(te propongo esta canción como fondo sonoro)
Hace unos cuantos años, me contaron una historia que, aproximadamente, decía algo así:
Un monarca de un antiguo reino llamó un día a los sabios de la corte para darles un encargo.
- Quiero grabar en mi anillo un mensaje que me ayude a superar los momentos difíciles de la vida, pero que también me haga reflexionar en los momentos de prosperidad.
Durante todo un año, este tema ocupó a los sabios. Pensaron y debatieron, pero no pudieron encontrar el mensaje que respondiera al encargo real. Y se vieron en la situación de tener que dar cuenta de su fracaso al monarca.
Empero, en última instancia, un anciano sirviente de la familia real, conocido por su devoción, intervino diciendo que tenía la frase apropiada para esos dos momentos tan dispares.
Finalmente, el rey sorprendido leyó en su anillo: "TAMBIÉN ESTO PASARÁ".
Extraña historia. No dejamos de hablar de la importancia del presente, pero aquí obtenemos una moraleja bien distinta: la de buscar refugio en tiempo futuro. ¿Acaso poseemos algo más que este instante que cruza raudo a través de la cortina espaciotemporal? No hay nada fuera del presente que podamos poseer. Desde el tiempo presente construimos un pasado que ya no nos pertenece y un futuro que no sabemos si llegará a pertenecernos.
Hay circunstancias en la vida, no obstante, en que desearíamos desplazarnos dando un fuerte tirón a esa línea del tiempo, como si de un cordón de días de tratara, para llegar a un punto en que la cruel intensidad del presente se transforme en un tenue recuerdo del pasado.
Esto que tanto te aflige también pasará...
No puedo creerlo. No puedo creer que un pensamiento tan endeble pueda servir como consuelo a los padres de Tamissa. Ellos están completamente desconsolados y para ambos no es momento de palabras. En sus ojos arrasados por las lágrimas, incluso los interrogantes se diluyen en un vacío en que no caben palabras. No hay preguntas ni respuestas. Solo dolor. ¿Pasará?
Menguará, sí. Pero nunca pasará.
Desde que venimos a este mundo, vamos creciendo en la compañía de una idea inexorable: los padres no sobreviven a los hijos. Esa es la norma. Por doloroso que sea, son los hijos quienes despiden a sus padres, con el testigo recibido de ellos en las manos. En cierto modo, los hijos vamos adquiriendo la programación para ese trance. Los vemos envejecer, contemplamos su declive sin poder hacer nada más que asumirlo. Hasta que llegue el día.
Nunca al revés. Nunca unos padres se hacen a la idea de que sobrevivirán a la trayectoria de la flecha que un día lanzaron al cosmos. Esa flecha debe seguir volando libremente su propio camino aun cuando ellos ya no estén aquí para contemplar su devenir...
Pero hoy no ha sido así. Unos padres fueron golpeados incluso con mayor severidad que la del mortal impacto recibido por su hija, arrebatada prematuramente. Ellos sobrevivieron, ella no. Tamissa fue atropellada junto a su novio en la noche coruñesa por un conductor ebrio. El novio queda herido, ella muere en el acto, el conductor intenta darse a la fuga pero es detenido por la policía. El diario, con la distancia requerida y frialdad acostumbrada, da la noticia en la mañana.
Antes, los padres reciben el mazazo que los deja casi muertos.
¿Pasará?
En su página de facebook, Tamissa sigue sonriendo como si nada hubiera sucedido. Allí nos cuenta de sus 23 años, de sus ilusiones, nos dice que tiene una relación y unos cuantos ciberamigos. El sol sigue saliendo en internet. Tamissa se ha llevado con ella la clave de acceso que perpetúe su estancia en la red. Se la ha llevado para que podamos seguir soñando, para que sigamos creyendo que, mientras ella nos sonría desde su página, no debemos abrir los ojos a la pesadilla. Quiere que creamos que todo va bien...
Seguirá sonriendo hasta que los malos tiempos pasen. Sonreirá para siempre.
Buen viaje, amiga.
Despidiendo a una amiga...
ResponderEliminar:'(
Comparto totalmente la frase "También esto pasará". Es así, para lo bueno y para lo malo, el tiempo deja su huella y ayuda a diluir los sentimientos a flor de piel. Preciosa despedida a tu amiga. Que tenga buen viaje. Un beso
ResponderEliminarTe envío un abrazo. Uno bien fuerte.
ResponderEliminarQue te digo. A veces tan cerca... tan alejados entre protones y basta un vistazo real para saber que tenemos una vida afuera llena de muchas mas cosas y de pronto se nos niega.
ResponderEliminar*abrazos*
Mis brazos te abrazan.
ResponderEliminarNo me salen las palabras. Sorry
En estos casos no se me ocurren palabras de consuelo. Solo puedo ofrecer un fuerte abrazo.
ResponderEliminarBesos
El otro día escuché a alguien que caminaba delante mío en la calle, diciendo que la vida era un regalo, y que nunca podías saber el tiempo del que dispones para difrutarlo. Es muy duro perder a una amiga, pero lo es más para esos padres que jamás imaginaron que la sobrevivirían. Estoy convencida que ella agradecería tu emotiva despedida.
ResponderEliminarUn abrazo inmenso y mucho ánimo
Qué post tan crudo, raindrop. Me temo que ese anillo, en este caso, no sirve para nada.
ResponderEliminarNo todo pasa, no todo se olvida y no todo se cura.
Un beso.
las palabras son buenas amigas de viaje. Pero a veces el viaje debe hacerse en silencio o con el único sonido del llanto. Porque el llanto reconforta, aun viviendo en una sociedad que lo limita, lo esconde, lo coarta. El llanto deja fluir ese nudo que se forma en la garganta, en la cabeza, en el corazón. Es momentáneo, pero alivia. Y el contacto físico también. Un buen abrazo para un dolor que entiendo insoportable.
ResponderEliminarSe me ha encogido el corazón, amigo. Sólo puedo decirte que siempre la llevarás contigo, y la recordarás en los momentos menos inesperados y eso también está bien, aunque duela. El sufrimiento de los padres no pasará por mucho que digan, dales un abrazo de mi parte. Y ya sabes que en mi tienes una amiga y que puedes contar conmigo siempre que lo necesites.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte y miles de biquiños
Gracias por vuestra compañía y vuestros ánimos, Layna, Carmen, Jo, María, Pilar, Marijo, aina, kira, Blanka. Si ha sido algo duro para mí, no llego ni de lejos a imaginar lo que están sintiendo sus padres, unas personas tan entrañables.
ResponderEliminarGracias de corazón por vuestra amistad, que tanto color le da a la vida mientras seguimos aquí.
muaaaacks
Si pudiésemos tener consciencia de lo efímera de nuestra vida, tal vez pensaríamos dos veces antes de ignorar las oportunidades que tenemos de ser y de hacer a los otros felices.
ResponderEliminarEsto no pasará...ha pasado y ha dejado una profunda tristeza en los corazones de los seres que querían a Tamissa.
Cuando trabajas en un lugar donde los seres vamos a nacer y a morir te planteas las cosas de otra manera.
He visto la alegría de un nacimiento y la partida de un anciano y he podido imaginar en ese momento la vida de esa criatura pasar en segundos.
La vida es un misterio y no hay anillo con mensaje que te haga pasar por ella sin conocer el dolor.
Por eso querido amigo Raindrop comparto tu dolor con un cariñoso abrazo. Pues hoy quizás tenga oportunidad de hacerlo...mañana no lo se.
Siempre es bueno decirnos lo que cada uno sentimos sin ruborizarse pues la vida hoy nos da la oportunidad de hacerlo, mañana..... no lo se.
Hoy 16 de Junio del 2011 te digo.. te quiero amigo. No necesitas anillo para recordarlo lo haré mientras la vida me de oportunidad de seguir aquí.
Lo siento cielo. : (
Pues sí, para sus padres pasar...esto no pasará.
ResponderEliminarUn abrazo enorme
toda la razón, vivimos en un mundo muy muy loco.
ResponderEliminarUn abrazo bien grande.
NÃO HA BEM QUE SEMPRE DURE NEM MAL QUE NUNCA ACABE!!!!No passará .o tempo o fará mais suportavel.Experiencia própria!!!!!A vida mesma!!!!
ResponderEliminarNo, lamento decirte, que eso no pasará, se mitiga el dolor, se hace mas suave, pero duele siempre. Mi hermano siempre decia que el tiempo es betadina. Cicatriza, pero no elimina la herida, la marca.
ResponderEliminarQue les pregunten a mis padres, a cualquier padre que haya perdido un hijo, si por mucho tiempo que pase... pasa la pena.
Siento muchisimo lo de tu amiga.
Un beso enorme.
Se vive con ello, pero nunca desaparece.
ResponderEliminarprecioso Adios a tu amiga
un beso
Un abrazo a esa familia y para ti tambien Rain.
ResponderEliminarCierto que todo pasa, pero deja huella.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte y un beso.
Ante todo un abrazo de un bloguero que no te conoce personalmente pero que, a base de comentarnos durante meses, casi a diario como aquel que dice, ha aprendido a valorar tu forma de esscribir y de expresarte.
ResponderEliminarAunque suene jodido, es cierto, todo pasará, triste consuelo puede parecer ahora, pero pasará, por que la vida pasa y nosotros con ella. Unos antes y otros después.
Lo dicho, un fuerte abrazo.
Yo también te mando un abrazo, no es la primera vez que me paso por aquí pero si la primera que comento, no podía dejar de hacerlo.
ResponderEliminarNo sé qué más se puede decir.
Cuanto lo siento. Se me ha removido algo dentro mientras leía tus palabras. Es una gran despedida. Preciosa. Y debo decir que es cierto que el dolor menguará, pero nunca pasará. Este tipo de cosas nunca se olvidan del todo, nunca dejan de doler aunque con el tiempo empecemos a ser capaces de sobrevivir.
ResponderEliminarSiento mucho tu pérdida y desde aquí te mando un fuerte abrazo.
Pues yo creo....que eso nunca pasará....su vida ya no volverá...su padres ya no volverán a vivir...porque esos mazazos dejan esas profundas heridas abiertas hasta siempreeeeeeeeeeeeeeeee.
ResponderEliminarAquí en La Robla el miércoles enterramos a una niñita de 6 añines, Noemí y eso nunca pasará...esas cosas dejan locuras, tristeza,dejan el alma herida...y....como pasará...que precio hay que pagar...nunca entenderé porque pasan estas cosas.
abrazotedecisivo con todo mi cariño por tu pérdida y momentos de dolor.
Descanse en paz y ojala sea la última muerte que el alcohol siembra sobre ruedas. Mierda de gentuza!
ResponderEliminarMuchas gracias a todos los que habéis comentado. Me faltan palabras para agradecer tantas muestras de cariño y apoyo. Gracias, gracias, gracias.
ResponderEliminarA natsnoC y a RuMBi, además, les digo que son bienvenidos a esta su casa. Todas las veces que quieran :D
besos y abrazos
Como ya han dicho varios, el dolor sigue... puede ser menor, puede que ya no sientas esa angustia en el pecho cada vez que crees escucharla ni el frío desazón de saber que no está que te asalta pocos segundos después, pero mengua... se va haciendo pequeño hasta que finalmente queda una ciactriz donde antes había una herida sangrante. Duele a veces, es cierto... y siempre estará ahí, pero con el tiempo se hace más soportable...
ResponderEliminarLo único que se puede tener es ánimo y seguir...
Un abrazo.
Leo ahora esta entrada y aunque un poco tarde, no puedo irme sin decirte que lo siento mucho y te envío un abrazo tan fuerte como el que tú me enviaste virtualmente el otro día ;)
ResponderEliminarSí creo que "todo pasa" y eso no quiere decir que las penas desaparezcan pero el tiempo es la mejor medicina, sabe atenuar el dolor y nos enseña a sobrevivir con él.
Un beso!
Gracias, Efra y Aliena. Me alegran vuestros comentarios por la compañía que me hacen, queridos amigos.
ResponderEliminarbesos y abrazos :D