sábado, 31 de mayo de 2008

operación tifón

(44ª parada)
“Dios le dijo a Caín: ¿Dónde está Abel, tu hermano?
Y él respondió: No sé. ¿Acaso soy yo guarda de mi hermano?”
(Libro del Génesis, cap. 4: 9)

TRES REINAS SIN REINO
III.- La reina roja: FRATERNIDAD


Maloyaroslavetz, límite de la agresión. Inicio de la fuga y de la aniquilación del enemigo. General Kutuzov.
Recuerdo bien que, de camino a Moscú, la columna de vehículos se detuvo un breve instante en aquel lugar. Me incorporé en mi camilla lo suficiente para observar la lápida con la inscripción. Esas pocas palabras llevan a la memoria de los moscovitas el límite máximo que alcanzó el ejército napoleónico en octubre de 1812, el punto más allá del cual ningún soldado francés logró dar un paso y que señaló el inicio de la retirada más desastrosa de la época. Pero, después de ciento veintinueve años, superado el octubre de 1941, los pocos moscovitas y soldados desbandados en retirada, apresurados y ateridos, que íbamos pasando ante la lápida camino de la capital nos preguntábamos angustiados dónde se iba a colocar la destinada a señalar el límite de la agresión nazi. Los más optimistas confiaban en la barrera natural de los Urales (más allá de la cordillera, a la Rusia asiática, se estaban transfiriendo fábricas enteras), pero nadie se atrevería a apostar un rublo por la suerte de la capital soviética. La Wehrmacht se reveló más aguerrida que las tropas napoleónicas, mientras que el Ejército Rojo, en estos primeros meses, demostró una total impreparación para la guerra y una absoluta carencia de jefes carismáticos de la clase de Kutuzov, el general que derrotó a Napoleón. Aquel otoño de 1941 fue muy triste para todos nosotros. La situación era desesperada: Leningrado, sitiada; Minsk, Odessa, Esmolensko y Sebastopol habían caído... y en sólo tres meses de guerra.

Desde los primeros días de octubre, los alemanes habían puesto en marcha la Operación Tifón para adueñarse de Moscú antes de la llegada del invierno. Pero, al menos en esto, la suerte estuvo de nuestra parte: a falta de un Kutuzov, el General Invierno decidió acelerar su llegada para detener el arrollador avance alemán. El plan Barbarroja de Hitler había previsto una campaña velocísima para apoderarse de Rusia, que debería concluir a finales del otoño, antes de un alarmante descenso de las temperaturas. Pero el termómetro indicaba que esa opción ya se había frustrado. Ahora, la blitzkrieg apuntaba directamente al corazón de la U.R.S.S., a Moscú, de acuerdo al nuevo plan. Fue de este modo como, en su frenético avance, las divisiones acorazadas nazis de Hoth y de Hoppner, realizando una maniobra de tenaza, terminaron por embolsarnos en la línea defensiva de Viasma (entre Esmolensko y Moscú) el 10 de octubre. Las órdenes del mariscal Koniev a los oficiales a su cargo y, por tanto, a los cientos de miles de soldados que fuimos cercados en aquella bolsa eran claras: antes que rendirse, había que resistir a toda costa para evitar la rápida progresión hacia Moscú de Von Bock, el feldmariscal que dirigía los ejércitos alemanes en la Operación Tifón y a quien sus soldados llamaban Der Sterber (“el que siembra la muerte”). Y como las órdenes eran precisas, pasamos días y más días tratando de resistir como pudimos. La furia del cañoneo alemán sobre nuestro batallón fue tan intensa, que acabó desmembrándolo hasta que las compañías que lo integraban quedaron incomunicadas en medio del caos logístico y el fragor de las explosiones. La situación fue desesperada para el pelotón del que yo formaba parte: roto todo contacto, nuestro sargento, otros cinco soldados, Veselin y yo acabamos totalmente aislados y a merced de los temibles panzer que no dejaban de hostigar nuestra posición.

Conocí a Veselin en un ferrocarril repleto de tropas que nos transportaba a Esmolensko para organizar la defensa de la ciudad, asediada en julio. La idea de la guerra me traía grandes dudas a la cabeza acerca de mi valentía, así que estuve cambiando de vagón varias veces en un intento de mitigar mi ansiedad con breves paseos. A veces, tenía que abrirme camino con esfuerzo entre cuerpos (todavía vivos... ¿hasta cuándo?, pensaba) de soldados que permanecían de pie a lo largo de todo el convoy. Al fin pude ocupar un nuevo asiento. El soldado sentado enfrente de mí era Veselin. Me fijé en su mirada perdida y en su expresión, que me pareció demasiado serena, como si no estuviera en ese lugar o no fuera consciente de la suerte aciaga que en corto plazo nos esperaba a muchos. En cambio, yo estaba muy inquieto. Intenté disminuir el nerviosismo que me oprimía las entrañas tratando de entablar una intrascendente charla con ese hombre inmune al traqueteo del tren, inmune a la idea de una muerte atroz, inmune a lo terrible de los días que nos estaba tocando vivir... Él no parecía muy interesado en conversar. Siguió ajeno al entorno hasta que mencioné mi lugar de origen, allá en tierras siberianas. Ese dato le arrancó del ensimismamiento y devolvió expresión a su mirada. El azar había colocado frente a frente a dos paisanos: él me contó que vivía apenas a 10 kilómetros de mi casa... ¡y ahora nos encontrábamos por primera vez a miles de kilómetros de distancia del hogar! Hablar de nuestra lejana tierra me trasladaba a otro momento y me ayudaba a olvidar el que se acercaba. Nuestra vecindad era una simple coincidencia en unas vidas tan diferentes. Mientras que yo me dedicaba a la mecánica como jefe de un pequeño equipo en un taller, Veselin era un hombre de las nieves, un cazador solitario. Es posible que el insignificante detalle de nuestra proximidad geográfica, sumado a la gran añoranza de otro tiempo y otro lugar, fuera la excusa perfecta que necesitábamos en aquellas condiciones excepcionalmente duras para comenzar a fraguar una intensa amistad. En los meses que nos iban acercando al invierno de 1941, nos convertimos el uno en la sombra del otro y decidimos que íbamos a cuidarnos para volver sanos y salvos a casa. Mi confianza en Veselin era enorme. Su experiencia como tirador y su capacidad de supervivencia en situaciones adversas era todo un seguro. Ya me lo había demostrado en la breve defensa y posterior retirada de Esmolensko. Pero aquel 9 de noviembre, bajo los mazazos de la artillería nazi, contemplando a estos ocho hombres solitarios perdidos en la nieve, pensé que habíamos llegado al fin de nuestro propósito... En un instante, un proyectil disparado por un blindado alemán impacta en la trinchera natural donde estamos agazapados y siega la vida de seis camaradas. Todo salta por los aires... cuerpos mutilados, nieve roja... La escena es indescriptible... Desorientado y perturbado, miro desde el suelo hacia todas partes, tratando de hacerme cargo de la situación, pero algo no marcha... Además de un enloquecedor zumbido en los oídos, llegan otras sensaciones y se hace insoportable el dolor en mi pierna izquierda. Estoy mareado y muy asustado. La hemorragia es horrible... Veselin, único superviviente además de mí (aunque en esos momentos de aturdimiento no sabía si estaba muerto o vivo), se apresura a atenderme. Él parece no haber sufrido ningún daño de consideración. Una vez más, su experiencia le ha permitido protegerse instintivamente mejor que los otros. Consigue aplicar en mi pierna un torniquete que funciona y me arrastra por la nieve hacia un bosquecillo próximo sin llamar la atención de los alemanes. Antes de desvanecerme, sólo consigo escuchar estas palabras casi ahogadas en medio del pitido que aún no cesa: "Andrei, vamos a salir de esto, yo me encargo..."

Despierto al día siguiente (eso me dice Veselin). Tengo bien vendada y entablillada mi pierna. Todavía no estamos a salvo, ni mucho menos. Pero mi amigo ha improvisado una rudimentaria camilla para transportarme hasta una unidad de nuestro ejército. Ha leído el rastro en la nieve. En otro camino hay huellas recientes de un T-34 y ninguna de panzers. Buenas perspectivas de camino despejado. Sin embargo, la marcha que llevamos es muy lenta y tememos que se esfumen nuestras posibilidades de supervivencia. Le he pedido a Veselin que considere la posibilidad de abandonarme para buscar ayuda con más rapidez. Yo sólo le sirvo para frenar su marcha. Pero él me ha dicho que seguiremos juntos. Por fin, al cabo de tres días angustiosos en que pensamos que moriríamos congelados antes que liquidados por los alemanes, llegamos a reunirnos con otro batallón que ha decidido abandonar la bolsa por una brecha abierta en las líneas alemanas y dirigirse hacia Moscú. Aquí todo está perdido y es preciso reservar efectivos para defender la capital.

Dejando atrás poblados arrasados y viviendas en llamas, finalmente contactamos con tropas razonablemente organizadas de camino a Moscú. Nuestro trayecto termina al llegar a la apesadumbrada capital que, en el transcurso de varias semanas, será sitiada por el enemigo. Sin embargo, los nazis no conseguirán capturar la ciudad (a pesar de lo cual, llegamos a saber que incluso se habían confeccionado las invitaciones para el desfile triunfal ante el Kremlin... ¡qué estúpido es vender la piel del oso antes de cazarlo!). De todas formas, mi participación como soldado en la guerra ya había terminado en aquel bosque de la zona de Viasma. Pasé más de un mes en un hospital moscovita recuperándome de las heridas y la cojera permanente que ha quedado en mi pierna izquierda me ha inhabilitado para el ejército. El resto de la guerra transcurrió para mí en una fábrica de montaje de cazas. Cientos de Sturmoviks pasaron por mis manos. Pero hay otro asunto que no me quito de la cabeza, un pensamiento fijo clavado en mi mente: ¿Qué habrá sido de Veselin? Visité su aldea, fui hasta su isba, pero él no había pasado por allí. No tenía familia que pudiera informarme si seguía vivo o había muerto. No supe nada de él desde que nos despedimos en Moscú. Ese día, pasó por el hospital para decirme que se incorporaba a un batallón bajo las órdenes de Rokossovsky con la misión de lanzar una ofensiva en la cercana Kalinin, al noroeste de Moscú. Empezábamos a devolver el golpe a los alemanes. Y ya no supe nada más de él ...hasta hoy. Porque hoy, cinco meses después de terminada la guerra, en otro octubre muy diferente al de 1941, he recibido una carta de Veselin.

Querido Andrei:
Al fin conseguí saber de tu paradero gracias a las amables indicaciones de tu amigo, el capitán Tikomirov, con quien estuviste reunido en agosto. Seguiré en Leipzig unos pocos días más, pero estoy deseando volver a la patria y darte un fuerte abrazo. Tengo muchas cosas que contarte, que pueden esperar hasta nuestro encuentro.
Pero hay algo que prefiero no demorar más. ¿Recuerdas que, antes de despedirnos en aquel hospital de Moscú, tú me agradecías una y otra vez por haberte salvado la vida en la zona de Viasma? Cuántas veces me han perseguido tus palabras en estos años. Porque yo callé. Y tenía que decirte que tú también habías salvado la mía. Mucho antes, desde nuestro primer encuentro en el ferrocarril. Ya sabes que, al perder a mi familia, había perdido también toda ilusión de seguir adelante. Para mí, la guerra era casi un alivio, ya que me daba la oportunidad de terminar de una manera algo digna, quién sabe... un acto heroico, un mártir más para la patria. Estaba dispuesto a solicitar las misiones más arriesgadas, a exponerme a los mayores peligros para terminar cuanto antes. No importaba. Nada tenía sentido.
Pero, en unos meses, tú te convertiste en mi hermano y me sujetaste otra vez al mundo con un ancla de esperanza en nuevas oportunidades, a pesar de la guerra que nos envolvía. Y redescubrí la camaradería, olvidada por el huraño cazador. Y volvía a tener sentido cuidar de alguien y ser cuidado por alguien. ¡Qué días de recuerdo indeleble fueron los que pasamos en la bolsa de Viasma! El antiguo cazador hubiera respondido a su instinto de supervivencia y te hubiera abandonado a tu suerte, para no tener que cargar con un lastre irrecuperable. Pero ese ser ya no existía. Ahora, contigo sólo estaba tu hermano, pensando en cómo sacarte de ahí, aunque ambos muriéramos. Y también en esto me salvaste la vida. Mi experiencia me hace pensar que, por la situación en que nos encontramos durante aquel tiempo en medio de bosques helados, es muy probable que un hombre solo hubiera acabado pereciendo por congelación. Pero al tener que llevarte conmigo, al tener que mantenerte caliente, yo mismo me estaba manteniendo caliente... esforzándome en arrastrarte por la nieve, sentía calor; frotando tus brazos y tus piernas para que entraras en calor, yo también entraba en calor; permaneciendo juntos, nos calentábamos juntos ambos cuerpos. Sobreviví gracias a ti. Nos salvamos la vida, el uno al otro, aunque no te dieras cuenta. Nuestro lazo permitió que siguiéramos vivos. Aprendí que no se debe menospreciar la inmensa fuerza que queda en el interior de una persona, por acabada que parezca. Es una locura dejar de luchar por un hermano y abandonar.
Y, ahora, nada deseo más que reencontrarme contigo para celebrar que podremos volver juntos a casa.
Ten listo tu mejor vodka.
Ваш брат, Veselin



EPÍLOGO

En una escena de The Matrix, Morfeo ofrece a Neo las respuestas a sus preguntas. Pastilla roja o pastilla azul. Sólo se puede elegir una de las dos. Y una sola vez. En cambio, las tres reinas son como tres pastillas (azul, blanca y roja) que se toman en dosis completa y continua. De nada sirve tomar una y dejar las otras dos. Deben actuar siempre juntas.


Ya cité una vez (aquí) unas palabras de José Luis Sampedro, quien (hablando de las directrices políticas de los grandes bloques) decía que el bloque occidental se ha preocupado de la LIBERTAD: que todos sus ciudadanos se sientan libres para desarrollar sus vidas; mientras que el bloque del Este (al otro lado del telón de acero, cuando existía) mostró fijación por la IGUALDAD: que todos sus ciudadanos se sintieran iguales en oportunidades, derechos y deberes. Pero, lamentablemente, tanto unos como otros se olvidaron de la FRATERNIDAD, ese ingrediente tan importante para dar sentido al conjunto.
La historia ha dejado pregoneros y abanderados de estas tres reinas, caminando juntas. Lo han intentado desde la espiritualidad y desde el laicismo con resultados parecidos (más bien escasos, para tanto entusiasmo). Se me ocurre pensar en el esfuerzo de los revolucionarios franceses y en el de aquellos independentistas de las Trece Colonias. También pienso en el rabino galileo que, preguntado acerca de lo más importante de la Torah (enseñanza o instrucción), repite las palabras de Moisés para condensar en apenas una frase la esencia de sus principios: Amarás a tu prójimo como a ti mismo (libro del Levítico, cap. 19: 18). Y corona a la LIBERTAD en “amarás” (sólo puede amar de verdad quien es libre de verdad), a la IGUALDAD en “como a ti mismo” y a la FRATERNIDAD en “a tu prójimo”. Tres reinas que siguen buscando su trono en la Humanidad.

¿Seré tan utópico como me dicen? :D
No voy a engañarme: tengo ojos para ver este mundo, para ver dónde y cómo vivimos.
Otra cosa es que me guste todo lo que veo. No, no me gusta.
Pero voy a tirar de nuevo de una de mis 'gritonas' favoritas (Alanis) para dar gracias por algunas de las pequeñas o grandes miserias con las que hay que convivir cada día. A veces por contraste, ellas me enseñan lo que en verdad quiero y por lo que merece la pena dejarse la piel, mientras este mundo sigue siendo este mundo. Así que:


Gracias, India; gracias, terror; gracias, desilusión; gracias, fragilidad; gracias, consecuencia;
gracias, gracias, silencio.
Gracias, India; gracias, providencia; gracias, desilusión; gracias, inexistencia; gracias, claridad;
gracias, gracias, silencio.

.

27 comentarios:

  1. Estreno los comentarios para decir que se acabó la serie (evidente, ¿no? :D). Me había propuesto tratar el mismo tema desde tres registros completamente diferentes... ya descartada de inicio la poesía (el ridículo sería mayúsculo), me fui por estos derroteros literarios.
    En fin, teniendo en cuenta mis enormes limitaciones en este campo, la conclusión es que me ha costado un riñón y parte del otro, pero me lo he pasado en grande.
    Y ya que estaba dando gracias:
    Gracias a todos los lectores del blog, que deseo que también se lo hayan pasado [algo] bien ;D

    En el próximo post: un par de memes pendientes. Espero que no estéis demasiado ocupados, porque son de los que se pasan jeje

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  2. Bueno, bueno, Raindrop.
    Las tres reinas que nos has traido son realmente dignas de lo que has hecho: con ésto nos has dado una lección sobre lo difícil de la sociedad en la que vivimos, y lo sencillo que habría sido cambiarla...
    No es malo ser idealista. Creer en las utopías. Es al menos ser algo consciente de las posibles soluciones que hemos tenido y seguimos teniendo la humanidad para poder evolucionar sin llegar a la autodestrucción.
    Luego hay que tener en cuenta que diversos factores nos embelesan lo suficiente como para echar al traste todo lo bueno que hemos conseguido...pero no es suficiente para perder la esperanza.
    Es complicado llegar a esta LIBERTAD, tan luchada durante siglos y tan inalcanzable a medida que pasa el tiempo, por mucho que nos parezca a simple vista...ni hoy en dia la tenemos, hay una especie de velo que nos la cubre...y nos arrastra...
    Pero me ha encantado esta trilogía de la que nos has hecho partícipes.
    Muchos besos y feliz finde!!!

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  3. Hola guapo...esas tres reinas son una auténtica trinidad, o al menos algunos lo consideramos así, y tienes razón, van juntas, inherentemente, no sirven de nada por separado, y creo que ni siquiera realmente existen solas.

    Oye, me ha encantado la historia, supongo que te habrá costado, porque se nota trabajada, pero está realmente genial.

    Un abrazo

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  4. No sé que tal te habría ido con la poesía lo que sí sé es que con la prosa se te ha dado de maravilla. Hoy, leyendo este relato sobre la fraternidad me has enternecido el corazón. Sí porque sé bien que la fraternidad no es una utopía. Yo la he vivido. Puede que se dé poco, pero ahí está.

    Me ha encantado leerte.

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  5. Eres un fenómeno. Manejas muy bien los tiempos y la estructura. El relato es muy ameno y la lección, inolvidable. La camaradería es algo que se va perdiendo, quizás la vida actual no nos de muchas oportunidades de demostrarla, pero es un valor fundamental a recuperar. ¿Quién si no Raindrop iba a recordarnos una vez más que recuperar los valores humanos es lo mas importante?

    Gracias por escribir sobre ello y por escribirlo tan bien. El que te haya costado trabajo solo indica que has puesto todo tu esfuerzo y empeño en escribir este gran post.

    Fuerte abrazo.

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  6. Pues yo te doy las gracias por el esfuerzo que has hecho, y te felicito por los resultados. Me has hecho pensar mucho,...y aún sigo en ello.
    Gracias por regalarnos esta "trilogía".

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  7. Increible! que bien te ha quedado, yo desde luego ¡felicitarte!, porque has conseguido desde el principio... mi atención a estas tres reinas, que desde luego, no imaginé cuando comenzaste, que fueran por estos derroteros.Has conseguido una maravilla, en serio, me gustó...y como te he comentado en la libertad y en la igualdad, ojalá pudiera creer más, pero me parecen una utopía absoluta, aunque la persigo con ahínco, pero mira en la fraternidad creo mucho más...aún creo en esa fraternidad que yo al menos, necesito también para al igual que el protagonista de tu hermosa historia,vivir, continuar y no se simplemente un cazador de sueños...si...decididamente, aún creo en la fraternidad.
    Un abrazo fraternal Raindrop

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  8. xiketä
    Gracias :D
    Hay gente que, cuando le planteas los grandes ideales, parece que lo traducen como rozar la utopía. Pero... ¿tan poca confianza se tiene en el género humano?
    A veces, es la impresión que da, ¿verdad que sí? Bueno, nosotros seguiremos confiando (jajaj quizás ésta sea la utopía ;D)
    besos

    poledra
    Uy! qué ilu! :D me gusta que te guste.
    Para la historia tuve que documentarme algo (quería dar sensación de realismo), quizás ésa fue la parte más "trabajosa". Bueno, y luego poner las palabras jajaj que siempre cuesta lo suyo.
    besos

    siberia
    ajá, eso es: la fraternidad no es una utopía. Me gusta que lo digas.
    Gracias por tus elogios... si hubiera escrito una poesía, no los hubiera tenido ;D
    besos

    mary
    Graciaaaaas :D
    un beso

    instigador
    Al margen de la documentación histórica y el relato en sí, quería que la línea temporal de la trama fuera de un punto central hacia atrás y luego otra vez hacia adelante hasta el "presente". Tenía la sensación de que la historia podría mejorar con ese truquito... pero te reconozco que no tengo rodaje suficiente para sentirme con soltura al usar este tipo de recursos. Por eso me alegra tu comentario sobre el resultado :D Sin tener en cuenta el blog, no había escrito un relato en mi vida.
    Y sobre la camaradería... ¡qué decir! Es una de las grandes cosas de esta vida. Aunque suena muy manido: quien tiene un amigo, tiene un tesoro.
    un fuerte abrazo

    pilar
    jajaj no, las gracias para vosotros: queridos lectores :D
    (además, hay que decirlo, me aguantáis bien el rollete... será por líneas!! jajaj)
    besos

    sara
    uf! gracias... me pones por las nubes :D
    Coincido contigo: la fraternidad es como la clave del arco. La quitas y todo se desmorona.
    besos

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  9. Me ha encantado el relato... me ha enternecido. La amistad... ya sabes como la valoro asi que la historia para mi ha sido increible. ¿Que no hariamos por un amigo? Por aquel que es tu herman@ aunque hayais nacido en familias diferentes?

    Se terminan las tres Reinas. Claro que hemos disfrutado con ellas. Nos han enseñado muchas cosas, y la más importante, ellas nos han presentado. un poquito más, a Rain.

    Me ha gustado la serie mucho.

    ¿memes? uf... yo estoy ocupadilla eh? jajajajajaj.... ;-) es broma, ya lo sabes....

    Besicos!

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  10. Por cierto, ya me he fijado en la nueva cabecera ¿habra votaciones al final para elegir cabecera?
    ;-D

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  11. “Andrei, vamos a salir de esto, yo me encargo...”

    Me he metido en la historia (te confieso que al principio me creía incapaz leer sobre tema de guerra), pasado el 1er párrafo, me ha ido cautivando. Qué personaje Veselin. Admirable.

    Sr Rain, le felicito.

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  12. La verdad Rain, no te tenía por tan utópico, pero después de leer las últimas post no se que pensar de tí ya.

    Además entreveo en tus textos esa sinestesia de los múltiples sentidos unida a una conciencia que se escapa de la comprensión mundanal.

    En fin, tengo vodka en casa, y las tres pastillas ;-) lo demás "Lo que Dios o Dos quieran"

    Un beso.

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  13. nerea
    Tienes toda la razón: la amistad es una de las cosas que más merece la pena cultivar en esta vida. Sin amigos... ¡qué mal! ¿no?
    hummm... no he pensado en el tema "votación", pero se admiten sugerencias ;D
    besos

    yuria
    Gracias :D
    Se me hacía raro escribir sobre la fraternidad en un ambiente bélico. Pero tenía la intención de acentuar los contrastes... De todas formas, a veces esta vida parece una auténtica guerra. Siempre hay alguien dispuesto a armarla.
    Me gustó que te gustara.
    besos

    susana
    jajaj di que sí... utópico hasta los tuétanos :D
    Estas pastillas se pueden tomar con vodka, no hay contraindicación ;D
    Me gustan tus comentarios.
    besos

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  14. Ideal, idealismo, idea. Igualdad en libertad y derechos. Igual. Libre. Responsabilidad. Personal. Mutua. Yo no soy el guardian de mi hermano. Projimo. Proximo. Aproximacion. Percibir. Creer. Ver. Confianza.

    Creo que el punto crucial es definir qué es libertad, qué es igualdad, qué es fraternidad.

    Es imprescindible determinar un concenso, establecer un parametro valido para la mayor cantidad de personas posible, porque nuestra conciencia, nuestros caminos y nuestrose roles los definimos en tanto individuos, aun si hacemos parte de una sociedad.. y hace falta aprender a ver, escuchar al otro, empatizar, respetar. Pero todo, todo eso, hay que definirlo! lo valido para mi puede no serlo para el del lao.

    Y es por eso que, cuando a veces uno cree en cosas que considera el minimo - justo - sagrado - derecho - a exigir, se le tacha de "utopico" e "idealista"... por aspirar a lo que DEBE ser, ni mas ni menos...

    hola raindrop, ça va?

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  15. Rain, decirte que me has impresionado con este relato parece algo muy usado ya en otras ocasiones, pero esta vez te has superado con creces...
    Has conseguido hacer de estos posts un acto de coronación solemne en palabras, regio en expresiones,protocolario en sentimientos... Tus reinas, las nuestras, pululan hoy más fuertemente por nuestras cabezas...
    La fraternidad, por lo menos para mi es el mejor de los regalos que puede ofrecernos la vida,sin ella es complicado seguir el camino sin decaer...pero no olvidemos de su fragilidad¡¡
    Me gusta el clan de personas utópicas que veo por aqui, si somos muchos y perseveramos puede que consigamos algunas cosas.
    Gracias siempre a ti por regalarme estos momentos...

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  16. Ufff, pues ¿qué quieres que te diga amigo Raindrop? que te ha quedado un relato impresionante, que si es cierto que nunca los has escrito ¡NO SE PORQUÉ ESTAS TARDANDO TANTOOOO!

    Estas tres pastillas son algo que nuestro estómago cómodo y tan acostumbrado a "este mundo es una mierda y no se puede cambiar" no sé si podrían digerir... Estaríamos preparados para un mundo en el que las tres grandes reinas reinaran? Bueno yo las llamaría presidentas que lo de reina es que... me escuece ;)
    A veces me levanto utópica y creo que si, que aunque nos equivocamos mil veces y no nos comportamos como deberíamos, nos merecemos un mundo mejor. Creo en ello. Hubo un tiempo en el que ese rabino del que tanto hablas fue muy importante en mi vida y por él me convertí en la persona que intento ser cada día.


    Pero otros días me levanto negativa, renegando de todo y todos y me es complicado poder ver la luz después del túnel.
    Pero solo son días.

    Un besazo enorme y enhorabuena por tu relato. Espero que a partir de hoy haya más relatos (si puedes evitar la guerra yo también te lo agradecería, que es que me deja un cuerpoooooooo). Ah, y lánzate a la poesía porque me da a mi que se te iba a dar bien, fíjatetu! :)

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  17. Nada, sólo decirte que pasamos la noche en "Huapango de Moncayo".
    Espero que no nos ataque ese oso que ronda por allí, parece manso.

    (Tú, como estás entrenado en el arte de la guerra, defiendes).

    :)

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  18. p
    Sí, es cierto. Siempre es fundamental definir los conceptos, para que nos pongamos de acuerdo acerca de qué estamos hablando.
    Sin embargo, ya se han tratado estos temas con profusión. Creo que lo que llevamos mal es el paso de la teoría a la práctica.
    No imaginas cómo me ha gustado que salgas de bajo tierra para hacerme una visita :D
    (que echaba muchísimo de menos tus palabras)
    Oui, ça va!
    besos

    sib
    Lo primero, tengo que agradecerte por unos elogios tan entusiastas... pero ¿a que no eres capaz de decirme que en ellos no ha influído la amistad? :D
    Importantísima la fraternidad: es la joya de la corona, sin duda. Convierte ideales en realidades de la forma más sencilla y directa.
    besos

    avellaneda
    jajaj no, no escribo relatos porque me faltarían ideas... (y lo de la poesía, ya sería pa'echarse a temblar :D)
    Fíjate, has dicho una cosa muy interesante: estamos más o menos dispuestos a abanderar unos principios según nuestro estado de ánimo. Y quizás todo el asunto empieza por ahí, por cultivar la actitud adecuada para arrancar el motor de lo que sabemos que nos beneficiaría a todos. Sería una (¿sencilla?) primera meta volante, el primer objetivo cumplido.
    Tienes razón en el tema de la guerra... dudaba sobre escribir en ese ambiente, pero me decidí por reforzar una metáfora de conflicto. La vida tiene un telón de fondo de luchas que a veces la hace muy áspera. Pero es en ese ambiente donde debe florecer nuestra felicidad, nuestros ideales, nuestras ilusiones...
    La cantidad de literatura, cine y demás que hay, basado en asuntos bélicos... buff!
    Por cierto, que también me daba cosa llamarlas "reinas" (y más, teniendo en cuenta que están en el ideario republicano de la Revolución Francesa), pero es que "presidentas"... sin ser elegidas... jaja
    besos

    yuria
    Sí :D ...lo vi en tu blog (acabo de pasarme)
    jajaj nada de "entrenado en el arte de la guerra". Soy del club de los pacíficos y pacifistas (que también hay pacifistas poco pacíficos). Cuando había mili obligatoria, este menda se hizo objetor (13 meses de servicio a cambio de 9) rechazando la posibilidad de entrar súperenchufado al ejército y pasar esos 9 meses rascándome la barriga.
    Pero si hablas con xiketä, creo que está aprendiendo tae-kwon-do, y te ayuda con el oso ;D
    besooo

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  19. Pues la republicana te dice que las tres reinas son... imprescindibles..jejeje...¡¡toma ya!!
    Bromas aparte, los tres principios son imprescindibles y complementarios.
    Necesitamos que se conjuguen, que se enreden, se combinen, avancen, nos posean...:-P...¡¡nos invadan!!
    A ver si así se nos queda algo...

    Me ha emocionado tu analogía de la frase (para mí) más conmovedora del Nuevo Testamento. Aquello de "amarás al prójimo como a ti mismo". Y estoy de acuerdo y recojo tu idea: es la esencia de los tres ideales, sumados en una sóla frase.
    Creo que es la base de todo.
    Las tres píldoras las compro, joven, aunque la que debería tomarse primero es la que siempre se acaba olvidando, pese a estar en todos los idearios y en todas las revoluciones: la fraternidad. Puede no haber espacio para la libertad, pero sí para la mano amiga, el aliento y el hombro ajeno. Podemos asistir a miles de desigualdades, pero siempre encontramos un abrazo fuerte, una voz que nos guíe.
    La fraternidad nunca nos falla, y creo que es el bien más auténticamente preciado en la trilogía. El que nos da la llave para traspasar la puerta camino a la libertad y la igualdad.
    Qué sabio Sampedro, ¿verdad?

    En cuanto a tu historia...te lo llevo diciendo desde un tiempo atrás. Escribes realmente bien. Atrapas, enredas en tus palabras, hay ritmo en tus historias, tensión, conocimiento, mensaje. Sensibilidad.
    Sigue así, amigo.
    Una delicia leerte...¡¡y además, no veas lo que aprendemos contigo!!
    Un beso.

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  20. Soy capaz de decirte (valiente que es una..¡¡) que la amistad que siento por ti, por vosotros, hace que lo que leemos se engrandezca muchisimo, pero chico¡¡ al César lo que es del Idem ¡¡..
    Y en este caso no me dejo llevar simplemente por el entusiasmo, es que has escrito de .... eso lo que todos estamos pensando¡
    Un besazo grande

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  21. Lo del oso, de tus "artes de guerra" era broma, te puse en el papel del soldado que habla en primera persona en el relato de este post.
    De sobra sé que eres hombre de paz.

    Besos.

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  22. tamara
    Desde luego que Sampedro demuestra una lucidez excepcional, y parece que su avanzada edad no deja de mejorarlo. Me gusta leerle, pero también me produce mucho bienestar escuchar cada una de sus entrevistas. Fue en una de ellas que le escuché aquella frase. Y ¡qué verdad! si una de las tres figuras brilla un poquito más que las otras, seguro que es el rojo de la fraternidad.
    Tengo que agradecerte tus elogios... viniendo de alguien que escribe tan bien, son muy motivadores :D
    un besazo

    sib
    jajajaj ¡pues sí que has sido capaz! :D
    Gracias, amiga querida.
    un besazo

    yuria
    jajaj ya sabía que estabas de broma, así que seguí con la broma ;D (aunque lo que te contaba es cierto)
    un besazo, guapa

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  23. Mira guapo, no me cabe duda de que te ha costado esfuerzo porque un resultado así no podría venir de algo fácil...
    Enhorabuena por el relato y enhorabuena por la serie y por la conclusión bárbara: amarás a tu prójimo como a ti mismo...

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  24. Me dispongo a leer tu trilogia este finde ... todo seguidito y desde el principio porque he empezado por atars y eso no puede ser .
    Un abrazo

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  25. Tienes una sorpresa esperandote :-)

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  26. soloyo
    Gracias, guapa.
    Me alegro de que te haya gustado. Así, cualquier esfuerzo merece la pena :D
    besos

    churra
    Muy bien. Espero que lo disfrutes y gracias por tu tiempo :D
    besos

    poledra
    Una sorpresa a tu medida. jó, me dejas sin palabras.
    Muchísimas gracias por acordarte de mí :D
    besos

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