Para mucha gente, la Ciencia es como un país extranjero. No entienden el idioma, no entienden la cultura... y necesitamos embajadores para explicar lo que hacemos, cómo influimos en la sociedad. Pero también al revés. No se trata de explicarle la Ciencia a la gente de manera dogmática y esperar que la entienda, sino que hay que entablar un diálogo para saber cuáles son las preocupaciones del público y qué es lo que no queda claro.
Marcus Du Sautoy (matemático, catedrático de Comprensión pública de la Ciencia, en la Universidad de Oxford, U.K.)
Fragmento de una entrevista de Eduard Punset, en Redes.
Cuando nacemos, aprendemos poco a poco a hablar la lengua del país en que vivimos. Y lo hacemos aunque no sepamos ni leerla ni escribirla. Eso viene después, si hay oportunidad para el aprendizaje, y con interés y dedicación. Lo cierto es que, del mismo modo, desde los primeros años de vida vamos adquiriendo habilidades científicas, a pesar de ser analfabetos para expresarnos en el lenguaje de la ciencia: las matemáticas. Pero con interés y dedicación...
Nuestras habilidades científicas son muy variadas y se muestran, por ejemplo, en nuestra capacidad de apreciar la belleza natural e incluso de fabricarla artificialmente. También en nuestro dominio práctico de nociones de geometría y de aritmética, en nuestro método de razonamiento, en las deducciones a partir de hechos observables, en el modo en que aplicamos conceptos estadísticos para obtener conclusiones, en la forma de descubrir nuevas realidades... y todo ello hecho con una naturalidad asombrosa. Hay quienes dicen que no podrían vivir sin música. Están reconociendo que no pueden vivir sin la base científica que la sustenta, porque nuestro gusto por el ritmo y la melodía también pertenecen a este campo y son expresables matemáticamente.
Sucede, cuando hablamos de naciones, que se puede no ser un político profesional o parte del gobierno o de otras instituciones nacionales, pero (aun así) conocer suficientes cosas del propio país y su cultura. Igualmente, sin ser científicos profesionales, como meros diletantes en la materia, se puede llegar a aprender diversos entresijos de la ciencia, el propio lenguaje científico, multitud de aplicaciones directas de base científica... A fin de cuentas, no hay más que abrir los ojos a lo que nos rodea, al cosmos completo, para percibir que la oportunidad de aprendizaje es la misma que la que tendría un recién nacido, quien llegará a dominar suficientemente la lengua del lugar en el que habite los próximos años de su vida.
¡Vaya! No me gustan este tipo de reduccionismos en que todo lo que podemos experimentar queda relegado a un solo campo de lo conocido, pero tampoco puedo obviar que tantas y tantas cosas vividas a diario son expresables en lenguaje matemático: el lenguaje de la belleza y el lenguaje de lo preciso, un lenguaje universal. Puede ser fascinante contemplar lo cotidiano desde una nueva perspectiva, más completa. Nos están reservadas grandes dosis de asombro si nos damos a la tarea de escudriñar lo ordinario con lente científica, con total libertad. Un mundo nuevo, distinto, puede aparecer ante nosotros en el mismo lugar en que estaba el de toda la vida, ese país extranjero en el que siempre hemos vivido y cuya lengua y cultura no hemos dominado lo suficiente.
Y si un fragmento de una entrevista dio inicio a este post, será otro fragmento de otra entrevista (esta, de 1981) el que lo concluya. De forma magistral, Richard Feynman nos hace ver que esa típica división del conocimiento en "ciencias y letras" no deja de ser algo tan artificial y en tantas ocasiones absurdo, como ponerle puertas al mar.
Tengo un amigo artista con el que a veces no coincido en cierto punto de vista. Cuando sostiene una flor y me dice que la flor es algo bello, estoy de acuerdo. Sin embargo, me dice que él, como artista, puede apreciar su belleza, mientras que yo, como científico, probablemente no encuentro ningún atractivo en ello. Y pienso que, realmente, habla a lo loco. La belleza que él ve la podemos ver los demás, aunque tal vez no la describamos con tanta exquisitez y finura. Sin embargo, yo veo mucho más que él en una flor. Imagino las células vegetales y sus complejidades, que también entrañan belleza. No solo se trata de la belleza en la dimensión que capta la vista, sino que se puede ir mas allá, hacia la estructura interior.
Por ejemplo, el hecho de que los colores hayan evolucionado para atraer a los insectos significa que los insectos pueden apreciar el color. Y entonces se crea la pregunta: ¿El sentido de la estética también lo tienen las formas de vida menores de la naturaleza? ¿Por qué razón les resulta estético? Toda clase de interesantes cuestiones de la ciencia que no hacen sino sumarle misterio e interés a la impresión que deja una simple flor, no entiendo en qué manera podrían restárselo.
A mi la ciencia me encanta pese a que soy de letras (y coincido en que esa separación es algo tonta) empecé con al astronomía y de ahí me entró el gusanillo por física, química y demás... eso si, admito que soy algo lentito en su comprensión pero me fascina igualmente.
ResponderEliminarPor cierto, el comentario de Richard Feynman sobre la flor... "touché", es genial.
Mi estimado Rain....ojalá a mi me hubiesen explicado la ciencia con amor....con mucho amor y ARTE....así no sentiría muchas veces... que es un pais extranjero para mi y eso que aunque soy de letras puras cada vez me gusta más la ciencia y siento esa atracción por ella.
ResponderEliminarOtra entrada chapó mi estimado Rain.
Mil gracias por tus ánimos en este momento dificil del sector de mi comarca.
Mi abrazotedecisivo
La diferencia entre ser de ciencia o de letras no creo que sea relevante, yo soy de ciencia, simplemente mi manera de ver el mundo es más analítica, más "cuadrada", más absolutista, más de todo o nada porque me baso en realidades palpables... pero luego miro una flor y soy capaz de maravillarme por su belleza simple y su existir. Mi mente es tal vez deductiva pero la vida me ha enseñado que la parte filosófica, contemplativa y más artística es la que me llena y me ayuda realmente a vivir.
ResponderEliminarOye, Rafa, en esta foto pierdes mucho, Juajuajuajua.
ResponderEliminarBueno Rafa, esta disertación deja clara, sobre todo la entrevista final, que cada uno vemos las cosas de diferente manera y no por eso son mejores las unas o las otras, incluso la mayoría de las veces son complementarias diría yo. Diferentes maneras de interactuar con el mundo. Yo empecé siendo de ciencias hasta que llegué a la universidad donde decidí cambiarme por tozudez quizás no sé si acerté o no, pero ya sabes que tengo una peculiar manera de ver el mundo.
ResponderEliminarAbrazos muchos y besos más guapo
(ducenie, por si te interesa,;P)
Se que tiene sus detractores, y a veces furibundos, pero a mi, una de las cosas que mas me impresionan, o digamos me producen mas curiosidad sobre el uso de la ciencia en un ambito diferente al cientifico es el trabajo de Ferran Adria, con las emulsiones, las suspensiones, las, llamemoslas investigaciones que lleva a cabo, con las que conjuga la belleza, el gusto, y algunos principios basicos y conceptos de la naturaleza.
ResponderEliminarSoy de ciencias y me fascinan las letras. Me dejo embelesar por la poesía y los poetas, novelistas. Y también me quedo embobada y no me canso de escuchar a Andrea cuando me explica esos teoremas de la física cuántica y nuclear que ella tanto conoce.
ResponderEliminar¿Por qué no juntar los dos mundos?
Un abrazo
Me dan repelús las etiquetas…………hay una anécdota sobre Einstein.” Parece ser que una madre preocupada le preguntó una vez qué tenía que hacer para que su hijo fuera en el futuro un gran hombre de ciencia, y él contesto que lo único necesario era leerle muchos cuentos……………”
ResponderEliminarLos verdaderos científicos de todas las edades han poseído un espíritu humanista, formado y creativo y por eso han respetado las grandes letras…………El intelecto es necesario para avanzar y enriquecernos. Debemos superar esas ramplonas posiciones “ Ciencia o Letras”…….
Que puedo decir de Richard Feynman………………me gustan sus citas: “ Hay que tener la mente abierta. Pero no tanto como para que se te caiga el cerebro."jajajajajajajaja. Para aquellos que no conocen las matemáticas, es difícil sentir la belleza, la profunda belleza de la naturaleza... Si quieres aprender sobre la naturaleza, apreciar la naturaleza, es necesario aprender el lenguaje en el que habla."
Me gustan tus reflexiones……….”abiertas” aunque espero que no tanto para que no se te caiga el cerebro………( Sonrisa).