(atravesando la víspera de Reyes)
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"Querido amiguito:
Si estás leyendo esto en este día, es porque no te sientes satisfecho con lo que sabes respecto a los Reyes Magos. Ha llegado el momento de que tomes la decisión que, a partir de hoy mismo y en muchas situaciones diferentes, te irá acompañando el resto de tu vida: ¿preferirás la ilusión de mantener un misterio o la satisfacción de tratar de resolverlo? Deberás solucionar este dilema cada vez que se te presente.
Entiendo que hoy has optado por el segundo camino. Quieres resolver una duda que no deseas mantener más tiempo. Ya no te sirven las explicaciones mágicas sobre la vida y obra de tres personajes que dicen que te visitan cada año sin que nunca los hayas visto en tu casa. También te dicen que eso es parte de la magia y que no debes romperla si quieres recibir tus regalos... Pero tú quieres saber más.
Pues bien, has tomado el camino más laborioso y te has puesto a investigar. Unos te contarán unas cosas y otros te contarán otras distintas y tú no sabrás quién te dice lo que es cierto. ¿Por qué habrías de creerme a mí, entonces?
Te propongo terminar tu investigación por tus propios medios. Al final, creerás lo que quieras, pero hay cosas que puedes comprobar por ti mismo. Si esta noche los Reyes Magos van a visitar tu casa, ¿por qué no te quedas a esperarlos para poder verlos con tus propios ojos? Si de verdad es lo que quieres saber, es posible que aguantes el sueño para ver si se presentan o no en tu casa y quién trae los regalos. Y si te han dicho que si aguantas despierto ellos van a pasar de tu casa, tienes que saber que en toda investigación siempre hay un precio que pagar y debes estar dispuesto a arriesgar algo para saber qué es cierto y qué no lo es.
De ti depende.
Que tengas un feliz día de Reyes"
Si estás leyendo esto en este día, es porque no te sientes satisfecho con lo que sabes respecto a los Reyes Magos. Ha llegado el momento de que tomes la decisión que, a partir de hoy mismo y en muchas situaciones diferentes, te irá acompañando el resto de tu vida: ¿preferirás la ilusión de mantener un misterio o la satisfacción de tratar de resolverlo? Deberás solucionar este dilema cada vez que se te presente.
Entiendo que hoy has optado por el segundo camino. Quieres resolver una duda que no deseas mantener más tiempo. Ya no te sirven las explicaciones mágicas sobre la vida y obra de tres personajes que dicen que te visitan cada año sin que nunca los hayas visto en tu casa. También te dicen que eso es parte de la magia y que no debes romperla si quieres recibir tus regalos... Pero tú quieres saber más.
Pues bien, has tomado el camino más laborioso y te has puesto a investigar. Unos te contarán unas cosas y otros te contarán otras distintas y tú no sabrás quién te dice lo que es cierto. ¿Por qué habrías de creerme a mí, entonces?
Te propongo terminar tu investigación por tus propios medios. Al final, creerás lo que quieras, pero hay cosas que puedes comprobar por ti mismo. Si esta noche los Reyes Magos van a visitar tu casa, ¿por qué no te quedas a esperarlos para poder verlos con tus propios ojos? Si de verdad es lo que quieres saber, es posible que aguantes el sueño para ver si se presentan o no en tu casa y quién trae los regalos. Y si te han dicho que si aguantas despierto ellos van a pasar de tu casa, tienes que saber que en toda investigación siempre hay un precio que pagar y debes estar dispuesto a arriesgar algo para saber qué es cierto y qué no lo es.
De ti depende.
Que tengas un feliz día de Reyes"
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Bruno es un muchacho extraordinariamente despierto para sus flamantes seis añitos. A todo le da más vueltas de las que son lo normal para los niños de su edad. Nunca se conforma con una respuesta poco convincente, con una salida poco meditada, ni con las explicaciones poco razonadas. Mucho menos con las evasivas condescendientes. Todo lo cuestiona, para desesperación y consiguiente agotamiento de la paciencia de Andrea y Felipe, sus padres, además de los escasos profesores que en su (por el momento) corta andadura educativa se han visto expuestos a la voracidad por el saber con que Bruno los atosiga. Aunque en realidad nadie escapa a su afán escrutador ni a sus baterías de preguntas, fruto de su espíritu más-que-curioso: los vecinos, los compañeros de juegos, los amigos de sus padres, los dependientes de las tiendas que frecuentan... incluso algún transeúnte ocasional. Las jornadas de Bruno están llenas de juego; pero, sobre todo, de insistente dedicación a la lectura (el chaval ha aprendido a leer y a escribir con extraordinaria facilidad), de indagación incansable y de observación de todo, de lo minúsculo a lo mayúsculo.
- Mamá, ¿qué estrella es esa?
- No, Bruno, es un planeta. Es Venus. Fíjate en cómo brilla, no lo hace como las demás estrellas, ¿a que no?
- ¿Por qué?
- Depende de muchas cosas... otro día te lo explico...
- ¡Pero yo lo quiero saber ahora!
- ¡Mira allá: la estrella polar!
- Sí, pero, ¿por qué brilla diferente a Venus?
- (buffff)
- Papá, he visto una hormiga con alas.
- Sí, hijo, es que es una reina... o un macho.
- ¿Y por qué las demás hormigas no tienen alas?
- No lo sé. Es así.
- ¿Pero no sería mejor que tuvieran alas todas las hormigas? Así irían volando a cualquier parte.
- Sí, pero no tienen alas. Como nos pasa a nosotros.
- Pero las reinas y los machos sí, es lo que me acabas de decir. ¿Por qué es así?
- (bufffff)
Pero hoy, a Bruno no le preocupa ni el brillo de Venus ni las alas de las hormigas reina. En su cabeza, desde que comenzaron las vacaciones de Navidad, están los Reyes Magos. Cada vez que sale el tema en casa, los padres se miran furtivamente con cara de circunstancias y lanzan respuestas nada satisfactorias, lo que no hace sino alimentar las sospechas de Bruno. En definitiva, todo se reduce a esos poderes mágicos con los que logran estar a la vez en todas partes y con apariencias bien distintas (algo estrafalarias, a veces), al tiempo que consiguen regalar montañas y montañas de juguetes a niños desconocidos en todo el mundo, ¡qué raro es esto! Otros adultos guardan absoluto silencio cuando se les pregunta por el espinoso asunto y no paran de observar a los padres con una expresión en el rostro a manera de no-soy-yo-quien-debe-hablar-de-esto-con-tu-hijo. Entre los demás compañeros de juegos, inquiridos también acerca de sus mágicas majestades, la única versión que corre es la oficial. Nada nuevo. Pero algo no encaja...
Bruno ha visto a sus papás consultar los libros de casa cuando necesitan saber algo. Pero los libros callan al respecto, sólo cuentan historias antiguas de una estrella y un niño que nació en Belén. Sólo queda el recurso definitivo: ¡internet! Ahí están escritas muchas cosas sobre cada tema que se le pueda ocurrir a uno ("demasiadas", papá lo ha dicho) y puede ser la solución definitiva. Bruno ha visto muchas veces consultar un sitio: Papá lo llama gúguel, y en la pantalla pone gooogle (no recuerdo cuántas oes, pero muchas). El plan está trazado: Le voy a pedir a mamá que me encienda el ordenador para mirar una cosa. Otras veces se lo he pedido, así que no habrá problema. Pero me dejan muy poco tiempo y por eso tendré que estar muy rápido...
- Mamá, quiero ver una cosa de Navidad en el ordenador, ¿puedo?
Andrea baja un poco el libro que está leyendo y mira a Bruno.
- Vale, pero cinco minutos, nada más, ¿sí?
- Sí.
- Bien, te lo enciendo ahora... ¿Qué vas a buscar? ¿Te lo busco yo?
- Hemmmm... Quería buscar un dibujo de los Reyes Magos, para hacer uno yo. Es que de memoria... Pero no hace falta que me ayudes, que ya puedo yo solo. Ya verás como sí. Tú sólo ponme el gúguel.Andrea espera que el ordenador temine sus tareas de encendido, maneja el ratón, levemente inclinada sobre la mesa, y se vuelve a incorporar.
- Esto ya está. No tardes. Además, comemos ya mismo.
- Que síííííííí...
Es el momento de ir a toda pastilla. A Bruno se le va a salir el corazón por la boca, se siente como un presidiario a punto de poner en marcha su plan de fuga...
Teclea sobre una barra en blanco, como ya ha visto hacer otras veces:
e... l... ahora viene un espacio... s... e... c... r... (uf, qué lento voy... ¿por qué no han puesto las teclas en orden alfabético? no hay quien encuentre nada aquí, grrrrr!!)
"el secreto de los reyes magos", ¡ya está!
Aparecen muchas líneas para hacer click encima y no tengo tiempo para mirarlas una a una...
Bueno, voy a contar tantas como hasta el día de mi cumpleaños y miraré sólo esa.
uno... dos... tres... cuatro...
...
¡Esta es!
Arrastrando el ratón, Bruno aprieta el botón izquierdo encima de la opción elegida con un improvisado sistema al que la premura ha obligado.
¡click!
Ante Bruno aparece la página elegida. Bajo el título general (close... dos... u... ¡no lo entiendo!... el viaje..., bah, ¡qué más da!) la frase ansiada: el secreto de los reyes magos... atravesando la víspera de reyes... "víspera" no recuerdo lo que es...Querido amiguito... (¿me conoce?) Si estás leyendo esto en este día es porque no te sientes satisfecho con lo que sabes respecto a los Reyes Magos...Bruno mira a su madre, que sigue sentada en la butaca, a su derecha, absorta en la lectura. Luego, mira alrededor tratando de descubrir la cámara oculta que pareciera estar vigilándolo...
No, no hay cámaras, no puede haberlas... (creo)
Bruno lee el párrafo hasta el final.
...en toda investigación siempre hay un precio que pagar y debes estar dispuesto a arriesgar algo para saber qué es cierto y qué no lo es. De ti depende. Que tengas un feliz día de Reyes.
- Mamá, ¿qué estrella es esa?
- No, Bruno, es un planeta. Es Venus. Fíjate en cómo brilla, no lo hace como las demás estrellas, ¿a que no?
- ¿Por qué?
- Depende de muchas cosas... otro día te lo explico...
- ¡Pero yo lo quiero saber ahora!
- ¡Mira allá: la estrella polar!
- Sí, pero, ¿por qué brilla diferente a Venus?
- (buffff)
- Papá, he visto una hormiga con alas.
- Sí, hijo, es que es una reina... o un macho.
- ¿Y por qué las demás hormigas no tienen alas?
- No lo sé. Es así.
- ¿Pero no sería mejor que tuvieran alas todas las hormigas? Así irían volando a cualquier parte.
- Sí, pero no tienen alas. Como nos pasa a nosotros.
- Pero las reinas y los machos sí, es lo que me acabas de decir. ¿Por qué es así?
- (bufffff)
Pero hoy, a Bruno no le preocupa ni el brillo de Venus ni las alas de las hormigas reina. En su cabeza, desde que comenzaron las vacaciones de Navidad, están los Reyes Magos. Cada vez que sale el tema en casa, los padres se miran furtivamente con cara de circunstancias y lanzan respuestas nada satisfactorias, lo que no hace sino alimentar las sospechas de Bruno. En definitiva, todo se reduce a esos poderes mágicos con los que logran estar a la vez en todas partes y con apariencias bien distintas (algo estrafalarias, a veces), al tiempo que consiguen regalar montañas y montañas de juguetes a niños desconocidos en todo el mundo, ¡qué raro es esto! Otros adultos guardan absoluto silencio cuando se les pregunta por el espinoso asunto y no paran de observar a los padres con una expresión en el rostro a manera de no-soy-yo-quien-debe-hablar-de-esto-con-tu-hijo. Entre los demás compañeros de juegos, inquiridos también acerca de sus mágicas majestades, la única versión que corre es la oficial. Nada nuevo. Pero algo no encaja...
Bruno ha visto a sus papás consultar los libros de casa cuando necesitan saber algo. Pero los libros callan al respecto, sólo cuentan historias antiguas de una estrella y un niño que nació en Belén. Sólo queda el recurso definitivo: ¡internet! Ahí están escritas muchas cosas sobre cada tema que se le pueda ocurrir a uno ("demasiadas", papá lo ha dicho) y puede ser la solución definitiva. Bruno ha visto muchas veces consultar un sitio: Papá lo llama gúguel, y en la pantalla pone gooogle (no recuerdo cuántas oes, pero muchas). El plan está trazado: Le voy a pedir a mamá que me encienda el ordenador para mirar una cosa. Otras veces se lo he pedido, así que no habrá problema. Pero me dejan muy poco tiempo y por eso tendré que estar muy rápido...
- Mamá, quiero ver una cosa de Navidad en el ordenador, ¿puedo?
Andrea baja un poco el libro que está leyendo y mira a Bruno.
- Vale, pero cinco minutos, nada más, ¿sí?
- Sí.
- Bien, te lo enciendo ahora... ¿Qué vas a buscar? ¿Te lo busco yo?
- Hemmmm... Quería buscar un dibujo de los Reyes Magos, para hacer uno yo. Es que de memoria... Pero no hace falta que me ayudes, que ya puedo yo solo. Ya verás como sí. Tú sólo ponme el gúguel.Andrea espera que el ordenador temine sus tareas de encendido, maneja el ratón, levemente inclinada sobre la mesa, y se vuelve a incorporar.
- Esto ya está. No tardes. Además, comemos ya mismo.
- Que síííííííí...
Es el momento de ir a toda pastilla. A Bruno se le va a salir el corazón por la boca, se siente como un presidiario a punto de poner en marcha su plan de fuga...
Teclea sobre una barra en blanco, como ya ha visto hacer otras veces:
e... l... ahora viene un espacio... s... e... c... r... (uf, qué lento voy... ¿por qué no han puesto las teclas en orden alfabético? no hay quien encuentre nada aquí, grrrrr!!)
"el secreto de los reyes magos", ¡ya está!
Aparecen muchas líneas para hacer click encima y no tengo tiempo para mirarlas una a una...
Bueno, voy a contar tantas como hasta el día de mi cumpleaños y miraré sólo esa.
uno... dos... tres... cuatro...
...
¡Esta es!
Arrastrando el ratón, Bruno aprieta el botón izquierdo encima de la opción elegida con un improvisado sistema al que la premura ha obligado.
¡click!
Ante Bruno aparece la página elegida. Bajo el título general (close... dos... u... ¡no lo entiendo!... el viaje..., bah, ¡qué más da!) la frase ansiada: el secreto de los reyes magos... atravesando la víspera de reyes... "víspera" no recuerdo lo que es...Querido amiguito... (¿me conoce?) Si estás leyendo esto en este día es porque no te sientes satisfecho con lo que sabes respecto a los Reyes Magos...Bruno mira a su madre, que sigue sentada en la butaca, a su derecha, absorta en la lectura. Luego, mira alrededor tratando de descubrir la cámara oculta que pareciera estar vigilándolo...
No, no hay cámaras, no puede haberlas... (creo)
Bruno lee el párrafo hasta el final.
...en toda investigación siempre hay un precio que pagar y debes estar dispuesto a arriesgar algo para saber qué es cierto y qué no lo es. De ti depende. Que tengas un feliz día de Reyes.
Bruno ha tomado una decisión: mientras que debajo de las sábanas de su cama la almohada simulará un bulto que no haga levantar sospechas, esta misma noche un anhelante muchachito, armado con una linterna, un libro para hacer más llevadera la espera y una manta para ocultarse y ocultar la luz de la linterna, esperará agazapado en un escondite en el salón, con vistas al lugar en que cada año aparecen los regalos. Allí tendrá que comprobar si logra desentrañar el enigma que tanto le corroe la mente y si deberá pagar el precio que toda investigación requiere.
Maloooooooooooooooooooooooooooo mañana vas a tener kilos y kilos de carbón por esto!!!! XDDD
ResponderEliminarBueno, el chico ha decidido, ahora a ver si está preparado para la respuesta que se encuentre! Porque ver a tres tiarrones vestidos estrafalariamente, con coronas, barbas y acompañados de pajes, camellos y demás es algo difícil de asimilar!!
Aunque republicana, felices reyes :p
Besos
jejejej yo solito acabo de reactivar el sector minero del carbón xD
ResponderEliminarLa conclusión de la historia ha podido ser algo como esto:
EL SECRETO DE LOS REYES MAGOS
besos
Hola
ResponderEliminarSoy administradora de un directorio y tengo que decir que me ha gustado su página Close2u. Por ello, me encantaría contar con tu sitio en mi directorio, consiguiendo que mis visitantes entren también en su blog.
Si estás de acuerdo. Házmelo saber, nayadita.narvaez@hotmail.com.
Suerte con tu blog y que tengas una bonita semana!
Ay qué bueno el vídeo!! ves? vaya susto se habrá llevadoBruno, el pobre :)
ResponderEliminarMe has traido el recuerdo de una niña esperando en la cama con los ojos abiertos como platos, cuando sintió un ruido y que alguien se aproximaba a su cama, cerró los ojos con tanta fuerza, que casi se le quedan pegados, porque, sus padres le habían dicho que como los viera en plena noche, desaparecerían como el humo y no dejarían ni un solo regalo.
ResponderEliminarTate!! no hizo guardia nunca más.
Era maravilloso encontrarse juguetes nuevos rodeándote, el cinexin!! que pronto llegaran aquella noche!jjiji
;) chulo este post! sea como sea, fue y es bonito creer en esa historia increiblemente irracional, durante el tiempo que dure.
bicos!
Bueno es lo que tiene investigar, que no siempre se conoce la verdad que querías descubrir. Me encanta Bruno, será ese chico que nunca se va a conformar con lo que le cuentas, sino que buscará la verdad absoluta. Hay tantas cosas que nos cuenta y se alejan tanto de la verdad...
ResponderEliminarFELICES REYES PARA TOD@S! SEAN QUIEN SEAN!
Besicos!
Rain ya sólo por reactivar tú solito,el sector minero del carbón, d emi cuenca minera te mando un besazo jajajaja, lo tenemos crudo, más negro que el propio carbón...y en cuanto a tu escrito...decirte que yo lo investigué y me di cuenta de que si existen de verdad....ojalá Bruno también se de cuenta de eso....porque cuando en este mundo, deje de haber niños con ilusión entonces...si que estamos ya perdidos del todo.
ResponderEliminarabrazotedecisivo muy minero
¡¡¡Ains!! Y que sería de la infancia sin estos momentos en los que se replantean ciertas cosas pero y lo que nos despertaban la imaginación....
ResponderEliminarBesos guapo