quizás si la sociedad en pleno respondiera a esta pregunta después de una reflexión seria y profunda, habríamos colocado la primera piedra de tan crucial asunto.
besos
nerea
Como le decía al amigo instigador, al haber dado clases tomo conciencia (aunque sea en una pequeñita parte) de los problemas que hay planteados con este sistema educativo.
A los que dicen que las familias deben ser la parte más importante de la educación, les digo: Vale, totalmente de acuerdo. Pero ¿qué gobierno está diseñando los métodos y creando el ambiente adecuado para que eso sea una realidad? Es que simplemente decir que las familias corran con la parte más importante en la educación de los niños (con lo desestructuradas que están las familias y las pocas facilidades y medios que se ponen al alcance de los padres para que desempeñen la tarea correctamente) es tan gratuito como decir que se ocupen de la educación los habitantes del planeta Saturno.
La sociedad debe construirse de forma adecuada para que las condiciones sean tales que los dirigentes políticos puedan hacer ese tipo de afirmaciones sin caer en lo ridículo.
besos
carmen
¡Ya te digo! ¡¡La India!!
(si aún fuera Lesoto, por decir algo...)
En cuanto a los movimientos de opinión, creo que tienes razón. Es la pescadilla que se muerde la cola: haría falta una sociedad "bien educada" para que se promovieran los movimientos de opinión adecuados que aportaran soluciones para alcanzar una sociedad "bien educada" (y vuelta a empezar...). En este momento, no creo que exista el clima adecuado para que los movimientos de opinión de los que habla Eduard Punset sean eficaces en esta tarea. Punset es tan buena persona que llega a caer en una ingenuidad encantadora. Me apasiona este tipo :D
besos
Olé...
ResponderEliminarEn el cole tenía un profesor al que admiraba y respetaba de manera especial.
Era el profesor de historia y arte. Ninguna de las dos materias eran mis favoritas ni en las que más destacaba, pero él lo contaba y explicaba todo con unos razonamientos, una pasión y un convencimiento, que hasta el más analfabeto y vago de los alumnos podía detectar que eso era un buen profesor.
Muchos años después me lo encontré.
¿Está cosa tan mal como la pintan, tanto han empeorado los alumnos?
"Peor".
Bárbaro como siempre Rain.
Besos.
Por cierto! Me gusta el cambio!
ResponderEliminar“Todo lo humano requiere un "por qué" y un "para qué", una motivación y una finalidad. Sin ellas, nada es comprensible y se queda uno con una colección de hechos "brutos" que no permiten la intelección. De ahí el peligro de que el hombre contemporáneo sea un primitivo lleno de noticias.”
ResponderEliminarEsto es lo que decía no hace mucho Julian Marías y es verdad caminamos hacia el primitivismo, por que estudiar todo eso que señalas en el artículo permite pensar, tener criterio, aprender a reflexionar, guiar al pensamiento por los senderos de la crítica y la autocrítica y eso ahora, interesa a muy pocos.
Es mejor que nos den las cosas hechas, que nos alimenten, que nos mantengan, que nos ayuden, que nos den en definitiva mas “pan y mas toros……”
Y estoy de acuerdo con lo que se ha dicho, no veo en nuestros gobernantes, ni en unos ni en otros ánimos, de rescatar toda esa cultura que algunos amamos profundamente, esos maestros que nos hacen más llevadera la vida , esa magnífica historia de Occidente….
Confió al menos, en que siempre quedaran unos pocos, como en la Edad Media, para servir de custodia de ese legado tan rico y divino que tenemos, del que todos, en cierta medida somos responsables.
Un abrazo muy fuerte.
Impresionante blog! te visitaré muy a menudo y comentaremos muy mucho...yo soy profesora y me imagino, sabes...que nuestra juventud está aletargada, necesitan un empujón fuerte muy fuerte para implicarse, involucrarse, a mi a veces me miran como a un bicho raro cuando les digo que la motivación no viene de fuera... que lo que hay que llevar más al gimnasio es LA VOLUNTAD, ese músculo que algunos tienen tan, tan atrofiado.
ResponderEliminarEn fín un placer descubrirte, te ellazaré en mi blog para visitarte a menudo, que me ha gustado conocerte, si te quieres pasar por mi rinconcito, éste es:
sara-momentosdecisivos.blogspot.com
un saludo
Temazo Rain.. y tantas cosas por decir¡¡, Me fastidia que existan tantos "Perez Reverte" en batería son seres con palabra ágil y una mala educación extraordinaria, es fácil decir lo que dicen (nada distinto a lo que pensamos el resto que no tenemos tan honorable apellido) con frases que a mi por lo menos me parecen de un mal gusto tremendo. La educación no funciona pero son muchos los palos que contribuyen a que sea asi de insulsa, entre ellos y siento si alguno se siente atacado los profesores, absolutamente desmotivados y sin proyectos nuevos, efectivamente siguen unas reglas pero el efecto improvisación no entra en su guión.
ResponderEliminarLos padres somos parte importante de esa educación pero no podemos en muchos temas meter la nariz...
Y en cuanto al movimiento opinión, pues debe ser que soy de la cuerda de Punset, algo utópica y pesadita, pero creo que si todos lanzasemos un esto no es lo queremos alto y fuerte algo podría cambiar. No soy muy partidaria de dejar que esto siga su mal curso y esperar tiempos mejores, de alguna manera hay que motivar al desmotivado, en este caso los estudiantes.
Besos enormes
Muy buen post, raindrop. Creo firmemente que la educación es uno de los pilares de nuestra sociedad, y la defensa de la enseñanza pública -junto con la sanidad también pública y los servicios sociales- las bases de nuestro Estado de Bienestar. Me gustaría creer que el evidente deterioro en el que estamos sumidos, pudiera servir de acicate para que surgiera el movimiento de opinión que proclama Punset (sabio, como siempre, magnífico en el artículo), y que de verdad creo que necesitamos. Pero me ronda una nube pelín pesimista al respecto. Una nube que, de vez en cuando se agita y se dispersa porque hay gente como tú, como todos los que te comentan y son conscientes de que la educación es imprescindible para tener una sociedad sana, madura, justa, igualitaria y en la que seamos mejores personas cada día.
ResponderEliminarUn beso grandísimo y un gran abrazo por haber removido nuestras conciencias.
soloyo
ResponderEliminarMi ex da clases en el Conservatorio y esto me permitió tratar con muchos padres y madres de sus alumnos que trabajan como docentes e incluso en cargos de responsabilidad en la Consellería de Educación. El panorama es desolador, sí. Pero aún queda el entusiasmo de los que sienten esta vocación como un fuego interior que les obliga a no rendirse. Me emociona su buen ejemplo.
Me gusta que te guste el cambio :D
La otra plantilla tenía un color de fondo aceptable, pero los topos de colorines y las columnas tan estrechas me tenían frito... así que cambié Dots Dark por Minima Lefty Stretch y tan pancho. Los aplausos para el sr. Douglas Bowman, que parece ser el autor de las plantillas.
jeje
un besazo
estrella altair
Es tal cual como dices. Y confío también en que un reducto de sabios (o como se le quiera llamar) nos libre de la barbarie.
Gracias por tu comentario.
besos
sara
Sé muy bienvenida a este blog, que (desde ya) puedes considerar tuyo también.
Tú, que eres maestra, eres la persona más autorizada para hablar del tema. Lo mío, como ya dije en un comentario anterior, es una vocación y un compromiso para con los más jovencillos. Pero a veces me siento como quien ve los toros desde la barrera. Hay personas que me han repetido una y otra vez que desista de saltar al ruedo... pero yo no lo veo tan claro.
Te visitaré más a fondo. De momento hice una visita rapidilla, pero quiero detenerme en cada cosa que escribas y disfrutar más de las fotos :D
besos
sib
Es cierto lo que dices de la educación familiar. No se dan las mínimas facilidades y la tarea es ardua.
¿También fan de Punset? Me alegra saberlo. Este hombre me cae genial :D
besos
tamara
jajaj me supera lo de removedor de conciencias, porque la mía ya me da mucho trabajo. Simplemente me gusta compartir mis propias reflexiones, sin que tampoco se convierta en una especie de sermoneo. Seguro que es más importante lo que me digáis vosotros que lo que yo tenga que decir... sólo que, como en este blog propongo yo los temas, pareciera lo contrario. Pero no.
Esa nube de pesimismo tenemos que quitárnosla sí o sí. Creo que todavía se pueden hacer muchísimas cosas y los más jóvenes lo agradecerán los primeros.
besos
Yo no estoy "de acuerdo" en lo que dices Raindrop. La educación que hay en este momento y en este país no es un desastre, todo lo contrario. Yo la veo como uno de los mecanismos que mejor funciona en la sociedad.
ResponderEliminarMe explico: la educación, nos guste o no nos guste, no es más que la transmisión de una serie de valores que hay en la sociedad, y que se transmiten a las nuevas generaciones para que sigan perpetuándolos.
Ahora mismo, no nos gustarán, pero se siguen transmitiendo valores. Y casualmente, a mi humilde modo de entender, son los valores que interesan. Los valores del aborregamiento, ocultos por otros menos sutiles.
Vivimos en una sociedad completamente competitiva, individualista, donde todo vale para conseguir unos fines, y sobretodo cuando estos fines implican algún tipo de reconocimiento social (principalmente económico y de poder). Pues bien, la escuela también transmite hoy mismo, todo eso.
Los niños de hoy en día graban peleas en sus teléfonos móviles. ¿Porqué nos escandalizamos? En realidad están reproduciendo lo que hay en la vida fuera de las aulas. Con suerte, puede que incluso salgan en un telediario, y por un día sean "famosos".
No nos engañemos, la educación formal solo sirve como forma de reproducción social. Y sinó, ¿porqué hay tanto dinero para los colegios concertados y tan poco para los públicos, qué serían los que más dinero necesitarían?
Si vamos hoy a una clase de 4º de primaria, por ejemplo, veremos que ha cambiado muy poco, por decir nada, la forma de enseñar los conocimientos.Éstos sí han cambiado, faltaría más, pero me da la impresión que cada vez más nos vamos "por las ramas". Por ejemplo, entiendo que se quiera enseñar educación vial, enseñar filosofía, educación sexual, educación cívica, matemáticas, etc.etc. Pero está claro que el tiempo es limitado, así que los contenidos de los curriculums han de cercenarse. ¿Porqué no nos quedamos con las materias que sean instrumentales y que a partir de ahí, los alumnos aprendan a ser críticos, a razonar, a pensar por sí mismos?
Soy mal pensada y creo que es para evitar que el día de mañana, todas estas personas sean librepensantes.
Me parece increible que un maestro estudie, por ejemplo, una licenciatura en físicas, y con un cursillo básico llamado rimbombantemente "Curso de Adaptación Pedagógica", si aprueba la oposición, se convierta en un profesor de secundaria para toda su vida. Conocerá los contenidos de su asignatura de "pe a pa", pero tengo claro que solamente tendrá un barniz en lo relativo a conocer por un lado a su alumnado, y por otro una mínima didáctica para transmitirle a éste sus conocimientos. Así pues, estos críos quedan a merced del prurito que esa persona tenga, de sus inquietudes profesionales, y todo eso. Sinó, odiará la física toda su vida.
Y no quiero olvidarme del papel de la familia en relación a la escuela. La familia siempre fué y sigue siendo la principal baza para educar a los niños. El problema está en que los padres, por miedo, por comodidad o por lo que sea, hoy en día se sacuden estas obligaciones, y se las pasan directamente a las escuelas....y así no funciona la cosa.
Ja,ja...y ¿quién dice que la escuela de antes era mejor? Acaso no han "producido" personas de las que nos avergonzamos que nos representen por ahí: estoy pensando en el señor Aznar dando una conferencia en USA ;-)
Perdona todo el rollazo pero soy una pedagoda crítica.
A pesar del "desacuerdo" noto un tono irónico en tu exposición (no digo que ésa sea tu intención, es sólo una sensación que me da :D)
ResponderEliminarNo creo que la Educación sea la transmisión de los valores o la falta de valores vigente en la sociedad en un momento determinado. Más bien, tiene que ver con el desarrollo equilibrado y armónico de todas las facultades de la persona, en la que la acumulación de conocimientos tiene un papel secundario respecto al objetivo principal. A veces parece que se intenta invertir este orden de prioridades y los resultados son nefastos.
Por ello, no está de más imitar modelos que sí funcionan (y ahí, el sistema finlandés va en cabeza).
Sobre el papel de la familia en la Educación ya he comentado más arriba: es fundamental y es preciso conseguir que las condiciones sociales sean favorables. Tampoco es nuestro caso... y es otra fisura más en el sistema.
Y, por último, tanto me avergüenzan los contenidos de las conferencias de Aznar en USA, como la incapacidad idiomática de Zapatero para pronunciarlas. Muy mal para los dos, siendo y habiendo sido presidentes de nuestro país.
Ya lo dije otras veces: me parece muy bien que discrepes, porque este espacio necesita de tesis y de antítesis que lo hagan interesante :D
besos
Raindrop, no empleo tono irónico. Simplemente es la conclusión que saqué luego de terminar mi licenciatura. Todo sistema educativo transmite unos valores. Otra cosa está en que los compartamos o nó. Son muy interesantes los estudios al respecto de Bordieu, e incluso de mi viejo profesor Xurxo Torres Santomé.
ResponderEliminarPor mi parte, los valores que imperan en la sociedad que me rodea no los comparto en su mayoría. Y la escuela también transmite esos valores, ergo, tampoco estoy de acuerdo en lo que transmiten hoy en día las escuelas.
En la teoría, la educación debería servir para el desarrollo integral de la persona. Y ahí tenemos ejemplos como la Teoría de la Liberación, en Brasil; la escuela de A.S. Neill, Summerhill; y algunos otros ejemplos. Pero tomada la Educación en términos globales, ahora y en mi país....uhmmm, como que no se pretende eso.
Cada vez hay más contenidos "técnicos" en detrimento de otros más "humanistas". (Hablo de los niveles obligatorios, por supuesto). ¿Porqué? ¿Será porque detrás de lo que se transmita en el curriculum, así se transmitirán unos valores u otros, como estudió Popkewitz? ¿será porque el sistema educativo aquí, se va haciendo a salta de mata como pienso yo?.....
Estoy de acuerdo contigo que la educación no debe, no puede ser algo que se politice. Pero la escuela transmite ideologías, y los partidos políticos no pueden evitar el meter sus "zarpas" en ella. Cuando lleguemos al punto de que los dos grandes partidos se parezcan ideológicamente más, entonces pactarán el tema. Y todos tan contentos.
Y mientras tanto, la Escuela y la Vida se distancian en muchas ocasiones. Y no lo digo yo, lo dice Francesco Tonucci (Frato), uno de los punteros pedagogos europeos.
Te agradezco, pilar, toda esa aportación argumentada que dejas con tu comentario (sobre todo, por estar argumentada). Me sería difícil responderte punto por punto, porque desconozco los trabajos de algunos de los autores que citas. Pero ya tengo la punta del hilo para ir tirando :D
ResponderEliminarLo del tono irónico era una sensación mía (ya te dije), que me confirmas que estaba equivocada. Así que rectifico.
En fin, me remito al título del post: Tú me dices que esto es educación y yo sigo pensando que, en cualquier caso, es mala educación. Es lo mismo que si me dices que la comida que saca de la basura un indigente es comida, porque es lo que la sociedad le está "dando". Bueno, pues yo te diré que es mala comida. Hasta ahora, nunca me he conformado con "lo malo" y no voy a empezar ahora. Tengo una profunda convicción de que lo correcto en una sociedad es buscar siempre la excelencia.
Hace unos días, estrella altair dejó este fragmento de un artículo de Juan Rof Carballo (todo un maestro):
“Si para que el hombre se desarrolle como una personalidad sana, la primera de las necesidades que ha de ser satisfecha es su necesidad de amor, lo cual supone su necesidad de amar a los demás y su capacidad para desarrollar en uno mismo la capacidad de amar al prójimo, la finalidad primordial de la educación no será sencillamente la de formar un ser competitivo, preparado para la “lucha por la vida”, sino que ha de penetrar en un estrato más primario y profundo, en el que se ha de cuidar principalmente del “arte de las relaciones humanas”, que no es otro que el arte de desarrollar en cada individuo sus “potencialidades para el amor”.
No sería un mal comienzo en una nueva orientación de las cosas.
un besazo