domingo, 17 de abril de 2011

lenguas muertas

(área de descanso nº 125)

Isidro Velázquez y Manuel Segovia son dos ancianos que viven en la pequeña comunidad mejicana de Ayapan, en Jalpa de Méndez, en el estado de Tabasco. Isidro y Manuel se han convertido en cómplices de un asesinato muy particular que, de alguna manera, decidieron perpetrar hace algún tiempo. Lo más curioso del asunto es que estas dos personas no se dirigen la palabra. Y precisamente en este hecho radica el crimen en sí.

Hace unos días, leía la noticia de que el idioma ayapaneco, una de las 364 variantes lingüísticas de Méjico (casi tantas como días tiene el año), acaba de engrosar la lista de lenguas muertas porque los dos únicos hablantes que quedan de dicha lengua (Isidro, de 69 años de edad, y Manuel, de 75) están enfadados entre sí y, pese a vivir a escaso medio kilómetro uno del otro, ya no se hablan por un desencuentro cuyo origen se ignora. Manuel había explicado al Instituto Nacional de Lenguas Indígenas que a mediados del siglo XX eran casi 8.000 las familias ayapanecas que hablaban la lengua, pero con la construcción de la carretera Villahermosa-Comacalco la migración de estas familias hacia poblaciones mayores y costumbres distintas ha sido el principal motivo de la progresiva extinción de la lengua que hablaban. Han sido absorbidos por un ambiente más globalizador.
Es sorprendente la forma en que un patrimonio cultural puede llegar a extinguirse. Si me preguntan, se me pueden ocurrir muchas formas, desde todo tipo de invasiones (ya sean culturales o movidas por otros intereses más pedestres) hasta un abandono del testigo (algo menos estridente pero con idénticos resultados). Lo que nunca se me hubiera ocurrido es que una situación tan poco épica y tan de andar por casa como la de Isidro y Manuel pudiera provocar la extinción de una lengua hablada.

En fin, son cosas que pasan. Si mi vecino del piso de abajo y yo habláramos la misma lengua y nadie más en el mundo la conociera, estoy seguro (muy seguro) de que ese raro idioma también correría un riesgo elevadísimo de extinción. Una lengua existe porque es un soporte valioso para una comunicación que se desea y se convierte así en vehículo de experiencias, conocimientos y cultura. Si no hay deseo de comunicarse no hace falta ninguna lengua. Pero si existe la necesidad de abrirse y extenderse hacia otras personas, tal como se propaga el fuego en los incendios, con ese ímpetu tan difícil de sofocar, entonces sucede que incluso sin una lengua se llega a cumplir ese propósito. La comunicación aprende a superar las barreras y se abre camino aun con los medios más escasos.
Me viene a la memoria haber recurrido en alguna circunstancia incluso al dibujo para poder mantener una conversación con otras personas con las que no tenía ningún idioma en común. Manteles de papel en una sobremesa, libretas o servilletas de cafetería han sido el soporte material de más de una charla que ha surgido espontáneamente. De la misma manera que si jugáramos al Pictionary y ayudados por ese valioso recurso del lenguaje no verbal, se conseguía que las ideas de uno fueran cobrando sentido en la mente del otro. A fin de cuentas, las expresiones de tipo artístico son también otro imprescindible soporte cultural que puede ser utilizado (de hecho, es utilizado con bastante frecuencia) como forma de comunicación entre dos o más personas.

Y volviendo al asunto de las repercusiones que tienen las disputas no resueltas, es cierto que resulta algo llamativo cuando se alcanza el extremo de acabar matando una lengua, porque esto es algo que no sucede todos los días. Pero también se pueden matar muchas más cosas, de menos calado en el acervo colectivo, aunque igual de trascendentes en lo personal. Se matan áreas de la memoria, se liquidan tradiciones, se pone fin a abrazos y achuchones, se terminan sonrisas, se acaban los gestos, se marchitan complicidades... y también se extinguen palabras inventadas, vocabularios de una relación exclusiva, expresiones que nunca ocuparon su lugar en un diccionario, que nunca pertenecieron a ninguna lengua, pero que eran parte del idioma en que dos personas se entendían a la perfección.

16 comentarios:

  1. pare santis deis, vos que estau empotestatis, posau-vos els xirimitlis i escarabatatis, que ha vengut el retipoti, tot carregat de clemència, ha tengut mala prudència i ha pegat foc al vitroc.

    No hay que dejar que las lenguas minoritátias mueran o dejen de inventarse.

    epermont

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  2. Yo escuché la curiosa noticia en la radio y me resultó curioso que se culpe a estos dos individuos de la desaparcición de la lengua. Me pareció muy simplista la verdad.
    Creo que forma parte de la historia del ser humano que las culturas y su patrimonio vayan y vengan, aparezcan y desaparezcan, pero la globalización del último medio siglo está acelerando y propiciando este proceso, aniquilando en el camino un inmenso patrimonio que no debería haber desaparecido y que antes o después echaremos de menos.
    Un abrazo :-)

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  3. Yo también te quiero, aina
    xD
    florrugaskop
    (por cierto, no m'he enterao de [casi] ná jajajaja)

    Desde luego que la noticia está enfocada desde una perspectiva un tanto simplista e incluso sensacionalista, JLin. Pero creo que ha sido ese sensacionalismo el que me ha llevado a reflexionar e imaginar otros escenarios: el de los lenguajes que matamos cuando hay un desencuentro entre personas con cierto nivel de complicidad (amigos, familia, pareja...) que deriva en ruptura. Porque esto es algo que sucede y que hemos podido comprobar en propias carnes.
    un abrazote :D

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  4. uhmm me parece una noticia "comercial", me resulta complicado culpar a estas dos personas de la completa desaparición de una lengua, pero entiendo tu punto de vista. La pérdida de algo valioso, desde un patrimonio hasta el lazo que vincula a las familias... por desgracia es algo cotidiano.

    .. parece mentira, que haya gente que aprenda a hablar "elfico" (del Señor de los Anillos) mientras que al otro lado del mundo una lengua oficial se extingue...

    Besos!

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  5. Me recordó a una novela de Miguel Delibes "El disputado voto del Señor Cayo". Vive en un pueblo con otra persona y no se hablan y dice "somos dos y sobramos uno". Ay que ver cómo son en los pueblos.
    ; P

    Saludos.

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  6. De absurdo que es, resulta hasta curioso.

    Cómo se puede permitir esto??, es que no lo entiendo, se deja morir una lengua asi porqué si??... Lo dicho absurdo :S

    Besos.

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  7. Sí, parece una noticia escrita en plan sensacionalista, Silvia. Pero me ha dado pie para un par de reflexiones. Una es la que expreso en el último párrafo y que tú también comentas. La otra es que me hizo pensar en qué puede sentir alguien al saberse la última persona del mundo que habla una lengua determinada que existía desde siglos y siglos atrás. Te cuento una anécdota:
    Hace ya unos cuantos años, conocí a una pareja de rwandeses que llegaron a mi ciudad como refugiados (junto a su niña, pequeñita), escapando de las masacres que estaban sucediendo en su país. Mantengo una buena amistad con esta familia. En la actualidad son 4 miembros: los padres y dos hijos (la niña y otro hijo que nació aquí) en edad adolescente. Las lenguas que hablaban los padres eran el kinyarwanda y el francés. Poco a poco, aprendieron el castellano y algo (poco) de gallego. En casa, entre ellos (los padres) hablaban en kinyarwanda, pero los hijos nunca aprendieron esta lengua. Ellos se han integrado perfectamente y hablan el castellano y gallego con total soltura. Pensando en el artículo, también pensé que si los padres decidieran no hablarse más, es como si el kinyarwanda se hubiera extinguido como lengua en ese círculo familiar, o incluso en el barrio donde viven (estoy dramatizando, claro, porque en se sigue hablando en otras partes). Pero es llamativo cómo se puede poner fin a algo que viene de muy atrás.
    un beso muy grande

    Hola, titán, jejeje tienes razón al mencionar esa novela.
    Yo aun diría más: ¡cómo somos en todas partes! Al tratarse de dos personas solamente, entonces todo es más llamativo. Como cuando hay una sola nube en el cielo o una sola letra en una página en blanco: parecen destacar más. Por el contrario, que dos personas dejen de hablarse en New York, siendo un hecho similar, queda disuelto en un mar de gente. No me hablo con este, pero me hablo con aquel.
    Al aumentar el zoom, todo se muestra sin menos interferencias, de la forma más esencial.
    un saludo

    Hola, Sandra. También a mí me cuesta creer que una lengua pueda desaparecer de esta manera. Pero es que para que una lengua siga viva hace falta que haya gente que la hable. Unos ya no la hablan porque viven en un entorno en que (al parecer) les dificultaría la integración. Y los dos últimos ayapanecoparlantes no se hablan entre sí. Es casi surrealista, tienes razón.
    Al menos, quedará un registro escrito para que la lengua no se pierda completamente. Pero las lenguas no se hicieron para estar en los museos, sino para transmitir vivencias de persona a persona.
    besos

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  8. Triste, dejar perder algo tan valioso. Estas dos personas (equivocadas o no) no tienen la culpa, así lo entiendo yo. No se trata de buscar culpables, hay que encontrar la manera que esto no ocurra.

    La sonrisa, lengua universal, nunca morirá, espero ¿imaginas ese titular? Ayy, qué dolor!
    Las personas han dejado de sonreir, han perdido la costumbre, la sonrisa ha muerto. Lloro solo de pensarlo.
    Besos

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  9. Si yo fuera tu vecina de abajo y nadie más hablara nuestro idioma, creo que aunque movieras los muebles de madrugada y escucharas música estridente a todas horas,
    yo
    seguiría
    hablando
    contigo.

    ufff es que no sabría estar callada, soy incapaz. Por hablar hablo hasta con las piedras.

    :-)

    Hasta otra vecino.

    J.

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  10. ... eso es algo que siempre me he preguntado, ¿por qué los padres que hablan dos idiomas no enseñan en casa a sus hijos? Tengo primos que nacieron en otros países y no hablan pizca de español porque sus padres; mis tíos, nunca les enseñaron.. Una pena, porque sinceramente creo que de las cosas valiosas en esta vida está el saber idiomas... locuras mías, nu se...

    Gran anécdota, gracias por compartirla ;)

    Besos!

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  11. Hola, María. No soy capaz de imaginar ese titular. El día en que desaparezca la sonrisa es que la especie humana se ha extinguido o está virtualmente extinguida. Una vida sin sonrisa ya no merece ser vivida.
    Sonriamos juntos :D
    besos

    Si tú fueras mi vecina de abajo, Jeanne (¿dónde hay que firmar?), no solo no se extinguiría nuestro idioma, sino que inventaríamos otros nuevos.
    Cuando las ganas de comunicarse son grandes, se multiplican las lenguas.
    :D
    besos

    Hola, Silvia. En este caso, los padres intentaron enseñar el kinyarwanda a sus hijos, pero se toparon con el gran obstáculo de que los niños no mostraban ningún interés por un idioma que no iban a utilizar con sus compañeros y amigos en España. Optaron por dedicarse más al castellano y al gallego (aparte de otros idiomas que estudian en clase). Incluso los padres se han obligado a hablar más en castellano porque estaban teniendo dificultades para aprenderlo. Integrarse cuando vienes de una cultura muy diferente es complicado y se acaban haciendo tristes concesiones como estas.
    Encantado de compartir anécdotas :D
    besos

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  12. Que esas dos personas llegasen a hablarse sólo ofrecería una solución a corto plazo.
    Esa lengua no morirá porque esas dos personas no se hablen, sino porque no existe nadie más alrededor dispuesto a aprenderla y transmitirla, como una parte más de su herencia (cultural).

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  13. Qué vuelva el Latín o mejor aún que se adopte por fin el esperanto como lengua vehicular del Mundo. Superariamos la torre de babel independientemente de que cada uno resguardase su lengua materna como tesoro emotivo.

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  14. Hola, Marilo. La extinción del ayapaneco se debe a la migración de la comunidad. Creo que eso se deja claro en el artículo y es el propio Manuel Segovia quien así lo ha expuesto. El detalle del enfado no ha sido más que el tiro de gracia. Pero es comprensible que se diga. Si a un enfermo terminal se le aplicara algún tipo de eutanasia, también se comentaría este hecho, porque supone una reflexión añadida.
    A mí, al menos, sí me la ha provocado. Nunca se imagina uno cómo ocurrirán ciertas muertes, hasta que suceden.
    besos

    Una lengua mundial podría estar bien, Maeglin, pero sería imperfecta como vehículo de culturas tan diferentes. Las lenguas se revelan tan específicas como las herramientas: ningún cirujano utilizaría las de un carpintero ni un fontanero las de un orfebre.
    Ahora bien, como medio de comunicación básico, sí podría ser muy útil.
    un abrazote :D

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  15. Bueno, ¿tú metiendo a tus vecinos en un post? Definitivamente estás melancólico. ES una pena que se extingan los idiomas pero dicen que viven hasta que su cultura sobrevive, ¿no?
    Pictionary, gran juego dominado ala perfección por los egipcios entre otros (broma)
    Biquiños

    Dicionario añade: mingobt (no me hagas decir lo que me ha venido a la mente que no quiero quedar mal)

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  16. Hace muchos anos leì un caso semejante sobre otra lengua con dos ùnicos hablantes. Este idioma era de la familia uralo-altaica y se hablaba en la Rusia post-soviètica.
    ¿No serà un hoax?

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